José Martí, aunque no lo vivió, describió los acontecimientos del 10 de Abril de 1869 con palabras que 150 años después impresionan todavía. Por él conocemos mejor la historia de ese pequeño pueblo donde aquel día anidó la semilla de la nación y que inscribió su nombre en la memoria del país, al transitar, en apenas un mes, de la cumbre a las cenizas.
Habían pasado 23 años, cuando se publicó en Patria lo siguiente (y cito solo fragmentos): “Guáimaro libre nunca estuvo más hermosa que en los días en que iba a entrar en la gloria y el sacrificio (…). Las familias de los héroes, anhelosas de verlos, venían adonde su heroísmo, por ponerse en la ley, iba a ser mayor (…). Como novias venían las esposas; y las criaturas, como cuando les hablan de lo sobrenatural (…). Era que el Oriente y las Villas y el Centro, de las almas locales perniciosas componían espontánea el alma nacional, y entraba la revolución en la república.”
Es imposible encontrar palabras más perfectas que las de Martí para describir aquella composición del alma nacional cuando “entraba la revolución en la república”.
Clausura de la Tercera Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Foto: Irene Pérez/
Las definiciones adoptadas en el VII Congreso del PCC celebrado en el 2016, sentaron las bases para la elaboración de una estrategia que posibilite completar adecuadamente la creación de condiciones para un desarrollo sostenible de la economía cubana a mediano plazo.