Injerencia Política

Rodríguez Parrilla denuncia campaña para desestabilizar la paz y la soberanía en Cuba

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El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, señaló este miércoles que no se permitirá que la agresión persistente del gobierno de Estados Unidos y sus intentos de alterar la tranquilidad ciudadana y dañar la paz social del país, atenten contra el regreso paulatino a la normalidad.

En una presentación ante el Cuerpo Diplomático acreditado en la Isla, el canciller destacó que la agresión se organiza desde el exterior con el empleo de agentes internos, al tiempo que subrayó que el pueblo defenderá el orden constitucional por el que votó en 2019.

“El eje central de esta operación organizada desde centros de poder en Estados Unidos, en ejercicio de la política oficial del gobierno de EE.UU., con intervención de altos funcionarios de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y otras agencias, con la intervención permanente de senadores y congresistas anticubanos, conducen a consecuencias que en otros países han provocado conflictos y guerras militares”, afirmó.

Rodríguez Parrilla destacó que el gobierno de Estados Unidos intenta mostrar a Cuba como un Estado fallido, lo que catalogó de “infructuoso, desesperado y tonto”. Ello resulta un pretexto para el recrudecimiento del bloqueo y la aplicación de las 243 sanciones de Trump, que se mantienen vigentes bajo la administración de Biden.

“El gobierno de Estados Unidos sabe perfectamente que, con las campañas que arreció en los últimos meses, intenta provocar situaciones de sufrimiento en nuestro pueblo, en la esperanza de que generen condiciones para un estallido social”.

El ministro cubano denunció que, para desestabilizar el país, se utiliza una poderosa maquinaria comunicacional: “Intentan construir, desde la mentira y la irrealidad, un escenario virtual inexistente en la esperanza de convertirlo en un escenario real”.

Rodríguez Parrilla sentenció que se trata de “una operación que se organiza desde el punto de vista material y práctico, en lo fundamental, desde terriotorio de los Estados Unidos, que conecta con grupos violentos con pasado y presente de acciones terroristas contra nuestro pueblo”.

En Facebook –afirmó– existen grupos privados que realizan actividades ilegales, y desde donde se alteran mecanismos de geolocalización para simular la presencia masiva en Cuba de personas que radican en otro país, fundamentalmente en EE.UU.

“Facebook podría ser perfectamente, con estricto apego a la ley, demandada por estas prácticas contra Cuba”, subrayó.


“En estos acontecimientos se dirime el derecho de un Estado soberano, de un pueblo en ejercicio de la libre determinación, frente al intento de una superpotencia de intervenir en sus asuntos internos, forzar un cambio de régimen, destruir el orden constitucional, por motivaciones estrictamente políticas”, sentenció.

Bruno Rodríguez Parrilla, canciller de Cuba. Foto: Cubadebate.

El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba informó que desde el 22 de septiembre último se han producido un total de 29 declaraciones del gobierno de Estados Unidos y de figuras influyentes del Congreso de ese país, con el objetivo de instigar a acciones de desestabilización en la Isla.

“Cuba jamás permitirá acciones de un gobierno extranjero en nuestro territorio, tratando de desestabilizar el país”, destacó y añadió que en dichas declaraciones solicitan a algunos gobiernos a que se sumen a estas acciones contra Cuba.

Rodríguez Parrilla informó que, solo durante el mes de octubre, la embajada de Estados Unidos en La Habana, ha publicado en Twitter un total de 59 mensajes, 36 de los cuales están relacionados con un intento de alterar la estabilidad interna de Cuba: “De una manera desvergonzada, tres de esos tuits, se refieren a la supuesta ayuda del gobierno de Estados Unidos al pueblo cubano en estas circunstancias, incluyendo las garantías a un mayor acceso a alimentos, medicinas y suministros médicos”.

“Mienten desvergonzadamente, no ha habido ningún ofrecimiento de ayuda del gobierno de Estados Unidos, ni humanitaria ni de ninguna índole a lo largo de toda la pandemia; ni siquiera cuando se produjo la avería de la planta productora de oxígeno se concedieron licencias específicas para enviar oxígeno a Cuba”, afirmó y agregó que no se ha enviado una sola tonelada de medicamentos ni alimentos a la Isla por parte del gobierno norteamericano.

El canciller denunció que Washington continúa aplicando medidas que impiden la reunificación familiar, los viajes, el otorgamiento de visado, y no permiten que, ciudadanos cubanos residentes en terceros países con doble ciudadanía, puedan entrar a territorio estadounidense con esos pasaportes.

De manera más reciente –dijo– exigen a los ciudadanos cubanos que deseen viajar a Estados Unidos un certificado de vacunación con inmunógenos reconocidos por la autoridad regulatoria estadounidense o la OMS: “Espero que la OMS actúe en apego a sus propias normas y tomando en cuenta las circunstancias de emergencia que se viven hoy en el planeta”.

“No deja de ser discriminatorio que no se permita a los cubanos entrar a territorio estaounidense portando certificados con pleno valor legal de haber sido vacunados con vacunas cubanas, cuya eficacia ha quedado totalmente demostrado”, aseveró.

Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Rodríguez Parrilla subrayó que, durante los dos años de pandemia, el gobierno de Estados Unidos ha sido incapaz de ofrecer ayuda humanitaria a Cuba: “Ha roto la tradición de gobierno republicanos o demócratas que lo hicieron ante huracanes y desastres naturales en el pasado”.

Solo ahora –informó el ministro– Washington tiene el propósito de enviar un millón de dosis de una de sus vacunas a Cuba, en un momento donde casi toda la población está vacunada y se celebra el control de la pandemia en el país. https://platform.twitter.com/embed/Tweet.html?creatorScreenName=cubadebatecu&dnt=false&embedId=twitter-widget-2&features=eyJ0ZndfZXhwZXJpbWVudHNfY29va2llX2V4cGlyYXRpb24iOnsiYnVja2V0IjoxMjA5NjAwLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X2hvcml6b25fdHdlZXRfZW1iZWRfOTU1NSI6eyJidWNrZXQiOiJodGUiLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X3NwYWNlX2NhcmQiOnsiYnVja2V0Ijoib2ZmIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH19&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1458473952985165826&lang=es&origin=http%3A%2F%2Fwww.cubadebate.cu%2Fnoticias%2F2021%2F11%2F10%2Frealizara-canciller-cubano-presentacion-ante-el-cuerpo-diplomatico-acreditado-en-nuestro-pais%2F&sessionId=8fda023516924496e9bee2c8de487da5009f88a3&siteScreenName=cubadebatecu&theme=light&widgetsVersion=f001879%3A1634581029404&width=550px

“Están ofreciendo vacunas a una población ya vacunada, incluso, cuando está avanzando el programa de la dosis de refuerzo, pero además plantean requisitos estrictos e injerencistas, como la obligación de realizar estudios clínicos en Cuba con esas vacunas”, afirmó.

Agregó que, además, exigen responsabilidad legal de compensación por efectos secundarios, estudios clínicos para cerciorarse que sean compatibles con los inmunógenos cubanos y monitoreo por agencias norteamericanas del destino final de la aplicación de las vacunas.

“¿Qué sentido tiene esa oferta oportunista a última hora, cuando ya no tendría efecto práctico alguno? ¿Por qué el oxígeno no, y vacunas ahora sí? ¿Por qué vacunas no, cuando más falta nos hubieran hecho? ¿Por qué no facilitar la importación de los insumos imprescindibles para el enfrentamiento a la pandemia y para el desarrollo y el escalado industrial de las vacunas?”, se preguntó el ministro.

Sin embargo, Rodríguez Parrilla declaró al gobierno de Estados Unidos que si esa oferta es seria, sincera y responsable, Cuba la reconoce y la apreciaría como un acto en la dirección correcta: “Hemos respondido al gobierno de Estados Unidos con una explicación respetuosa y estrictamente apegada a la verdad, con las razones por las cuales esa donación no contribuiría a mejorar la salud de los cubanos ni tendría impacto epidemiológico alguno”.

El canciller cubano informó que la Isla ofreció a la administración Biden que utilice esa donación de conjunto con otra donación de vacunas cubanas para la inmunización en algún país altamente necesitado de ellas.

“Reitero hoy el ofrecimiento que hicimos antes de manera privada al gobierno de Estados Unidos, de una operación triangular, conjunta, y estamos en contacto con algunos gobiernos de países que reúnen estas condiciones”.

Por otro lado, el diplomático informó que solo en septiembre de 2021, se asignó un paquete de seis millones de dólares de subsidios por parte de la agencia federal USAID, destinados a 12 organizaciones que operan en Florida, Washington y Madrid en el negocio de la industria anticubana. https://platform.twitter.com/embed/Tweet.html?creatorScreenName=cubadebatecu&dnt=false&embedId=twitter-widget-3&features=eyJ0ZndfZXhwZXJpbWVudHNfY29va2llX2V4cGlyYXRpb24iOnsiYnVja2V0IjoxMjA5NjAwLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X2hvcml6b25fdHdlZXRfZW1iZWRfOTU1NSI6eyJidWNrZXQiOiJodGUiLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X3NwYWNlX2NhcmQiOnsiYnVja2V0Ijoib2ZmIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH19&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1458486404359630856&lang=es&origin=http%3A%2F%2Fwww.cubadebate.cu%2Fnoticias%2F2021%2F11%2F10%2Frealizara-canciller-cubano-presentacion-ante-el-cuerpo-diplomatico-acreditado-en-nuestro-pais%2F&sessionId=8fda023516924496e9bee2c8de487da5009f88a3&siteScreenName=cubadebatecu&theme=light&widgetsVersion=f001879%3A1634581029404&width=550px

Asimismo, el ministro denunció que existe una operación de toxicidad en la comunicación y las redes digitales: “Es una política de aliento al odio, incitación a la violencia e instigación al delito”.

“El gobierno de Cuba, estrechamente unido a nuestro pueblo y en respuesta al consenso ampliamente mayoritario que existe en nuestro país, impedirá cualquier ensayo de acciones anticonstitucionales, dirigidas a un cambio de régimen en Cuba”, afirmó.

Rodríguez Parrilla señaló que no se permitirá que se invoque a la Constitución para violentarla, ignorarla o destruirla.

“Nuestro pueblo continuará haciendo los mayores esfuerzos para sortear las dificultades económicas que padecen todas las familias cubanas, y lo haremos con nuestro trabajo y pensando en nuestros propios recursos”, añadió.

El ministro cubano enfatizó que se impedirá cualquier tentativa de injerencia e intervención contra la independecia y la soberanía de Cuba.

“La política de Estados Unidos contra Cuba está condenada al fracaso, es inviable, no ha funcionado durante 60 años, no funciona ahora ni lo hará en lo adelante. Despejen ese sueño, despierten de ese espejismo, no va a ocurrir”, aseveró.

Rodríguez Parrilla reiteró que la política de Washington hacia la Isla es disfuncional, obsoleta, anclada en el pasado, ineficaz y costosa para los contribuyentes estodounidense.

En ese sentido, el ministro solicitó la solidaridad de la comunidad internacional, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y agradeció las muestras solidarias de muchas personas en todo el mundo hacia la Mayor de las Antillas.

Denunció, además, que existen amenazas contra embajadas cubanas y contra corresponsales de la prensa extranjera acreditados en La Habana.

“Reclamo al gobierno de Estados Unidos que cese las acciones desde territorio estadounidense de acoso contra periodistas”.

El canciller cubano llamó a defender el derecho internacional, y el derecho de los pueblos a la libre determinación.

“Nuestro pueblo va a ejercer su derecho a la paz”, concluyó.

En video, presentación del canciller cubano

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¿Es Joe Biden un libertador de la internet?

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El viernes 16 de julio, en los jardines de la Casa Blanca y antes de abordar el helicóptero rumbo a la residencia de descanso en Camp David, Joe Biden declaró a la CNN que “la desinformación en las redes nos mata”. En particular, el presidente de Estados Unidos se refería a las publicaciones en la red digital Facebook sobre la vacunación contra la COVID-19 y acusaba a esa empresa de no hacer nada para evitarlas.


Facebook es la misma empresa que opera WhatsApp, y en ambas redes se han difundido no pocas noticias falsas relacionadas con la pandemia de la COVID-19 en Cuba. Pero si el presidente, el primer ministro o cualquier otro dirigente cubano dijera lo que Biden, el dispositivo de medios de comunicación e influencers que el Gobierno de EE.UU. financia contra la isla emprendería de inmediato el linchamiento del autor de semejante frase en nombre de la “libertad de expresión”.

No importa si se trata de la “expresión” de los viejos medios tradicionales, los creados en la época de Bush, los surgidos en la época de Obama o en la de Trump, la participación en la guerra de desinformación contra Cuba es unánime para quienes dicen reclamar pluralidad. Desde la agencia UPI diciendo que el “puerto” de Bayamo y el hotel Habana Libre habían sido tomados por los invasores de Playa Girón hasta el “Rey, tú sabes que yo soy bióloga” en los inicios de la pandemia de COVID-19, el que paga por desinformar sigue estando a 90 millas al norte de Cuba.

Sin embargo, todas las empresas de redes sociales digitales (Twitter, Facebook y Google) no han escatimado vías para bloquear las cuentas de medios rusos como RT y Sputnik, y, en el caso de Google, hasta desaparecerlos de las búsquedas en internet de manera temporal. También es un hecho que muchas cuentas de medios de comunicación, funcionarios y periodistas cubanos en Twitter han sido bloqueadas desde EE.UU. en momentos de relevancia política. Recientemente ha corrido igual suerte la cuenta de la Federación Estudiantil Universitaria, que agrupa a cientos de miles de jóvenes cubanos.

Los vínculos orgánicos de esas empresas con los servicios especiales y el Departamento de Estado norteamericanos están muy documentados por las revelaciones de Snowden y Wikileaks, y alcanzaron un esplendor particular en los dos mandatos de Obama, durante los que Biden fue vicepresidente. El Gobierno Obama-Biden es señalado como el que más ha perseguido a los informadores en Estados Unidos, incluso con ventaja sobre el de Richard Nixon, considerado hasta entonces el más obsesivo en ese aspecto.

Fue la alianza con las grandes empresas tecnológicas la que condujo al Ejecutivo encabezado por el mencionado dúo demócrata a perseguir con saña, hasta llevarlo al suicidio, al genial y muy joven informático Aaron Swartz por convertirse en un líder de la difusión libre del conocimiento en internet.

Swartz, acosado por el FBI, fue sometido a un proceso a nivel federal, en el cual el Gobierno lo hizo enfrentar 35 años de cárcel y un millón de dólares de multa. ¿Su delito? Descargar una base de datos con resultados de investigación científica financiada con dinero público, con la intención de liberarla en internet para acceso de todos los interesados. A diferencia de Biden, que habla de libertad y la persigue, Aaron fue consecuente: en 2008 había publicado un manifiesto denunciando “el robo privado de la cultura pública”.

No hubo clemencia de quien ahora dice preocuparse por el acceso a la información de los cubanos y utiliza figuras mediáticas convenientemente “mayamizadas” para hablar de libertad. Nada importó que Swartz, siendo apenas un adolescente, hubiera contribuido de manera sustancial a elementos que son hoy de uso corriente para compartir información en internet, como el RSS y el Creative Commons, que han aportado mucho más a la humanidad que quienes pagan lo mismo canciones que cócteles molotov como parte de un plan para desatar algo que aportará tanto al interés nacional estadounidense como a un baño de sangre a 90 millas de EE.UU.

La única libertad que interesa a un Gobierno cuyos ministros fueron designados por una corporación bancaria, según consta en los correos electrónicos entre Citibank y el equipo de transición de Barack Obama, filtrados por Wikileaks, es la libertad de hacer dinero, y Aaron Swartz era una amenaza para ello.

Como vicepresidente, el actual presidente de Estados Unidos no movió un dedo para que Cuba pudiera acceder a internet a través de los varios cables submarinos de fibra óptica que pasan a pocos kilómetros de sus costas y que se han mantenido prohibidos para las empresas cubanas. Hubo que financiar una conexión de 1 062 km de distancia, a un costo de 70 millones de dólares, que se extiende desde Camurí, cerca del puerto de La Guaira, en Venezuela, a la playa Siboney, en Santiago de Cuba. Tampoco desbloqueó los muchos sitios de información científica y tecnológica bloqueados para los desarrolladores informáticos cubanos.

Eric Schmidt, alguien que conoce bien tanto a Aaron Swartz como a Biden, visitó Cuba en 2015 siendo CEO de Google. Entonces estuvo en la Universidad de Ciencias Informáticas, donde varios estudiantes y profesores le expresaron sus quejas por no poder acceder a sitios de su megaempresa dedicados al desarrollo de software.

Schmidt dijo que les daría facilidades para un acceso “por la izquierda”, como se dice en cubano, y un profesor presente le respondió: “Nosotros no queremos brincar la cerca, queremos entrar por la puerta como todos”, y el ejecutivo estadounidense se comprometió a hablarlo con su Gobierno, precisamente el mismo del que Biden formaba parte. Lo que ha ocurrido desde entonces hasta el día de hoy es que esa situación, lejos de mejorar, ha empeorado, pero Joe Biden se ha comprometido a dar “internet sin censura a Cuba” ¡y gratis!

¿Un negocio más para empresas tecnológicas como las que se llenaron los bolsillos con dinero de los contribuyentes norteamericanos, diciendo que se vería en La Habana una televisión que nunca se ha visto? Muy probablemente. Biden llama “Estado fallido” a Cuba, pero no hay nada más fallido que los “creativos” intentos durante 60 años del Gobierno estadounidense por cambiar el régimen en la isla. Perdón, sí lo hay, es el modo en que los terroristas y extorsionadores de Miami han embaucado durante el mismo periodo a los Gobiernos estadounidenses.

(Tomado de La Pupila Insomne)