Medios de Comunicación

Mienten con alevosía y después se dicen cristianos

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En todas las religiones de este mundo mentir es un pecado, pero parece que quienes fabrican campañas comunicaciones contra Cuba lo olvidan, pues el dinero es su credo y para satanizar la Revolución los presupuestos son bien elevados para llenar los bolsillos de muchos.

La ética profesional de periodistas y editores de diarios, televisoras y agencias de noticias no existe cuando les pagan para conformar mentiras, principalmente contra países con gobiernos no aceptables para Estados Unidos, mientras silencian crímenes, abusos policiales, despidos masivos, racismo y maltrato a inmigrantes, en naciones que califican como “democracias ejemplares”.

Un claro ejemplo de mentiras y tergiversaciones, lo expuso recientemente la revista británica The Economist, al publicar un supuesto estudio que mide ciertos indicadores para calificar la democracia en el mundo, por supuesto, manipulados a su antojo para desinformar a los lectores y fabricar una imagen nefasta de los gobiernos que no se someten a los dictados de Washington

Entre los parámetros que dicen haber “estudiado” están el proceso electoral y pluralismo, funcionamiento del gobierno, participación política, cultura política democrática y libertades civiles, otorgándole a Cuba “el segundo país con peor democracia en Latinoamérica”, calificación risible, si tomamos en cuenta los procesos que viven otras naciones del área, donde la corrupción es autóctona en las elecciones con la compra de votos, sistemas de cómputos no fiables, ausencia de cultura política por una buena parte de los ciudadanos que no saben leer, ni tienen acceso a los debates políticos, la fuerte represión contra los que poseen ideas de izquierda y gobernar es una fuente de enriquecimiento personal.

Por supuesto, la lista de los no democráticos la encabeza Venezuela, lo que indica quiénes están detrás del mencionado estudio.

Llama la atención que la afamada revista no mencione los países con un sistema capitalista salvaje que ha llevado al atraso y la miseria a millones en este mundo, ni señale el execrable golpe de Estado que prepararon los yanquis contra Evo Morales, presidente constitucional de Bolivia, con la confabulación de la OEA, para imponer a una “presidenta” que violó la decisión popular, masacró a los que protestaron, endeudó al país en solo once meses, quiso entregar las riquezas naturales al capital extranjero e incumplió la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas y consulares.

Tampoco señalan el proceso político en Ecuador, las violaciones cometidas por el presidente Lenin Moreno, ni las de Brasil con el golpe a la presidenta Dilma Rousseff y contra Luis Ignacio Lula, a quien acusaron falsamente, encarcelándolo para evitar su participación en las elecciones.

Silencio absoluto respecto al traslado de capitales personales a paraísos fiscales, de los presidentes de Chile y Ecuador, la corrupción política generalizada en Colombia, donde pensar diferente se paga con la vida, ni las salvajes represiones policiales en Chile, Ecuador y Colombia, unido al encarcelamiento de miles de jóvenes que reclaman una vida mejor, muchos de ellos hoy ciegos por las balas de goma que lanza la policía.

El acceso a la educación, la salud, el empleo y la seguridad de los ciudadanos está ausente de ese “profundo estudio” de la revista The Economist, parámetros que miden la calidad de vida de los pueblos y la verdadera democracia que significa la voluntad popular.

Tal parece que aquellos que se prestaron para acusar a Cuba, se olvidaron decir que en 1976 la nueva Constitución fue aprobada por el voto positivo del 97.7 % de los electores, sin policías armados en los colegios electorales, represión callejera ni robo de urnas y que en el 2002 hubo un referéndum popular donde el 99 % de los electores cubanos ratificaron esa Constitución.

Similar proceso se llevó a cabo en el 2019, para analizar a nivel de cada barrio de la Isla, el nuevo proyecto constitucional, donde todos los ciudadanos pudieron proponer adicionar, eliminar o modificar sus artículos, previo al proceso de aprobación, con la participación en las urnas del 90,59 %, algo que no sucede en otros países, incluidos los Estados Unidos que tienen un alto por ciento de abstencionismo y posee una Constitución de casi tres siglos, necesitada de modificaciones, entre ellas la democratización del arcaico sistema electoral que dio lugar al bochornoso escándalo del 2020.

En las elecciones de Cuba, los candidatos no son postulados por ningún Partido político, ni gana el que más dinero recaude entre los patrocinadores, como sucede en otros países, que después lo cobran en “favores” económicos y políticos.

El pueblo cubano tiene una amplia cultura política, conoce y opina sobre todos los temas de la vida interna e internacional. Quienes lo duden pueden visitar el país para comprobarlo, algo que impiden los yanquis al prohibirles a sus ciudadanos la libertad de viajar a Cuba.

Los gobernantes cubanos, a diferencia de otros del mundo, se reúnen con los ciudadanos periódicamente, visitan los barrios, hablan con sus pobladores, intercambian criterios con estudiantes, artistas religiosos, científicos, obreros y campesinos, algo que no hacen otros que jamás sales de sus lujosos despachos, entre ellos el de Estados Unidos.

La pandemia de la COVID-19 fue crucial en el mundo y los dirigentes cubanos demostraron el carácter democrático de la Revolución, al reunirse diariamente para analizar el comportamiento de la misma, las soluciones científicas y necesidades de recursos humanos y técnicos, logrando estimular a los científicos para la creación en tiempo récord de cinco candidatos vacunales, tres de ellos convertidos en vacunas que posibilitaron el control de los contagios, al vacunar a casi el 90 % de la población y registrarse hoy menos de mil casos diarios en toda la Isla.

En medio de la pandemia ningún cubano quedó sin empleo y fueron subsidiados por el Estado, aquellos que no pudieron trabajar por el cierre de los centros de trabajo, especialmente el sector artístico, demostrando las ventajas del sistema socialista, para molestia de quienes demonizan a la Revolución cubana.

Los yanquis, en medio de la pandemia, continúan con su implacable y genocida guerra económica, comercial y financiera, con el marcado propósito de impedir la satisfacción de las necesidades del pueblo y culpar al socialismo de ser un “sistema fallido”, incitan y financian protestas callejeras, grupos contrarrevolucionarios y provocaciones de todo tipo, con la participación de su embajada en La Habana.

Llama la atención que la revista británica no menciona que, solo el 41% de los estadounidenses aprueba el desempeño del presidente Joe Biden, ni califique al sistema electoral yanqui, donde se elige al presidente por un colegio y no directamente por los ciudadanos.

Tampoco expone los debates entre los candidatos presidenciales, en los cuales se ofenden mutuamente, dejando en un segundo plano las necesidades y reclamos del pueblo.

Respecto al robo ilegal de la información privada de los ciudadanos por parte de los Servicios de Inteligencia británicos y norteamericanos, con el empleo de sofisticados sistemas informáticos, la famosa revista The Economist no lo contempla como una acción que viola la democracia y libertad del pueblo, porque eso coloca a ambas naciones en el primer lugar de quienes pisotean los derechos humanos, la democracia y la dignidad de las personas.

A darle clases de democracia a otros, porque los cubanos saben leer y pensar gracias a la Revolución que tanto odian los yanquis.

Razón tiene José Martí al expresar:

“No hay cosa más ciega y levantisca que las preocupaciones”.

(Tomado de Cubainformación)

Cadal: La ONG obsesionada con Cuba y financiada con aportes de Estados Unidos

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Cadal es una fundación que está obsesionada con Cuba y la caída de su modelo socialista. Su activismo va dirigido a potenciar el llamado 15-N. No es una ONG anticastrista con sede en Miami, ni una surgida en España, el país donde se realizará la mayor cantidad de actos el lunes 15 de noviembre contra el gobierno de la isla.

Opera desde la calle Basabilvaso 1350, en CABA, a una cuadra de Plaza Retiro. Es una organización civil creada el 6 de mayo de 2003 durante la presidencia de Eduardo Duhalde que creció gracias a considerables aportes económicos provenientes de Estados Unidos. Sus fondos, declarados por el propio Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal), han sido pagados por el Departamento de Estado, la NED, la Red Atlas Network, el Directorio Democrático Cubano y otras ONG con una visión unidireccional del mundo: la que abre los ojos solo para ver lo que ocurre en los países que no se someten a las políticas de Washington.

A lo largo de sus casi 19 años de existencia no cambió casi nada su obstinada prédica anticubana. En 2012 – cuando Página/12 publicó la primera nota sobre esta fundación – llevaba editados dieciséis libros. Nueve habían sido escritos con denuncias contra La Habana. En 2021 lleva organizados veintidós eventos virtuales, de los cuales quince fueron sobre Cuba. El 21 de enero arrancaron con uno titulado: ¿Es la Celac un organismo regional creado para avalar el autoritarismo? Cadal se respondía sola: “Es decir, vale igual una democracia como la de Costa Rica, Chile y Uruguay que una autocracia como la de Venezuela y una dictadura de partido único como Cuba”.


Siguieron haciéndose preguntas el 16 de febrero en una segunda conferencia: “¿Hasta cuándo la criminalización de la libertad de asociación, expresión y reunión en Cuba?” “¿Hasta cuándo los derechos fundamentales serán considerados delitos en Cuba?”

El 7 de abril convocaron al foro “Cuba, un país sin libertad de expresión”. En meses sucesivos siguieron con “Experiencias y desafíos del relevamiento de datos en Cuba”; “Diásporas en América Latina: Cuba y Venezuela”; “La izquierda democrática y los derechos humanos en Cuba”. Tampoco estuvo ausente el tema “La pandemia en sociedades cerradas. Los casos de Corea del Norte, Cuba y Guinea Ecuatorial”, entre otros.

Plan en marcha

En la isla denunciaron a Cadal en su sistema público de medios. El gobierno de Miguel Díaz Canel sabe que hay un plan en marcha para desestabilizarlo el 15-N en el que juegan un rol clave esta ONG y varias más desde el exterior. La fundación tiene nuevas autoridades y el consabido respaldo económico obtenido básicamente en EE.UU.

El plan consiste en repetir y amplificar los efectos de las marchas del 11 de julio pasado en varias ciudades cubanas, con epicentro en La Habana. Esas protestas serán acompañadas por diferentes actos en casi medio centenar de ciudades de 23 países. Una reducida cantidad de Estados si se la compara con las naciones que se pronuncian cada año contra el bloqueo de EE.UU en la ONU. En 2021 fueron 184 votos a favor de Cuba, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Brasil y Ucrania). La solidaridad internacional con Cuba es inversamente proporcional a la convocatoria del 15-N.

Cadal, que según registros de la Inspección General de Justicia (IGJ) cambió sus autoridades el 23 de abril de este año en una asamblea virtual, se volvió casi monotemática. Cuba y en menor medida Venezuela y Nicaragua, son los objetos de estudio permanente de esta asociación civil. Su dependencia de EE.UU no permite encontrar demasiados documentos o artículos de su staff con comentarios críticos a la represión contra el movimiento Black Lives Matter, las violaciones a los derechos humanos que se cometen en sus calles o el racismo irrespirable de sus fuerzas policiales.

En su sitio digital apenas son visibles dos notas sobre el asesinato del joven negro George Floyd. Una de ellas es de su presidenta, Sybil Rhodes. El crimen cometido por la policía de Minneapolis fue un tema dominante de la política mundial en 2020. Marcó el inicio de movilizaciones por todo EE.UU y en ciudades como París, Berlín, Ámsterdam, Toronto y Sidney. El 11 de abril de este año y otra vez en Minneapolis, fue asesinado Daunte Wright, de 20 años. No fue por asfixia como sucedió con Floyd y sí por un balazo policial. También era un joven afroamericano. Hubo protestas otra vez y represión como respuesta.

Rhodes, la máxima autoridad de Cadal, es una ciudadana estadounidense doctorada en Ciencia Política por la Universidad de Stanford que vive en la Argentina. La acompaña desde la vicepresidencia la periodista y directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado, Norma Morandini. El Consejo de Administración lo completan el consultor Carlos Fara, el abogado Bernabé García Hamilton y el ingeniero José Montaldo.

Cadal tiene además un comité ejecutivo. Lo dirige Gabriel Constancio Salvia, uno de sus fundadores en 2003. Le gusta definirse como periodista itinerante y activista internacional de DD.HH. Es el integrante de perfil más alto, un activista que viajó a Cuba en 2014 y se le impidió la entrada cuando intentaba boicotear la cumbre de la Celac con un foro paralelo. Su prédica contra Cuba coincide con ataques contra el movimiento de DD.HH de nuestro país. El 24 de marzo del 2020 se preguntó: “Qué tan defensoras de los Derechos Humanos son las organizaciones argentinas”.

Esa conducta de doble rasero es muy común en la fundación. No suele ocuparse de la política sanitaria de Jair Bolsonaro en Brasil que causó 609.060 muertos hasta hoy, ni de las denuncias contra el presidente por crímenes contra la humanidad. La última fue hace menos de un mes ante la Corte Penal Internacional (CPI). La realizó la ONG austríaca AllRise. Es la cuarta que acumula el político ultraderechista por delitos medioambientales. Las múltiples violaciones a los DD.HH de su régimen militarizado no entrarían en esta nota.

La lista de muertes provocadas por las fuerzas de seguridad o parapoliciales de países modélicos para Cadal (Estados Unidos, Chile y Colombia) no tiene demasiado espacio en sus denuncias. Las masacres del estado colombiano comenzaron en 1928 con la llamada Masacre de las bananeras. El hecho lo retrató Gabriel García Márquez en Cien años de soledad. Una huelga de los obreros de la United Fruit Company estadounidense fue sofocada con el ejército. Nunca se supo bien la cantidad de víctimas. La historia es circular. Hoy los asesinatos de líderes sociales se cuentan por centenares. El gobierno de Iván Duque es tan cómplice como ineficaz para frenarlos.

Aportes

Cadal, una entidad que se declara a favor del desarrollo de América Latina, dice que se financia con “fundaciones privadas, agencias públicas y embajadas de países democráticos. También recibimos contribuciones de empresas e individuos”. En su nómina de aportantes se destaca el Bureau por la Democracia, Derechos Humanos y Trabajo (DRL) que funciona dentro del Departamento de Estado de EE.UU.

Además, la Red Atlas Network, que dispone de enormes recursos y fue presidida hasta 2017 a escala global por un argentino, Alejandro Chafuen. Se trata de un personaje con dilatada trayectoria en el mundo económico de EEUU. En nuestro país dejó su huella en la liquidación de la financiera Coimpro y fue condenado en 2005 por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal. Otros apoyos de Cadal son la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF, por sus siglas en inglés) creada por la OEA en 1962; el Directorio Democrático Cubano, una de las principales organizaciones de la diáspora; el Fondo Nacional para la Democracia (NED), una iniciativa del gobierno de Ronald Reagan que nació en 1983 y la inefable Fundación Ford.

(Tomado de Página 12)

Mea culpa

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La narrativa que intentan montar los enemigos de la Revolución por estos días responde a un sencillo y pérfido objetivo: propugnar la idea de que un agente de la Seguridad es repudiado por el pueblo. Y en esa misma línea se proponen satanizar a cualquiera que pertenezca o tenga un vínculo con el Ministerio del Interior o las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Los más recalcitrantes llegan a extender ese “manto de sospecha y desdén” hacia toda persona que tenga la más mínima relación con alguna institución u organismo del Estado.

El pasado lunes, en la televisión nacional, un hombre llamado Carlos Leonardo Vázquez González, doctor del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, reveló que era el agente Fernando, y que siguiendo instrucciones de nuestros órganos de la Seguridad del Estado, se infiltró en las filas de la contrarrevolución. Fernando tuvo la oportunidad de acompañar a otros “aprendices” en un curso, dado en España, para estudiar sobre “transiciones democráticas” y el papel de las FAR en un hipotético cambio en Cuba.


La reacción de sus “antiguos compañeros” ante la revelación televisiva fue inmediata y feroz: se ensañaron con insultos, cuestionamientos a sus capacidades como profesional, burlas pueriles de todo tipo y hasta llegaron a acusarlo de haber contribuido a la muerte de cabecillas de la “oposición”.

Cualquier cosa valía (y vale) cuando se trata de ocultar el hecho de que, por mucho que intentaran destruir moralmente al doctor Carlos, este había proporcionado información fidedigna sobre los verdaderos propósitos de aquellos que insisten en llamarse “pacíficos”.

Una de estas “líderes horizontales” (término que ha usado mucho la Fundación Nacional Cubanoamericana en sus redes) llegó incluso a tuitear una “alerta” para los demás “agentes” (que imagino se cuenten por las decenas): tras ser revelada su verdadera identidad, nadie los salvaría del repudio popular.

Ensimismados en esa narrativa que ellos mismos crearon, decidieron hacer caso omiso del homenaje que se le rindió al agente Fernando en su barrio, donde participaron vecinos y pacientes suyos, y hasta Gerardo Hernández, otro de esos héroes que han luchado de callada manera por Cuba, porque “en silencio ha tenido que ser”.

Aquellos, los del otro bando, intentan vender una versión caricaturesca de la realidad y de esos hombres y mujeres que luchan en secreto contra sus planes, pero no dicen ni una palabra de condena a los terroristas que alegremente los apoyan. Esos son “personas preocupadas por Cuba”.

En ningún momento, los “pacíficos”, que tanto desprecian a los agentes de la Seguridad y a cualquier persona con una postura “oficialista”, denuncian a los que abogan por la intervención militar estadounidense: es “gente que merece ser escuchada, porque todas las opiniones valen”.

Ellos, los “pacíficos”, los pobres, son víctimas, no han hecho nada, no saben nada, no se reúnen con funcionarios del Departamento de Estado ni reciben asesoramiento de servicios especiales enemigos. No tienen relación alguna con gobiernos extranjeros: son “libres”. Y esa “libertad” les permite arrogarse una autoridad moral, que no poseen, pero que pretenden ejercer para cuestionar a toda persona que trabaje o defienda al Estado y al Gobierno cubanos.

Quieren infundir miedo, que la gente tenga temor a asumirse como partidarios del socialismo. Pero los revolucionarios no tenemos remilgos ni caemos en ese juego. Decimos, sin recelo alguno, que trabajamos codo a codo con el Partido Comunista de Cuba, que apoyamos cualquier iniciativa de la sociedad civil socialista, que conspiramos con funcionarios de nuestro legítimo Gobierno y que respondemos, sí, a una agenda política: la de la Revolución.

¿Pueden los «pacíficos» decir lo mismo o van a seguir jugando con eso de que son independientes, totalmente auténticos?

No vendamos más simulacros: de nosotros todo el mundo sabe qué esperar, porque no lo escondemos ni lo disimulamos. Quizá debieran hacer lo mismo nuestros enemigos y dejar a un lado esos conatos de linchamiento mediático que no mellan ni ensombrecen el legado de personas como el doctor Carlos Vázquez; que no amedrentan a los que, dentro o fuera de la institucionalidad cubana, formalmente o no vinculados al Estado, defendemos la Revolución cada día.

Si nos hallan culpables, si nos condenan, no nos asiste duda de que la historia nos absolverá. Y esa certeza nos ampara ante cualquier amenaza, ante cualquier ataque. No tenemos miedo.

(Tomado de Granma)

HuffPost: Cómo la radio en español de Miami siembra el odio, la desinformación y la desunión familiar

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Cubadebate reproduce para sus lectores este artículo publicado en inglés por The Huffington Post, que devela el ambiente de odio, desinformación y desunión familiar que siembra la radio en español de Miami, que está en manos de la misma «Mafia Cubana» que detenta el poder político y económico en esa ciudad del sur de Florida.

Cómo la radio en español ayudó a radicalizar una generación de abuelos de Miami

La crisis de desinformación entre las comunidades hispanas del sur de Florida está alterando la comprensión de la realidad de algunos residentes y, como resultado, está tensionando los lazos familiares.

Por Lautaro Grinspan

MIAMI – La madre de Virginia repitió varias mentiras durante el último año: las elecciones presidenciales de 2020 «fueron robadas, por supuesto». Antifa y Black Lives Matter comparten la responsabilidad del motín del 6 de enero en el Capitolio. Joe Biden es un pedófilo.

¿Discrepar? Entonces la madre de Virginia diría que probablemente eres comunista.

Virginia, una inmigrante cubana de 58 años que vive en el condado de Broward, al norte de Miami, dice que muchas de las opiniones radicales de su madre provienen de la misma fuente: información errónea en la radio regional en español. Para su creciente consternación, Virginia dice que su mamá , de 79 años, es una ávida oyente, con una lealtad particularmente fuerte a los comentaristas de derecha de Radio Mambí, la principal estación de exiliados cubanos de Miami.

“Ella sigue a estas personas con lealtad y todo lo que dicen es palabra de Dios”, dijo Virginia. “Creo que hemos permitido que la radio en español aquí se salga con la suya durante mucho tiempo. No hay responsabilidad «.


La desinformación dirigida a los latinos proviene de diferentes fuentes, desde chats en plataformas de mensajería populares como WhatsApp hasta páginas de Facebook y canales de YouTube latinoamericanos. Muchas de estas plataformas traducen las teorías de la conspiración que se originaron en inglés al español. Pero cuando esa información errónea, desde afirmaciones infundadas sobre fraude electoral hasta propaganda contra las vacunas y todo lo demás, da el salto a la radio en español de Miami (un espacio dominado por cubanoamericanos, un electorado republicano clave en Florida), recibe un sello de aprobación de corriente principal de estaciones que, en algunos casos, han sido parte de la rutina diaria de las personas durante décadas.

Entre ellos se encuentran Radio Mambí y Actualidad Radio, las dos estaciones de radio AM con los índices de audiencia más altos en Miami, según Nielsen , y La Poderosa. Mambí ha estado al aire desde 1985 y es propiedad de Univision, la cadena de televisión nacional en español con sede en el suburbio de Doral en Miami. Incluso Radio Caracol, una cuarta estación local y un raro ejemplo de moderación en las ondas de radio en español de Miami, fue criticada el año pasado cuando emitió una perorata racista y antisemita, a través de una programación pagada por un empresario local. En respuesta, la estación excluyó al empresario de las ondas de radio y se disculpó de inmediato .

El análisis político de este fenómeno se ha centrado en el papel que la desinformación podría haber jugado para ayudar a condenar las perspectivas de los demócratas con los votantes latinos en 2020, incluido el de Biden, así como los de las titulares del Congreso del sur de Florida, Donna Shalala y Debbie Mucarsel-Powell . Sin embargo, las consecuencias más íntimas continúan resonando en todo el sur de Florida a medida que los miembros de la familia, muchos de ellos cubanoamericanos de segunda o tercera generación, luchan con lo que describen como la radicalización cada vez más profunda de los seres queridos mayores.

Un partidario del expresidente Donald Trump con una mascara protectora asiste a un mitin frente al evento Latinos for Trump Roundtable en Doral, Florida, el 25 de septiembre de 2020.Foto: Marco Bello, a través de GETTY IMAGES.jpg

«Las consecuencias más íntimas continúan resonando en todo el sur de Florida a medida que los miembros de la familia, muchos de ellos cubanoamericanos de segunda o tercera generación, luchan con lo que describen como la radicalización cada vez más profunda de los seres queridos mayores.»

Para comprender mejor la tensión que las teorías de la conspiración ejercen sobre los lazos familiares locales, HuffPost habló con los residentes del sur de la Florida que dicen que han perdido a sus parientes mayores debido a la desinformación en español de la derecha. Todos los entrevistados señalaron a los programas de radio como la vía de acceso al extremismo, con teorías de conspiración difundidas en las ondas de radio reforzadas posteriormente en línea y fuera de línea, a través de algoritmos de redes sociales y en cámaras de eco en los enclaves cubanos de Miami-Dade. Al tratar de rechazar la información errónea, descubrieron muchos miembros de la familia, la conversación tiende a terminar con la misma respuesta: «¡Comunista!»

La susceptibilidad de los cubanoamericanos a la propaganda de la derecha y las tácticas de miedo rojo se ve impulsada por una cultura política que presume lealtad al Partido Republicano, que muchos han visto durante mucho tiempo como la antítesis ideológica del gobierno comunista del que huyeron. Las encuestas muestran que el apoyo al Partido Republicano es más fuerte entre los cubanos mayores, para quienes las heridas de la revolución de Fidel Castro de 1959 son profundas. Incluso después de décadas en los EE. UU., El espectro del socialismo todavía desencadena sus reacciones más viscerales, y en el sur de Florida, los políticos republicanos se han alegrado de hacer el detonante. El dominio de Trump entre los cubanos en 2020 fue producto de un acercamiento persistente a la comunidad de exiliados cubanos, en el que se posicionó como un baluarte contra las ideas socialistas.

«Esto ha destruido a mi familia».

Contribuir al poder persuasivo de la radio en español es la presencia en las ondas de altos funcionarios públicos, que a menudo aparecen como invitados en una variedad de transmisiones televisivas, que van desde aquellas dirigidas por periodistas responsables hasta otras con reputaciones más notorias por difundir información errónea. En ocasiones, esos mismos políticos desempeñan un papel activo en la amplificación de las conspiraciones.

Maria Elvira Salazar, entonces candidata republicana por el distrito 27 del Congreso de Florida, habla con los votantes en una instalación de viviendas del condado de Miami-Dade el 6 de noviembre de 2018. Tom Williams a través de GETTY IMAGES

El 11 de enero, durante una aparición en el programa diario de Ninoska Pérez en Radio Mambí, la representante Maria Elvira Salazar, una republicana que representa a Miami-Dade e hija de inmigrantes cubanos, compartió una afirmación falsa sobre la integridad del voto en Pensilvania, una de los estados más disputados de las elecciones presidenciales de 2020.

“¿Cómo es posible que en Pensilvania haya 200.000 votos más el día de las elecciones que [votantes] en las listas electorales? Eso no es posible ”, dijo, refiriéndose a una teoría de la conspiración repetidamente desacreditada basada en datos incompletos.

En marzo, durante una entrevista sobre inmigración en Actualidad Radio, el representante Carlos Giménez, un cubanoamericano y republicano que representa a partes del sur de Florida, no rechazó cuando los conductores afirmaron que la administración Biden está permitiendo la entrada de miles de inmigrantes no autorizados como parte de un «plan maquiavélico» para convertirlos en votantes demócratas. En cambio, como informó WLRN , respondió » no te lo dudo «, que se traduce como «No lo dudo».

Republicanos de Miami como Salazar o Giménez «podrían cerrarlo», dijo Guillermo Grenier, profesor de sociología en la Universidad Internacional de Florida y uno de los investigadores principales de la muy vista Encuesta de Cuba de la escuela, que rastrea las opiniones de la comunidad cubanoamericana en el sur. Florida. “Lo que da este jugo, lo que institucionaliza la desinformación es que [los funcionarios electos] van a estas estaciones y les dan credibilidad”.

Ambos republicanos aparentemente han aceptado a Biden como presidente, a menudo presionando para que la administración brinde más apoyo a Cuba y su pueblo . Las oficinas de Salazar y Giménez no respondieron a las solicitudes de comentarios.

“Lo que da este jugo, lo que institucionaliza la desinformación es que [los funcionarios electos] van a estas estaciones y les dan credibilidad”. Guillermo Grenier, profesor de sociología en la Universidad Internacional de Florida

Los padres de Sandra comenzaron a escuchar Radio Mambí tan pronto como la familia emigró de Cuba al sur de la Florida en 1993. Nunca pararon.

“Si vas a la casa de mi mamá y mi papá en Hialeah, seguramente estarán escuchando esa radio. Está encendido constantemente ”, dijo Sandra, de 52 años, quien pidió ser identificada solo por su nombre de pila. “Si están en casa, eso es lo que están haciendo. Son bombardeados las 24 horas del día por esas estaciones ”.

Ella dijo que sus padres, ambos de alrededor de 70 años, descartan las noticias más populares en español, como Telemundo o Univisión, por considerarlas «comunistas». Sienten mucha más afinidad por la corriente del anti-castrismo de línea dura – narrativas enraizadas en oposición a Castro – que recorre las ondas de radio de AM en español.

“Todo lo que dicen en esos programas de noticias está realmente dirigido a personas como mis padres. Conocen muy bien la cultura ”, dijo Sandra. “Para mis padres, es como una droga. Le hace algo a su cerebro «.

En cierto modo, la experiencia de Sandra con sus padres está lejos de ser única: las investigaciones han demostrado que los adultos mayores generalmente son más propensos a enamorarse y difundir información errónea. Pero Grenier dice que algo específico está funcionando con los cubanos mayores y la radio, lo que les dio a muchos su primer sentido de pertenencia como una comunidad de exiliados, años antes de que las oleadas posteriores de inmigrantes transformaran a Miami en la ciudad cubana que es hoy.

“La radio siempre ha sido una especie de cabildo en América Latina”, dijo. “Los viejos inmigrantes cubanos dieron forma a estas estaciones. Son sus estaciones; es su voz la que se escucha allí. Están muy influenciados por ella. Están vinculados a él de una manera que realmente no podemos entender «.

En opinión de Sandra, la desinformación en la radio comenzó a volverse más extrema en el momento de las elecciones de 2016, cuando sus padres transmitían información que habían escuchado sobre, por ejemplo, viajes sospechosos que Hillary Clinton supuestamente había hecho a Cuba en el pasado.

“Todo lo que dicen en esos programas de noticias está realmente dirigido a personas como mis padres. Conocen muy bien la cultura ”, dijo Sandra. “Para mis padres, es como una droga. Le hace algo a su cerebro «.

«No soy fan de Hillary Clinton», dijo Sandra, «pero le diría: ‘Mamá, ¿no te das cuenta de que todo eso son mentiras?'»

Ahora, le preocupa que las teorías de la conspiración difundidas en el aire sobre las elecciones de 2020 y el supuesto deseo de los demócratas de implementar el comunismo en los EE. UU. Estén deformando la comprensión de la realidad de sus padres.

Esa es una preocupación que otros probablemente comparten: hasta el 40% de los cubanoamericanos en Florida rechazan la legitimidad del resultado electoral que certificó a Biden como el ganador, según una encuesta de Bendixen & Amandi International, una firma consultora con sede en Miami .

“Sé lo que significa estar escuchando estas cosas constantemente. Es como una sesión de hipnosis, y luego, después de un tiempo, eres parte de ese culto ”, dijo Sandra. “Para mí, esas estaciones han sido horribles. Mi papá se ha convertido en otra persona. Mi mamá se ha convertido en otra persona, por completo. Esto ha destruido a mi familia «.

En un comunicado, la empresa matriz de Radio Mambí, Univision, dijo: “Radio Mambí tiene una larga historia de brindar al sur de Florida un foro donde todas las opiniones y el debate abierto son bienvenidos a través de los programas de opinión en vivo que conforman la mayor parte de la programación de Mambí. Univision se toma muy en serio la desinformación y nos esforzamos por garantizar que nuestra audiencia tenga acceso a diversas perspectivas y puntos de vista ”. La gerencia de La Poderosa y Actualidad Radio no respondió a las solicitudes de comentarios.

«Nuestras verdades son opuestas».

Después de crecer escuchando Radio Mambí, Amore Rodríguez, de 28 años, dijo que todavía se le queda pegado el tintineo de la estación en la cabeza.

Rodríguez es el primer miembro nacido en Miami de su familia cubanoamericana. Su primera exposición a la programación de radio local en español provino de su abuela, una ex profesora de la Universidad de La Habana que se convirtió en una prisionera política en la isla.

“Ha sido su fuente de noticias desde que nací”, dijo Rodríguez. “Aprendió a poner Radio Mambí en su teléfono para que se despierte y esté encendida, como a todo volumen. Eso es todo lo que escucha … Fox había sido su fuente de noticias en inglés, pero los excomulgó después de que convocaron las elecciones para Biden «.

La abuela de Rodríguez ha estado escuchando programas de radio en español durante tanto tiempo, y se toma muy en serio las opiniones de los presentadores y comentaristas, porque hacerlo refuerza una parte clave de su identidad en el exilio.

“Hay un nivel de confianza que se ha construido allí durante años, y creo que los mejores medios y la mejor comunicación ocurren entre personas que confían entre sí. Y algunos de estos comentaristas son las mismas personas, solo que mayores. Crecí con esta gente. Mi abuela llama, tiene sus números de teléfono, se siente conectada con ellos ”, dijo Rodríguez. “Estos son los programas que han hecho sentir a mi abuela como en casa, o que no está sola como exiliada cubana”.

Rodríguez dice que su abuela cree, entre otras mentiras, que la elección fue robada por Biden debido a un fraude en lugares como Arizona y que los demócratas tienen redes sexuales, como han sugerido los seguidores de QAnon. La madre de Rodríguez, que escucha menos radio y consume más medios digitales, tiene opiniones similares.

“Es tan impactante para mí que crean estas cosas y no hay ningún lugar adonde ir porque piensan que yo soy el que le han lavado el cerebro”, dijo Rodríguez.

Si bien Grenier dice que la desinformación ha sido durante mucho tiempo una característica de muchos programas de radio en español del sur de Florida, la presión comenzó a aumentar con más fuerza a raíz de los disturbios en el Capitolio, que fueron alimentados por afirmaciones infundadas sobre fraude electoral y otras conspiraciones.

En enero, los líderes latinos de más de 20 grupos de defensa locales pidieron a las estaciones en español que implementaran procesos de verificación de datos más rigurosos para frenar la difusión de información falsa, advirtiendo en una carta abierta que «la retórica del odio puede tener consecuencias mortales». A principios de este año, un informe de agencias de comunicación latinas y organizaciones sin fines de lucro de tendencia progresista catalogó la programación de una semana en dos estaciones populares en español en Miami. Aparte de las acusaciones de fraude electoral generalizado y las afirmaciones de que Biden marcaría el comienzo del comunismo, el informe dijo que las estaciones afirmaron que la representante Ilhan Omar (D-Minn.) Cometió un fraude de inmigración y se casó con su hermano, y que los «comunistas chinos» estaban detrás. la pandemia.

La presión también proviene de los legisladores latinos a nivel federal. En el período previo a las elecciones de 2020, el representante Joaquín Castro (D-Texas), entonces presidente del Caucus Hispano del Congreso, y Mucarsel-Powell (quien perdió su candidatura a la reelección ante Giménez en 2020), solicitaron una investigación del FBI sobre la desinformación dirigida a Comunidades hispanas. Los miembros del Caucus Hispano también se movilizaron en abril para presionar a la Comisión Federal de Comunicaciones para que rechazara la venta de Radio Caracol por preocupaciones de que su nuevo propietario allanaría el camino para una mayor desinformación de extrema derecha .

A pesar del mayor escrutinio, sigue existiendo una percepción ampliamente compartida de que las emisoras locales no enfrentan consecuencias cuando circulan conspiraciones en español, en parte debido a las idiosincrasias lingüísticas del área de Miami.

Phillip M. Carter, sociolingüista de la Universidad Internacional de Florida, donde centra su trabajo en las comunidades latinas en los Estados Unidos, dijo que es muy probable que ocurran distorsiones de la verdad en los medios de comunicación en inglés, pero la diferencia es que, en español, el contenido problemático «pasa desapercibido».

“Eso no es nada inherente al idioma español, se trata de la dinámica del idioma y la dinámica política en el sur de Florida”, dijo al Miami Herald a principios de este año. “Hay un sentido en el que decir cosas en español no está sujeto a críticas porque el español se construye aquí como un idioma minoritario, aunque en cierto modo es el idioma mayoritario”.

Miami-Dade, el condado más poblado de Florida, es casi un 70% hispano , según datos de la Oficina del Censo de EE. UU. Casi tres cuartas partes de los residentes del condado hablan un idioma diferente al inglés en casa, una proporción más alta que en lugares como Los Ángeles o El Paso.

Aunque Rodríguez y los miembros de su familia siguen siendo cercanos, las relaciones se han deteriorado.

“No hay conversación que pueda suceder porque nuestras verdades son opuestas. Es como si viviéramos en un universo paralelo … Pero he aceptado que esto no es que ellos sean malvados. Son ellos los que están siendo manipulados, y ha sido muy difícil para mí, como hija y nieta, ver que eso suceda «.

Paranoia

Uno de los efectos más dolorosos del diluvio de desinformación ha sido ver a los seres queridos perturbarse visceralmente por las declaraciones alarmistas sobre el supuesto impulso del Partido Demócrata para llevar el comunismo a los EE. UU.

La retórica engañosa sobre el comunismo y el socialismo no se limita a los medios en español, por supuesto. Los republicanos de todo el país han acusado durante mucho tiempo incluso a los demócratas más centristas de abrazar el socialismo, popularizando la noción de que los demócratas quieren convertir a Estados Unidos en un gobierno socialista al estilo venezolano.

“Me enojo mirando hacia atrás y pensando en eso … Estas son personas que llegaron a los 90 y sobrevivieron a la revolución. Simplemente parece abusivo para ellos que se les alimente con un montón de mentiras de las que preocuparse y tirar de los hilos de todas las cosas a las que son sensibles, las cosas que los han lastimado en el pasado «.

– Armando García, cuyo abuelo cubano murió en 2020

Pero para los exiliados cubanos de primera generación en Miami, hablar del comunismo como si fuera una fuerza ascendente en los Estados Unidos puede traer a colación un trauma pasado relacionado con sus experiencias en la isla, poniendo en riesgo su salud mental.

“Creo que mi abuela ha tenido la peor ansiedad que ha tenido desde que estuvo aquí, porque nunca sintió que estuviera tan cerca de volver a suceder”, dijo Rodríguez. «Ella luchó tan duro y perdió todo para alejarse del comunismo y llegar a la tierra de la democracia y toda esta información errónea te hace sentir como si estuvieras en la punta de tu puerta de nuevo».

“Así que creo que mi familia casi ha comenzado a revivir su trauma. La táctica del miedo se ha hecho de manera tan brillante … Mi abuela siente que está luchando por su vida «.

Armando García, de 37 años, puede relacionarse. Su difunto abuelo, una vez pescador en Cuba, fue encarcelado por el régimen de Castro después de que lo atraparan tratando de salir de la isla después de la revolución. En sus últimos años, según García, estaba cada vez más preocupado por las operaciones comunistas encubiertas en los Estados Unidos, un miedo avivado en parte por la radio en español en Miami.

“Trataría de no entrar en estos temas, pero no pudo evitarlo. Se pondría muy agitado emocionalmente. Es como si hubiera dejado de ser el abuelo con el que crecí ”, dijo García. «Y todavía me mostró eso, pero en esas últimas visitas antes de fallecer, estaba cada vez más en este mundo de paranoia».

El abuelo de García murió a principios de 2020. Tenía unos 90 años.

“Me enojo mirando hacia atrás y pensando en eso… Estas son personas que llegaron a los 90 y sobrevivieron a la revolución. Simplemente parece abusivo para ellos que se les alimente con un montón de mentiras de las que preocuparse y tirar de los hilos de todas las cosas a las que son sensibles, las cosas que los han lastimado en el pasado ”, dijo García. “En esos momentos finales que tuve con él, si no los hubiera tomado él obsesionado con estas cosas políticas … ¿De qué podríamos haber hablado en su lugar? Eso es algo que me pregunto. Es una especie de crueldad hacerles a las personas «.

Para Grenier, la obsesión descrita por García podría ser indicativa de una mayor vulnerabilidad de los inmigrantes a la desinformación.

“Si no cree que Biden sea un presidente legítimo, entonces todo está en juego. Todo este país al que supuestamente viniste por sus instituciones democráticas no es lo que pensabas que era ”, dijo al HuffPost. “Así que puedo imaginarme que crea muchas [crisis] existenciales para mucha gente, probablemente más en el sur de Florida que en otras partes de los Estados Unidos. Entre las poblaciones de inmigrantes que compran esto, la angustia debe ser mucho mayor”.

No son solo las invocaciones del comunismo las que pueden inquietar profundamente a los radioescuchas. A raíz del asesinato de George Floyd en mayo de 2020, la cobertura de las manifestaciones de Black Lives Matter provocó ansiedades similares, y algunas personalidades de los medios de comunicación en español insinuaron repetidamente que quienes protestan contra la violencia no son dignos de confianza o son peligrosos. Los incluidos locutor de radio Cariñes Moncada, quien hizo noticias nacionales en octubre de 2020, cuando afirmó en Radio Actualidad que un co-fundador de Negro Vidas Materia practica “Brujería”, o la brujería.

“Entonces te preguntas, ‘¿Por qué son destructivos?’”, Dijo Moncada, refiriéndose a los manifestantes. “Porque están vibrando con el diablo. Están vibrando con negatividad. Están vibrando con la oscuridad «.

El verano pasado, cuando los padres de Sandra fueron a visitarla a Júpiter, su madre estaba «muy asustada».

“Fue mucho miedo y terror. Mi mamá decía: ‘Tenemos que irnos temprano porque si estamos en la carretera y [los manifestantes] bloquean la carretera, podrían matarnos. Esa gente es malvada ‘”, dijo Sandra. «Fue un miedo extremo».

García dice que el último abuelo que le quedaba, su abuela por parte de su madre, nunca había sido muy político. Pero para su sorpresa, en visitas recientes, ella ha comenzado a mencionar Black Lives Matter.

“Se trataba de cómo estos matones se están apoderando de las calles. Yo estaba como, ‘ Desde cuando tu le pones atención a todas estas cosas? ¿Desde cuándo prestas atención a estas cosas? … No me había dado cuenta de que este material venía de los medios de comunicación en español ”, dijo. “Le está causando estrés. Como, ‘Oh, ¿qué le está pasando a este país?’ «

Las narrativas falsas sobre las protestas de Black Lives Matter, que rara vez son violentas , han seguido siendo una característica frecuente en las ondas de radio. A raíz del asedio del 6 de enero al Capitolio de los Estados Unidos perpetrado por partidarios de Trump, los conductores de una variedad de estaciones, incluidas Radio Mambí, Actualidad Radio y La Poderosa , dieron crédito a la nación de que Black Lives Matter y «Antifa» compartían la responsabilidad. para el ataque.

En la primavera, luego de la conclusión del juicio de Derek Chauvin, la presentadora de Poderosa Lucy Pereda y el invitado frecuente Julio Shiling, un comentarista de derecha, dijeron que «las amenazas de las milicias Black Lives Matter» y «Black Lives Matter» presionaron al jurado para que condenara al primero. Oficial de policía de Minneapolis.

«Lo que gobernó en ese juicio fue la justicia popular, el terror de las calles», dijo Shiling. Añadió que la teoría crítica de la raza es parte de la agenda de la administración de Biden para defender la «supremacía negra».

Familias deshilachadas

Para estos floridanos, su deseo no es que sus padres o abuelos piensen como ellos. Después de todo, sus creencias políticas fundamentales ya son bastante similares. Sandra se llama a sí misma una de las “personas más anticomunistas que existen” y está orgullosa del activismo anticastrista que hizo que la expulsaran de la universidad en Cuba. Virginia fue republicana de toda la vida hasta que dejó el partido el año pasado.

Rodríguez es abiertamente liberal, es una de las cofundadoras de Cubanos Pa’lante, una alianza de cubanoamericanos progresistas, pero dijo que comparte plenamente el fervor de su abuela conservadora por la libertad, y señaló que lleva “el dolor de la historia cubana en mi alma.»

La línea de falla radica en la capacidad de las diferentes generaciones para determinar qué es verdadero y qué es falso, qué es un hecho y qué es una conspiración. La cosecha más joven quiere ayudar a sus parientes mayores, pero a pesar de su empatía, no han podido encontrar una estrategia confiable para desacreditar la información errónea.

Cuando Sandra intenta verificar algunas de las teorías de la conspiración de sus padres de manera directa, «comienzan a gritar».

“Mi papá grita. Mi mamá inmediatamente dice: ‘ No me hables . No me hables. Se pone agresiva ”, dijo. “Son una causa perdida. Y probablemente también me vean como una causa perdida «.

Los métodos de Virginia son más sutiles.

Tiene acceso a la cuenta de Facebook de su madre y se conecta «como un padre» para «dejar de seguir a algunos de sus amigos locos» y sacarla de los grupos conspiradores. Los grupos de Facebook son páginas privadas para usuarios con intereses similares y una gran fuente de información errónea en la plataforma, especialmente para los usuarios que interactúan con contenido en idiomas extranjeros. Según la serie Archivos de Facebook del Wall Street Journal , solo el 13% del trabajo de la compañía para abordar la desinformación en 2020 se ocupó de contenido fuera de los EE. UU.

Cuando su madre visita su casa, Virginia también enciende el televisor y lo pone en una estación de noticias convencional, que deja sonando de fondo.

“Tendré las noticias y le diré: ‘Mira, mamá, esto es lo que están diciendo aquí’”, dijo. “Ella no quiere escucharlo. Ella se apaga por completo «.

En cuanto a Rodríguez, aunque anteriormente sentía la «responsabilidad de verificar los hechos, de generar conciencia, de traer la verdad», dice que perdió algo de su impulso porque «ahora mismo todo es una mentira» y trata de explicar la inexactitud de algo que su abuela escuchó en la radio rara vez termina bien.

“Ella me dijo: ‘Nunca he estado más decepcionada de ti. No puedo creer que pienses que soy un mentiroso. Y le dije: ‘No creo que seas una mentirosa. Creo que estás siendo manipulado ‘”.

Una causa creciente de consternación para Rodríguez, especialmente a medida que aumentaron las hospitalizaciones debido al COVID-19 en Florida durante el verano, es que la información errónea sobre las vacunas ha impedido que muchos de sus familiares se pongan la vacuna.

“Mi abuela dice que ha escuchado a algunos médicos en la radio hablar sobre cómo la vacuna no era segura”, dijo. «Soy la única persona vacunada en mi familia … Todavía piensan que hay un chip».

En opinión de Rodríguez, el status quo solo podría mejorar si las personas en las que su abuela confía en la radio en español realmente dicen la verdad.

Pero Virginia no cree que sea probable que eso suceda en un futuro previsible.

“No tengo fe en absoluto”, dijo. «Desde que tengo memoria, no he tenido fe en la radio en español».

¿Democracia es desinformar sobre Cuba?

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A veces creo que no sé si hemos evolucionado del todo. Hemos pasado de unas dictaduras donde se ocultaba la información en nombre de la seguridad del Estado a unas “democracias” donde se difunde información falsa en nombre de la “libertad”.

Basta con observar cómo, en nombre de la libertad y la democracia que algunos piden para Cuba, se está sembrando de mentiras y engaños los medios de comunicación y las redes. La propia agencia Reuters titulaba así un análisis al hilo de los recientes acontecimientos cubanos: “Fake news muddies online waters during Cuba protests”. (Las noticias falsas online enturbian las aguas durante las protestas en Cuba).

Claro, que Reuters deja caer las opciones de que esas fake news pueden estar sembradas por la oposición o por el Gobierno cubano. Sería el único caso en la historia en que un Gobierno siembra las noticias falsas de que sus ministros huyen y airea fotos de manifestaciones masivas de apoyo presentándolas como de opositores. Vamos, que un Gobierno siembra noticias falsas en su contra.


Porque una de las falsedades más espectaculares fue la de incluir imágenes de manifestaciones de apoyo al Gobierno y a la revolución como manifestaciones de protesta contra el Gobierno. Sobre ellas, el diario La Nación, de Argentina, titula a gran tamaño “Una multitudinaria e inédita protesta en las calles sorprende al régimen cubano”, pero la imagen que incluye es de una manifestación de apoyo, eso sí, con un pie en letra pequeña que dice “Defensores del régimen salieron a marchar después de un llamado del presidente Miguel Díaz-Canel”.

Igualmente el diario El País no precisa que esta foto es de seguidores de la revolución como se evidencia al portar la bandera del 26 de julio, la organización guerrillera que lideró Fidel Castro. La información incompleta es, también, información sesgada.

Si alguna vez se reproduce una foto de una manifestación de partidarios de la Revolución, como en esta de El País, la imagen se limita a una persona y el pie reza “una mujer grita”. Es decir, un caso aislado y único de apoyo al Gobierno, una sola persona que grita.

Una televisión chilena insertó una imagen de heridos por sangre durante el referéndum de Cataluña en la noticia sobre las manifestaciones en La Habana. Se trata del programa Mucho Gusto, del canal Mega.

El diario ABC difundía la noticia de la dimisión del viceministro del Interior de Cuba, en desacuerdo por el uso de fuerza excesiva contra los manifestantes. Algo que se desmintió, pero la noticia sigue colgada en su web. ¿Rectificaciones? Ni están ni se las espera.

En The New York Times los manifestantes pasan de ser cientos a miles en la misma noticia por arte de magia. Primero publicaron la noticia diciendo que eran “hundreds” y después la retocaron para decir que eran “thousands”.

En la cadena estadounidense de noticias Fox News decidieron pixelar las pancartas de los manifestantes a favor del Gobierno para que no se pudiera leer que ponían “Las calles son de los revolucionarios”, y presentarlas como manifestaciones de oposición.

Si lo anterior sucede en la prensa, que es un medio que se juega su credibilidad, imaginen lo que puede suceder en redes, donde nada pasa factura, ni hay filtro de veracidad.

Todo vale para atacar la Revolución cubana, desde una foto de la manifestación del 1 de mayo en La Habana hace unos años que se hace pasar por actual con manifestantes contra el Gobierno. Veamos más ejemplos.

Una foto muy difundida en redes decía corresponder a una protesta “en el malecón de Cuba” y aparecían cientos de miles de manifestantes. El equipo de AFP Factual, un servicio de verificación de noticias de la agencia AFP, descubrió que se trataba de una foto de Associated Press de una movilización en Alejandría el 11 de febrero de 2011, tras la caída del régimen de 30 años de Hosni Mubarak en Egipto. Reuters también tuvo que desmentirla.

Se hacen collages de fotos de heridos ensangrentados que ninguno era de Cuba. Se utilizan niños heridos en un tiroteo por delincuencia común en Caracas o las imágenes de un torturado acusado de pertenencia a ETA en Euskadi.

Incluso, Naciones Unidas difundió en Twitter como imagen de las protestas a unos manifestantes que se movilizaban en sentido contrario. Uno de ellos lo denunció en las redes y la reacción de Twitter al entrar en su perfil fue insertar este mensaje: “Precaución: Esta cuenta está temporalmente restringida. Estás viendo esta advertencia porque se detectó actividad inusual en esta cuenta”. La ONU terminó retirando el tuit.

En redes también circuló la noticia de que Raúl Castro huía a Venezuela y tuvo que ser desmentido por los verificadores de noticias. La foto que se difundía era de la llegada de Castro a Costa Rica a una cumbre que tuvo lugar en 2015.

Se utilizó una foto de nicaragüenses rezando en 2018 para superponer una bandera de Cuba y afirmar que eran cubanos “clamando a Dios”.

El servicio de verificación de noticias de RTVE desveló el origen trucado de un mensaje aparecido en redes sociales que expresaba “Cuba despertó ¡Abajo la dictadura! ¡Abajo el comunismo! ¡Libertad para Cuba! #SOSCuba”, acompañado de una fotografía donde se ve a un joven encapuchado y con la cara tapada, arrojando una botella incendiaria. Tras él se observa una pared con la fotografía del Che Guevara y la frase “No más comunismo”. Se trataba de un montaje a partir de una instantánea del fotógrafo estadounidense David McNew que se tomó el 30 de mayo de 2020 en Los Ángeles, California, en EEUU, durante las protestas por el asesinato del afroamericano George Floyd.

Los analistas y tertulianos no se escapan de esas “mentiras” recurriendo a argumentos y falsedades. Un columnista de Voz Populi que ostentó cargos de subdirección de Informativos de TVE y fue director-editor de la Primera Edición del Telediario afirma que “en Cuba el régimen hace desaparecer a las personas, como también sucede en Venezuela con la impunidad de quien ejerce la fuerza tras desmontar la democracia liberal”.

No existen desapariciones forzadas en Cuba reconocidas por las instituciones internacionales, más allá de que algún detenido durante unas horas no se informe de su paradero, de igual modo que ocurre en nuestro país tras determinadas detenciones. En España también puede suceder que un detenido se traslade de centro y durante unas horas la familia no sepa en que comisaría se encuentra.

En una tertulia de La Sexta dicen que la prueba de democracia es la frontera si no dejan salir es una dictadura. Obviando que los países que blindan fronteras son los ricos, como Estados Unidos o la Unión Europea y olvidando que desde hace años los cubanos pueden salir de su país sin problema, que la dificultad con la que se encuentran para hacerlo es conseguir un visado del otro país.

Sorprende la atención que han recibido en los medios las manifestaciones en Cuba mientras esos mismos medios han pasado de puntillas sobre el asesinato a tiros del presidente de Haití, o han callado ante la represión en Colombia con 63 personas asesinadas en dos meses. Sin ir más lejos, ese mismo fin de semana murieron 72 personas por disturbios en Sudáfrica. Si hasta ha ocupado Cuba más que las noticias sobre el enriquecimiento de Juan Carlos de Borbón con la venta de armamento.

Y volviendo a Cuba, no han aparecido las posiciones de responsables del Gobierno, miembros del cuerpo diplomático ni de portavoces de las cientos de organizaciones de apoyo a la Revolución cubana que hay por el mundo.

Tampoco, y al hilo del sufrimiento del pueblo cubano por la pandemia que sí se usó como argumento para las críticas, no se ha comentado suficientemente el papel del bloqueo impuesto por Estados Unidos. Los mismos analistas y medios que informaban sobre rebeliones en Cuba y hacían llamamientos para solidarizarse con ellas no denunciaban que debido al bloqueo comercial han tenido graves problemas de suministros sanitarios para luchar con la pandemia.

Las organizaciones MediCuba Suiza y Suiza-Cuba denunciaron en un comunicado que en abril del pasado año el bloqueo impidió transferencias de dinero para que Suiza pudiera vender respiradores a Cuba. Igualmente, el multimillonario propietario de la plataforma de comercio electrónico Alibaba, cuando decidió donar mascarillas y kits de diagnóstico covid a 24 países de América Latina, comprobó que el material no pudo llegar a Cuba porque viajaba en una aerolínea que, aunque colombiana, tenía capital estadounidense y tenía prohibido comerciar con Cuba.

Recordemos que la Asamblea de las Naciones Unidas, como todos los años, votó masivamente en contra de ese bloqueo el pasado mes de junio. Solo Estados Unidos e Israel votaron en contra de la resolución de rechazo al embargo, que contó con el apoyo de 184 países.

Quizá, además del debate de si Cuba es una dictadura o no, podríamos mirar la viga en el ojo propio y debatir si una democracia puede llamarse así si los ciudadanos no están informados o son engañados. Porque en las dictaduras la gente sabe que no está informada, pero en nuestros sistemas actuales creemos que sí y tampoco lo estamos.

(Tomado de Cuba Periodistas)Compartir en FacebookCompartir en TwitterCompartir en WhatsAppCompartir en Telegram

Twitter sigue bloqueando a Cubadebate ¿A qué le temen?

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Aunque en las últimas horas de la tarde de ayer la red social Twitter repuso paulatinamente las cuentas de importantes medios de comunicación, reconocidos periodistas y personalidades cubanas -que fueron alevosamente bloqueadas el pasado miércoles 11 de septiembre, poco antes de comenzar una importante intervención del Presidente cubano y ministros del Gobierno en la Mesa Redonda-, hasta este momento, la cuenta oficial del Portal Digital Cubadebate continúa suspendida.

 

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Presidente Díaz-Canel felicita a radialistas cubanos

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¡Felicidades colegas!

El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel, felicitó a través de su cuenta en Twitter a todos los realizadores radiales del país con motivo de celebrarse el Día de la Radio Cubana.

“Felicitaciones a todos los trabajadores de la radio cubana. Medio que mantiene al pueblo al tanto del éxito de sus luchas revolucionarias. La radio por muchos años ha sido la compañía incondicional de abuelos, amas de casa y de la familia cubana”, escribió Díaz-Canel.

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Periodista de #CNN: “gobierno de #EEUU. nos paga para publicar noticias falsas”

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La periodista Amber Lyon se ha convertido en una importante “whistleblower” (alertadora), al revelar cómo los gobiernos pagan a los medios para que falsifiquen noticias, publicó el jueves Venezolana de Televisión (VTV).
Lyon renunció a la cadena estadounidense CNN luego de que su reportaje Revolution, donde mostraba las atrocidades del régimen de Baréin, no fuera retransmitido en CNN Internacional debido a presiones del Gobierno bareiní.
La periodista se enteró después de que este país pagaba fuertes cantidades a la CNN para que fuera presentado de forma favorable. Pese al elevado coste del documental, más de 100 mil dólares, en comparación con la mayoría de reportajes periodísticos, no salió al aire.

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Díaz-Canel: Felicitaciones a los periodistas que han defendido razones y verdades

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El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, envió una felicitación a los periodistas de Cuba, donde se celebra este jueves el Día de la Prensa en homenaje a la fundación del periódico Patria, creado por Martí y cuyo primer número fue publicado el 14 de marzo de 1892 en Nueva York.

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Cubadebate viaja en los móviles

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Cuba, con sus particularidades ciertas, vive dinámicas similares en la internet a las que se expresan internacionalmente en el espacio público digital. Y sus portales y sitios web líderes son reflejos de tales influjos.

Por primera vez en su historia, Cubadebate ha tenido durante todo el año más visitas al sitio desde dispositivos móviles que desde Computadoras o laptops. Eso sólo había ocurrido en meses puntuales de urgencias informativas, como en Septiembre de 2017 cuando el paso del Huracán Irma.

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