Estudiantes de la Escuela Nacional de Ballet de Cuba Fernando Alonso actuarán este miércoles en el Centro para las Artes Ruth Page, de Chicago, en una gala conjunta con artistas estadounidenses.
Los aprendices interpretarán un programa combinado de obras clásicas y neoclásicas en la tercera ciudad con mayor número de habitantes de Estados Unidos, detrás de Nueva York y Los Ángeles.
El espectáculo incluye la puesta de obras de la gran tradición clásica como El corsario, El mercader y la esclava, Esmeralda y Cascanueces, así como otras piezas modernas montadas a los estudiantes cubanos por un creador norteamericano hace unos días en Estados Unidos.
También el programa incluye dos coreografías del estadounidense Pedro Ruiz: Tres estados del alma y Lugar de verano, compuesta recientemente en Cuba para este grupo élite de alumnos, la mayoría ganadores de premios en concursos internacionales.
Ambas obras cuentan con música del laureado pianista cubano Frank Fernández y se estrenaron durante la XII Bienal de La Habana.
Ruiz logró piezas dinámicas y no renunció a la técnica clásica ni en los pasajes musicales de ritmos afrocubanos, casi siempre asociados a un estilo de danza más folclórica.
Pero el principal mérito radica en haber roto una tradición con éxito pues la coreografía llenó cada compás y los estudiantes de ballet brindaron espectacularidad a la puesta con una ejecución impecable de complejos pasos y una velocidad de desplazamiento poco usual en el clasicismo.
Los estudiantes cubanos participan en un curso de verano en el prestigioso centro académico norteamericano, dirigido por Victor Alexander, y aprendices de esa institución compartirán la escena en esta gala con ellos.
Durante la semana, la directora de la Escuela Nacional de Ballet de Cuba, Ramona de Sáa, y la profesora del misma institución Yuneisy Rodríguez imparten clases magistrales, conferencias y ensayos.
(Tomado de Cubadebate con información de Prensa Latina)
Estados Unidos y Cuba anunciarán un acuerdo el miércoles para volver a abrir embajadas en sus respectivas capitales, restaurando formalmente las relaciones diplomáticas después de más de medio siglo de ruptura, destaca hoy el diario The New York Times citando a funcionarios de la administración Obama.
“El acuerdo representa el resultado más tangible hasta la fecha de la decisión del presidente Obama para poner fin a sus décadas de aislamiento de la Isla”, añade el diario.
Obama anunciará sus planes para reabrir las embajadas en el Rose Garden de la Casa Blanca, el miércoles por la mañana. Mientras, el Secretario de Estado John Kerry también comentará estos planes desde Viena, donde se está negociando un acuerdo nuclear con Irán. Kerry tiene previsto viajar a La Habana para la apertura de la embajada el 22 de julio, dijo el Times.
El jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, José Ramón Cabañas Rodríguez, fue recibido en la mañana de hoy en el Departamento de Estado por el secretario de Estado interino Anthony Blinken, a quien hizo entrega de una carta del General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, al presidente Barack Obama, en la cual confirma la decisión de la República de Cuba de restablecer las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América y abrir embajadas en ambas capitales, a partir del 20 de julio de 2015.
TEXTO DE LA CARTA DE RAÚL A OBAMA
La Habana, 1ro de julio de 2015
Excmo. Sr. Barack H. Obama
Presidente de los Estados Unidos de América
Señor Presidente:
En consonancia con los anuncios del 17 de diciembre de 2014 y las conversaciones de alto nivel entre nuestros gobiernos, me complace dirigirme a Usted para confirmar que la República de Cuba ha decidido restablecer relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América y abrir misiones diplomáticas permanentes en nuestros respectivos países, el 20 de julio de 2015.
La parte cubana asume esta decisión, animada por la intención recíproca de desarrollar relaciones respetuosas y de cooperación entre nuestros pueblos y gobiernos.
Cuba se inspira asimismo en los principios y propósitos consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, a saber, la igualdad soberana, el arreglo de las controversias por medios pacíficos, abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, la no intervención en los asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados, el fomento de relaciones de amistad entre las naciones basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y la cooperación en la solución de problemas internacionales y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos.
Lo anteriormente expresado está en conformidad con el espíritu y las normas establecidas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas del 18 de abril de 1961 y en la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares del 24 de abril de 1963, de las cuales tanto la República de Cuba como los Estados Unidos de América son Estados Parte, y regirán las relaciones diplomáticas y consulares entre la República de Cuba y los Estados Unidos de América.
Hago propicia la oportunidad para expresarle, señor Presidente, el testimonio de nuestra consideración.
•Restablecidos los vínculos diplomáticos con Estados Unidos, será imprescindible el levantamiento del bloqueo, entre otros aspectos, para la normalización de las relaciones.
El 1 de julio de 2015, el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz y el presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama intercambiaron cartas mediante las cuales confirmaron la decisión de restablecer relaciones diplomáticas entre los dos países y abrir misiones diplomáticas permanentes en las respectivas capitales, a partir del 20 de julio de 2015.
Ese mismo día, se realizará la ceremonia oficial de apertura de la Embajada de Cuba en Washington, en presencia de una delegación cubana presidida por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla e integrada por destacados representantes de la sociedad cubana.
Al formalizar este paso, Cuba y los Estados Unidos ratificaron la intención de desarrollar relaciones respetuosas y de cooperación entre ambos pueblos y gobiernos, basadas en los principios y propósitos consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, en particular, las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares.
El Gobierno de Cuba ha tomado la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos en pleno ejercicio de su soberanía, invariablemente comprometido con sus ideales de independencia y justicia social, y de solidaridad con las causas justas del mundo, y en reafirmación de cada uno de los principios por los que nuestro pueblo ha derramado su sangre y corrido todos los riesgos, encabezado por el Líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz.
Con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas, concluye la primera etapa de lo que será un largo y complejo proceso hacia la normalización de los vínculos bilaterales, como parte del cual habrá que solucionar un grupo de asuntos derivados de políticas del pasado, aún vigentes, que afectan al pueblo y a la nación cubana.
No podrá haber relaciones normales entre Cuba y los Estados Unidos mientras se mantenga el bloqueo económico, comercial y financiero que se aplica con todo rigor, provoca daños y carencias al pueblo cubano, es el obstáculo principal al desarrollo de nuestra economía, constituye una violación del Derecho Internacional y afecta los intereses de todos los países, incluyendo los de los Estados Unidos.
Para alcanzar la normalización será indispensable también que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, cesen las transmisiones radiales y televisivas hacia Cuba que son violatorias de las normas internacionales y lesivas a nuestra soberanía, se eliminen los programas dirigidos a promover la subversión y la desestabilización internas, y se compense al pueblo cubano por los daños humanos y económicos provocados por las políticas de los Estados Unidos.
Al recordar los temas pendientes de solución entre los dos países, el gobierno cubano reconoce las decisiones adoptadas hasta el momento por el presidente Obama, de excluir a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo internacional, de instar al Congreso de su país a levantar el bloqueo y de comenzar a adoptar medidas para modificar la aplicación de aspectos de esta política en uso de sus prerrogativas ejecutivas.
Como parte del proceso hacia la normalización de las relaciones, a su vez, habrá que construir las bases de unos vínculos que no han existido entre nuestros países en toda su historia, en particular, desde la intervención militar de los Estados Unidos, hace 117 años, en la guerra de independencia que Cuba libró por cerca de tres décadas contra el colonialismo español.
Estas relaciones deberán cimentarse en el respeto absoluto a nuestra independencia y soberanía; el derecho inalienable de todo Estado a elegir el sistema político, económico, social y cultural, sin injerencia de ninguna forma; y la igualdad soberana y la reciprocidad, que constituyen principios irrenunciables del Derecho Internacional.
El Gobierno de Cuba reitera la disposición a mantener un diálogo respetuoso con el Gobierno de los Estados Unidos y a desarrollar relaciones de convivencia civilizada, basadas en el respeto a las diferencias entre ambos gobiernos y en la cooperación en temas de beneficio mutuo.
Cuba continuará enfrascada en el proceso de actualización de su modelo económico y social, para construir un socialismo próspero y sostenible, avanzar en el desarrollo del país y consolidar los logros de la Revolución.
La ex secretaria de Estado de EEUU y precandidata demócrata a las elecciones presidenciales estadounidenses, Hillary Clinton, celebró el miércoles a través de su cuenta de Twitter que la reapertura de embajadas entre su país y Cuba, y aseguró que es un “buen paso para EEUU y el pueblo cubano”.
James Williams, presidente de Engage Cuba, emitió la siguiente declaración sobre el anuncio de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos y el gobierno de Cuba han llegado a un acuerdo para reabrir sus respectivas embajadas:
“Aplaudimos este importante paso en el acercamiento entre los EE.UU. y Cuba, que insta al Congreso a acelerar el día en que los viajeros y las empresas estadounidenses tengan la libertad de participar con uno de nuestros vecinos más cercanos. La apertura de embajadas en Washington y La Habana es un paso importante en dirección al día en que los estadounidenses puedan tomar sus propias decisiones sobre hacia donde viajar, y nuestras empresas puedan competir con el resto del mundo.
Estamos haciendo historia, dejando claro que el propósito de Estados Unidos no es hacer una concesión, es una demostración de fuerza y la mejor manera de promover nuestros valores y crear oportunidades, tanto para los estadounidenses como para el pueblo cubano.
La gran mayoría del pueblo estadounidense – y el 97% de los cubanos -apoyan el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Hoy es un gran día para norteamericanos y cubanos que buscan un futuro mejor para los dos países. Después de 54 años de una fracasada política de guerra fría, se avecinan mejores días, finalmente”.
James Williams, presidente de Engage Cuba, viajará a La Habana este jueves y visitará al futuro embajador para celebrar este momento histórico.
#Cuba se convirtió en trending topic (tendencia) entre los usuarios de Twitter en Estados Unidos, de acuerdo con los registros de esta red social.
La etiqueta #Cuba ocupó el segundo lugar en Estados Unidos tras el discurso pronunciado por el Presidente Barack Obama, desde la Casa Blanca, y estuvo también entre las diez etiquetas más populares en Guatemala (3 lugar), Ecuador (3 lugar), Italia (5 lugar) y Vietnam (8 lugar).
Como se puede observar en la siguiente tabla, fue tendencia en 41 ciudades del mundo:
La audiencia reaccionó mayoritariamente apoyando el anuncio de los dos países del reinicio de sus relaciones diplomáticas y de la próxima apertura de embajadas.
A continuación reproducimos algunos de los mensajes que se enviaron en las primeras horas de la tarde de hoy miércoles:
El presidente Obama se congratuló hoy por el inicio de un “nuevo capítulo” en las relaciones Cuba y Estados Unidos, al confirmar que EE.UU. y Cuba abrirán sus respectivas capitales a finales de este mes, mientras las relaciones diplomáticas quedan restablecidas formalmente entre los dos países por primera vez en más de 50 años.
“Hace más de 54 años, en el apogeo de la Guerra Fría, Estados Unidos cerró su embajada en La Habana. Hoy puedo anunciar que Estados Unidos se ha comprometido a restablecer formalmente las relaciones diplomáticas con la República de Cuba y volverán a abrirse embajadas en nuestros respectivos países”, dijo el Presidente en el Rose Garden de la Casa Blanca.
“Este es un paso histórico hacia adelante en nuestros esfuerzos para normalizar las relaciones con el gobierno y el pueblo cubanos y comenzar un nuevo capítulo con nuestros vecinos en América Latina”, agregó el presidente.
“Es un anuncio histórico”, añadió al intervenir en directo por televisión, y “una demostración más de que no tenemos que estar encarcelados por el pasado.”
El presidente Obama confirmó que el secretario de Estado John Kerry viajaría a La Habana para “orgulloso levantar la bandera estadounidense en nuestra embajada una vez más.”
Obama anunció su intención de seguir adelante con la restauración de los lazos entre los dos países.
Obama pide el levantamiento del bloqueo
instó al Congreso de su país a que “escuche al pueblo cubano y al pueblo estadounidense” y empiece a trabajar para levantar el bloqueo que pesa sobre Cuba.
“Pido al Congreso que dé pasos necesarios para levantar el embargo que impide a los americanos viajar a Cuba (…) Hay estadounidenses que quieren viajar a Cuba. Hay empresas estadounidenses que quieren invertir en Cuba”, declaró el mandatario estadounidense.
Reconoció que “la política de aislamiento no funcionó”.
Obama resaltó que ese paso es “más que alzar las banderas, que es algo simbólico” y celebró que “la opinión pública de ambos países” respalde las negociaciones, aunque admitió que entre ambos gobiernos habrá “profundas diferencias”.
Kerry desde Viena
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, aseguró en Viena que la reapertura de embajadas entre su país y Cuba se produce gracias a una decisión “personal” del presidente Barack Obama de cambiar “una política que no funcionaba y que ha estado sin funcionar demasiado tiempo”.
Kerry reconoció que entre Washington y La Habana sigue habiendo “agudas diferencias” , pero que ambos países han identificado también áreas de cooperación, como la protección medioambiental, la emigración o las telecomunicaciones.
La reapertura de las Embajadas supone “un importante paso en el camino de restaurar plenamente las relaciones entre EU y Cuba, que llega un cuarto de siglo después del fin de la guerra fría y reconoce la realidad de que las circunstancias han cambiado”.
“Este cambio ha sido postergado por demasiado tiempo y la respuesta de la comunidad internacional ha reflejado la bienvenida que todo el mundo ha dado a este paso“, indicó.
El jefe de la diplomacia estadounidense aplaudió a Obama y al presidente cubano, Raúl Castro, por haber acordado que “concentrarse en los temas y posibilidades del futuro es mucho más productivo que quedarse anclado en el pasado”.
“Las cosas pueden cambiar” y el “liderazgo puede marcar diferencias” , declaró Kerry, que está en Viena participando en la ronda decisiva de negociaciones para cerrar un acuerdo con Irán.
Kerry anunció que tomará parte personalmente este verano en la reapertura de la sede diplomática de Washington en La Habana, cerrada desde 1961.
Su viaje a la isla caribeña, recordó, será el primero de un secretario de Estado de Estados Unidos desde 1945.
EL PRESIDENTE: Buenos días a todos. Por favor, tomen asiento.
Hace más de 54 años, en medio de la guerra fría, Estados Unidos cerró su embajada en La Habana. Hoy, puedo anunciar que Estados Unidos ha acordado restablecer formalmente sus relaciones diplomáticas con la República de Cuba, y volver a abrir embajadas en nuestros respectivos países. Se trata de un paso histórico en nuestros esfuerzos por normalizar las relaciones con el gobierno y el pueblo cubano y empezar un nuevo capítulo con nuestros vecinos de las Américas.
Cuando Estados Unidos cerró nuestra embajada en 1961, creo que nadie pensó que pasaría más de medio siglo antes de que se volviera a abrir. Después de todo, nuestras naciones están separadas por tan solo 90 millas, y hay lazos muy estrechos de familias y amigos entre nuestros pueblos. Pero ha habido diferencias de significancia profunda y real entre nuestros gobiernos y a veces nos dejamos atrapar por una cierta forma de hacer las cosas.
Para Estados Unidos eso significó aferrarse a una política que no funcionaba. En lugar de apoyar la democracia y las oportunidades para el pueblo cubano, con el paso del tiempo nuestros esfuerzos por aislar a Cuba, a pesar de las buenas intenciones, tuvieron un efecto opuesto — cimentando el statu quo y aislando a Estados Unidos de nuestros vecinos en este hemisferio. El progreso que logramos hoy es una prueba más de que no tenemos que ser prisioneros del pasado. Cuando algo no funciona podemos cambiarlo y lo cambiaremos.
El diciembre pasado, anuncié que Estados Unidos y Cuba habían decidido tomar medidas para normalizar nuestra relación. Como parte de ese esfuerzo, el Presidente Raúl Castro y yo pedimos a nuestros equipos que negociaran el restablecimiento de las embajadas. Desde entonces, nuestro Departamento de Estado ha trabajado arduamente con sus homólogos en Cuba para alcanzar ese objetivo. Y posteriormente este verano, el Secretario Kerry viajará a La Habana para izar formalmente y con orgullo la bandera estadounidense sobre la embajada una vez más.
Este acto no es meramente simbólico. Con este cambio, podremos aumentar considerablemente nuestro contacto con el pueblo cubano. Tendremos más personal en nuestra embajada, y nuestros diplomáticos podrán participar de manera más extensa a en toda la isla. Esto incluirá al gobierno cubano, la sociedad civil y los ciudadanos cubanos que buscan alcanzar una vida mejor.
Con respecto a los temas de interés común, como el antiterrorismo, la respuesta ante desastres y el desarrollo, encontraremos formas nuevas de cooperar con Cuba. Y he dejado claro que también seguiremos teniendo diferencias muy serias. Que incluyen el apoyo duradero de Estados Unidos por los valores universales, como la libertad de expresión y asociación, y el acceso a la información. Y no dudaremos en protestar cuando veamos que se actúa de manera contradictoria a esos valores.
No obstante, creo con firmeza que la mejor forma que tiene Estados Unidos de apoyar nuestros valores es a través del compromiso. Por eso ya hemos tomado medidas para permitir más viajes, contacto interpersonal y lazos comerciales entre Estados Unidos y Cuba. Y seguiremos haciéndolo de aquí en adelante.
Desde diciembre ya hemos visto mucho entusiasmo hacia este nuevo enfoque. Líderes a través de las Américas han demostrado su apoyo por el cambio en nuestra política; lo escucharon ayer, cuando lo expresó la Presidenta Dilma Rousseff. Las encuestas de opinión pública en los dos países revelan mucho apoyo por este compromiso. Un cubano dijo, “he estado preparado para esto toda mi vida”. Y otro dijo, “es como un trago de oxígeno”. Una maestra cubana dijo sencillamente: “somos vecinos. Ahora podemos ser amigos”.
Aquí en Estados Unidos, hemos visto el mismo entusiasmo. Hay estadounidenses que quieren viajar a Cuba y empresas que quieren invertir en Cuba. Universidades de Estados Unidos que quieren asociarse con Cuba. Ante todo, hay estadounidenses que quieren llegar a conocer a sus vecinos al sur. Y mediante ese compromiso, también podemos ayudar al pueblo cubano a mejorar sus propias vidas. Un cubano americano tenía la esperanza de “reunir a las familias y abrir las vías de comunicaciones”. Otro dijo simplemente: “no se puede mantener secuestrado el futuro de Cuba por lo que sucedió en el pasado”.
Y de esto se trata: una decisión entre el futuro y el pasado.
Los estadounidenses y los cubanos por igual están listos para avanzar. Considero que es hora de que el Congreso haga lo mismo. Le he pedido al Congreso que tome medidas para levantar el embargo que evita que los estadounidenses hagan negocios con Cuba. Ya hemos visto que miembros de ambos partidos han comenzado este trabajo. Al fin y al cabo, ¿por qué se iba a oponer Washington a la voluntad de su propio pueblo?
Sí, están quienes quieren dar marcha atrás al reloj y redoblar una política de aislamiento. Pero ya es más que hora de que nos demos cuenta de que este enfoque no funciona. Lleva cincuenta años sin funcionar. Cierra las puertas de Estados Unidos al futuro de Cuba y solo empeora las vidas del pueblo cubano.
Entonces me gustaría pedirle al Congreso que escuche al pueblo cubano. Que escuche al pueblo estadounidense. Que escuche las palabras de un cubano americano orgulloso, Carlos Gutiérrez, quién hace poco habló en contra de la política del pasado, diciendo: “Me pregunto si los cubanos que tienen que ponerse en fila durante horas bajo el sol ardiente de La Habana para conseguir las necesidades más básicas sienten que ese enfoque les ayuda”.
Por supuesto, nadie espera que Cuba se transforme de la noche a la mañana. Pero creo que el compromiso Estadounidense – mediante nuestra embajada, nuestras empresas, y ante todo, nuestro pueblo – es la mejor manera de representar nuestros intereses y apoyar la democracia y los derechos humanos. Una y otra vez, Estados Unidos ha demostrado que parte de nuestro liderazgo en el mundo se basa en nuestra capacidad de cambiar. Es lo que inspira al mundo a alcanzar algo mejor.
Hace un año tal vez habría parecido imposible que Estados Unidos tuviera una vez más su bandera y sus barras y estrellas volando sobre la embajada en La Habana. Así es el cambio.
En enero de 1961, el año en el que nací, cuando el Presidente Eisenhower anunció el fin de nuestras relaciones con Cuba, dijo: “espero y confío que en un futuro no muy lejano sea posible que la amistad histórica entre nosotros encuentre su reflejo en relaciones normales de todo tipo”. Bueno, ha tomado tiempo, pero considero que ha llegado la hora. Y que nos espera un futuro mejor.
Muchas gracias. Y quiero agradecer a algunos de mi equipo que trabajaron con diligencia para que esto suceda. Ellos están aquí. No siempre se les reconoce. Estamos muy orgullosos de ellos. Buen trabajo.
Su Excelencia Raúl Castro Ruz
Presidente de los Consejos de Estado
y de Ministros
de la República de Cuba
Habana
Estimado Sr. Presidente:
Me complace confirmar, tras conversaciones de alto nivel entre nuestros dos gobiernos, y con arreglo al derecho y las prácticas internacionales, que los Estados Unidos de América y la República de Cuba decidieron reestablecer relaciones diplomáticas y misiones diplomáticas permanentes en nuestros respectivos países el 20 de julio de 2015. Este es un avance importante en el proceso de normalización, iniciado el pasado diciembre, en cuanto a las relaciones entre nuestros dos países y pueblos.
Al tomar esta decisión, los Estados Unidos se ven alentados por la intención recíproca de entablar relaciones respetuosas y cooperativas entre nuestros dos pueblos y gobiernos, congruentes con los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, en particular los relativos a la igualdad soberana de los Estados, la solución de controversias internacionales por medios pacíficos, el respeto por la integridad territorial y la independencia política de los Estados, el respeto por la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, así como la promoción y el fomento del respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos.
Los Estados Unidos y Cuba son partes en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, firmada en Viena el 18 de abril de 1961, y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, firmada en Viena el 24 de abril de 1963. Me complace confirmar el entendimiento de los Estados Unidos de que las antedichas convenciones se aplicarán a las relaciones diplomáticas y consulares entre nuestros dos países.