Por 23 años consecutivos, el mundo ha condenado abrumadoramente el criminal bloqueo económico, comercial y financiero que, desde hace más de 50 años, Estados Unidos aplica contra el pueblo cubano, en el interés de que traicione su Revolución. El crimen trata de doblegar por hambre y necesidades la voluntad popular de los cubanos.
Los bolivianos no somos indiferentes a este reclamo universal, y la exigencia se ha hecho presente en la voz del presidente Evo Morales, otras autoridades y de la Cámara de Diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Nuestro pronunciamiento no es sólo en gratitud o reconocimiento al hermano pueblo digno que “no da lo que le sobra, sino comparte lo que tiene”. Es además, y esencialmente, la reivindicación a un acto de justicia.