La Paz, 22 mar (Prensa Latina) El sociólogo boliviano Raúl García Linera aseguró hoy en entrevista a Prensa Latina en esta urbe que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, carece de toda ética.
“Llegó a la OEA de la mano de un gobierno progresista, el de José Mujica, del que fue canciller, y tal parecía que ese foro dejaría de ser el ministerio de colonias de los Estados Unidos que Cuba denunció desde la década de 1960”, afirmó.
García Linera ofreció una entrevista exclusiva a esta agencia de noticias a propósito de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobiernos, que tendrá lugar en Santo Domingo, República Dominicana, el 25 de marzo.
“Sin embargo -comentó el analista-, no existe peor persona que aquel que prefiere ser un converso porque es el sustento de la traición, y ese es el caso de Almagro, una persona que si alguna vez fue de izquierda hoy reniega de su pasado y no tiene un ápice de moral».
El pasado 18 de septiembre México fue sede de la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), dos días después de la celebración de independencia de nuestro país. Había mucha expectativa por dicha reunión en la que participaron 31 naciones y donde se especulaba que podía discutirse a profundidad el reemplazo de una obsoleta y decadente Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que nació en 1948 para proteger los intereses de los Estados Unidos durante la Guerra Fría en el marco de los acuerdos Bretton Woods, la creación del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y la imposición del dólar como moneda de referencia internacional.
La OEA ha tenido un recorrido de bajas y altas en su historia, aunque son más los valles que las crestas. Uno de los puntos más bajos fue en Punta del Este (Uruguay), en 1962, cuando se decidió la expulsión de Cuba del organismo, siendo México y la propia Cuba las únicas naciones que votaron en contra de dicha resolución. En los últimos años, desde que la dirige Luis Almagro, la OEA ha mostrado ser un organismo con una profunda parcialidad a favor de las derechas latinoamericanas y los intereses regionales de Estados Unidos. Como botón de muestra está el involucramiento de la OEA y Luis Almagro en el golpe de Estado que sufrió Evo Morales en Bolivia que solo pudo ser revertido gracias al abrumador apoyo del pueblo boliviano al Movimiento al Socialismo (MAS) en las siguientes elecciones.
La VI Cumbre de la Celac tuvo momentos de cierta intensidad sobre todo debido a los choques verbales entre los presidentes Miguel Díaz-Canel (Cuba) y Nicolás Maduro (Venezuela) por un lado y, Luis Lacalle Pou (Uruguay) y Mario Abdo Benítez (Paraguay) por el otro. La ausencia de Brasil, debido a que el derechista Jair Bolsonaro decidió su salida el año pasado, y la participación atropellada de Argentina, debido a la cancelación de último momento de Alberto Fernández y la destitución a la mitad del evento del canciller Felipe Solá, también dejaron su impronta en el encuentro internacional.
Pero el mensaje más importante de la Celac vino más allá de Latinoamérica. El presidente de China, Xi Jinping, fue el único invitado ajeno a nuestra zona geográfica a dar un mensaje y esta invitación vino a cargo de México, el país anfitrión, que además cuenta con la presidencia pro tempore de la Celac y al mismo tiempo es vecino e importante socio comercial de los Estados Unidos. Vaya combinación.Javier Buenrostro, historiador por la Universidad Nacional Autónoma de México y McGill University. El capitalismo como lo conocemos está en crisis y el orden global se está modificando aceleradamente aunque mantiene la dirección prevista con anterioridad. Y esa es que China terminará por ser el actor económico más importante a nivel mundial en las siguientes tres décadas.
Las críticas de la derecha y el conservadurismo mexicanos al presidente López Obrador no se hicieron esperar. Los agoreros del desastre mencionaban que la presencia de los presidentes de Cuba, Venezuela pero sobre todo de China durante la Cumbre podía hacer explotar las relaciones con Estados Unidos. Estas opiniones muestran no solo que a la derecha mexicana le encantaría mantener una relación de vasallaje con Estados Unidos, sino que nos dejan ver su incapacidad de comprender que el mundo está cambiando y que no es el mismo de la Guerra Fría, especialmente después de la pandemia del Covid-19.
Todos los análisis económicos coinciden en que el mundo ha vivido estos dos años la peor recesión económica desde tiempos de la Gran Depresión. El capitalismo como lo conocemos está en crisis y el orden global se está modificando aceleradamente aunque mantiene la dirección prevista con anterioridad. Y esa es que China terminará por ser el actor económico más importante a nivel mundial en las siguientes tres décadas, al menos.
Dos sucesos paralelos a la Cumbre de la Celac confirman lo dicho anteriormente. La primera es que Evergrande Group, hasta hace poco el mayor promotor inmobiliario del mundo, está cerca de la quiebra con más de 300.000 millones de dólares en pasivos. Lo que llama la atención es que, a pesar de lo impresionante de las cifras, los analistas han descartado una crisis financiera mundial como la que ocurrió en 2008 con el colapso de la firma estadounidense Lehman Brothers. Parece ser que el problema se quedará en China no solo porque Evergrande tiene la mayoría de sus deudas ahí, sino a que la economía china es capaz de absorber y manejar esta crisis financiera. De ese tamaño es la economía y capacidad financiera del país asiático por si todavía teníamos alguna duda.
El otro hecho que llamó la atención fue el discurso de Joe Biden ante la Asamblea General de la ONU hace un par de días. Biden fue muy claro al mencionar que Estados Unidos no quiere una nueva Guerra Fría con China o un mundo dividido en bloques rígidos y, aunque defendió una competencia vigorosa con otras potencias, evitó el discurso áspero y de confrontación directa que usaba Donald Trump. Biden se mostró consciente y cauteloso ante la nueva realidad mundial y que ya es evidente a los ojos de todo el mundo, con excepción de ciertos conservadores trasnochados que siguen pensando que vivimos en el mundo que se forjó en tiempos de posguerra, hace ya más de setenta años.Javier Buenrostro, historiador por la Universidad Nacional Autónoma de México y McGill University. El nuevo orden estará basado en el multilateralismo. China tendrá un papel preponderante junto a Estados Unidos, que también mantendrá un papel protagónico. El unilateralismo no es una opción y la cooperación internacional deberá convertirse en una realidad.
Ni los acuerdos de Bretton Woods ni el mal llamado Consenso de Washington ni el Fondo Monetario Internacional ni el Banco Mundial ni la dolarización de la economía son ya los ejes rectores de la economía mundial ni la voz cantante de los organismos internacionales ni deben serlo de la política exterior en Latinoamérica. La OEA está muerta ya y el enterrador no será la Celac, sino el orden económico mundial que le dio origen y que también ya feneció.
El nuevo orden, al menos en un futuro inmediato, estará basado en el multilateralismo pero en el que China tendrá un papel preponderante junto a Estados Unidos, que también mantendrá un papel protagónico. El unilateralismo no es una opción y la cooperación internacional deberá convertirse en una realidad y dejar de ser puro discurso y buenas intenciones.
López Obrador dio un paso en ese sentido en la Cumbre de la Celac al invitar al resto de los asistentes a construir en el continente americano algo parecido a lo que fue la Comunidad Económica que dio inicio a la actual Unión Europea. Esto es, crear un organismo más equitativo y plural y no solo uno que sirva a los intereses de Estados Unidos. Eso ya no funciona en la realidad.
Cuando a finales de 1889 el gobierno estadounidense de Benjamín Harrison convocó a la Primera Conferencia Panamericana, José Martí, el más intelectual de los cubanos alertaba de lo que estaba sucediendo.
En su condición de cónsul de Uruguay, escribió para el periódico argentino La Nación que «jamás hubo en América, de la Independencia acá, asunto que requiera más sensatez, ni obligue a más vigilancia, ni pida examen más claro y minucioso, que el convite que los Estados Unidos potentes, repletos de productos invendibles, y determinados a extender sus dominios en América, hacen a las naciones americanas de menos poder, ligadas por el comercio libre y útil con los pueblos europeos, para ajustar una liga contra Europa, y cerrar tratos con el resto del mundo. De la tiranía de España supo salvarse la América española; y ahora, después de ver con ojos judiciales los antecedentes, causas y factores del convite, urge decir, porque es la verdad, que ha llegado para la América española la hora de declarar su segunda independencia».
Mientras en Estados Unidos fabrican campañas de descredito contra Nicolás Maduro y Evo Morales, por reelegirse como presidentes de Venezuela y Bolivia, ahora pretenden hacer lo mismo con el agente secreto de la CIA, Luis Almagro, actual Secretario General de la OEA y punta de lanza de los yanquis en sus intentos por cercar políticamente a Venezuela, e incluso con la pretensión de apoyar una invasión militar.
Almagro fue elegido en 2015 después que el Departamento de Estado presionara a los dos candidatos, el ex vicepresidente guatemalteco Eduardo Stein y el jurista peruano Diego García-Sayán, para que retiraran sus respectivas candidaturas, recibiendo el voto de los 33 países miembros de la OEA, al contar con la imagen de un hombre de izquierda, hasta ese momento Canciller nombrado por el entonces presidente del Uruguay, José Mujica.
Como brazo derecho de los yanquis, Almagro se quitó el disfraz de hombre con ideas de izquierda, pues su misión a partir de ese instante fue la de condenar a Venezuela y a su presidente constitucional Nicolás Maduro, con vistas a respaldar todas las acciones de Washington por sacarlo del poder.
Pocas horas después de que el uruguayo Luis Almagro anunciara ayer su intención de buscar la reelección como Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), para un nuevo período de cinco años, a iniciarse en el año 2020, golpeado por falta de apoyo gubernamental en su país, a la par que cuestionado por el Frente Amplio al que pertenece y ya a punto de ser expulsado del mismo, como consecuencia de su gestión de abierta sumisión a los intereses de Washington, su parcialidad ideológica y su descarado compromiso con acciones subversivas contra naciones en Latinoamérica y la soberanía de las mismas, ha vuelto a encabezar una nueva ofensiva contra Cuba sintiéndose aupado por Estados Unidos y otros lacayos que encabezan gobiernos de derecha en la región como Mauricio Macri, Jair Bolsonaro, Iván Duque y Sebastián Piñera, por citar algunos.
Ya están en curso nuevas acciones de arremetida contra la asunción del nuevo mandato del legítimo Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. En las últimas semanas distintos presidentes de la derecha regional y personalidades de la derecha venezolana se han pronunciado al respecto, convocando a nuevas acciones de sabotaje contra Venezuela, que hace ya hace años sufre la intromisión de los EE.UU. en sus asuntos internos y al permanente acoso de sus cómplices internacionales, con la OEA y Almagro a la cabeza.
El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció que su país cortará los lazos diplomáticos con Venezuela a partir de enero de 2019.
“En enero, cuando entre el nuevo periodo del dictador con esa apariencia de formalidad, no vamos a hacer la pantomima de seguir manteniendo relaciones diplomáticas”, comentó Duque en una entrevista publicada el sábado en el diario colombiano El Tiempo.
Panamá, 13 ago (PL) Resulta un contrasentido que la lengua gnabere de la etnia Ngabe Buglé se elevara censuradora dentro de la sede en Washington del Ministerio de Colonias, como peyorativamente se conoce la Organización de Estados Americanos (OEA).
Nicaragua, el poético país de exuberantes lagunas y paradisíacas montañas, con sus más de 130 mil Km2 de extensión territorial, y un poco más de 6 millones de habitantes, es el país más extenso y menos poblado del conocido CA4 (países centroamericanos Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua).
Cuando en Brasil se produjo la privación de libertad del ex presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, el profesor argentino Atilio Borón explicó cómo el imperialismo usa ahora el sistema de justicia para conseguir lo que en otrora les garantizaron los militares.
En este contexto, dijo que “lo que antes requería la intervención de las fuerzas armadas hoy lo hacen nuevos actores, convenientemente adoctrinados y entrenados por diversas agencias del gobierno de Estados Unidos con sus programas de buenas prácticas. Estos seleccionan jueces, fiscales, legisladores y periodistas y les ofrecen cursos especializados sobre los temas de su incumbencia”.