Por: Lídice Valenzuela
Cada día que transcurre en la guerra no convencional de Estados Unidos (EE. UU.) contra Venezuela, altos dirigentes de esa potencia mundial anuncian nuevas medidas coercitivas que quiebran las leyes internacionales ante la mirada perezosa de organizaciones creadas para detener el posible holocausto de ese país.
Las noticias procedentes de Washington y de países fronterizos con la nación que posee las mayores reservas de petróleo del mundo, además de oro y otros recursos naturales, indican que esta semana (aunque puede ser una noticia mentirosa de desestabilización) deberán ocurrir otro alto número de provocaciones. Este lunes, sin previo aviso y en contravención de las leyes, un grupo de testaferros ocuparon las sedes diplomáticas venezolanas en EE. UU., un suceso impermisible en el contexto mundial.