
Gil Marín junto a Diego Simeone. Foto: AS.
Más de diez minutos continuos caminando por una calle Neptuno enardecida, esquivando el gentío y un mapa laberíntico para quien no conoce esta zona tan habanera, tienen su premio al encontrar, por fin, al hombre encargado de idear toda la estructura del Atlético de Madrid durante los últimos 20 años.
Humilde como pocas veces se ha visto a un dirigente de su tipo, Miguel Ángel Gil Marín, consejoro delegado del Atlético de Madrid, acaba de almorzar en el restaurante La Guarida y, apenas tras observar atentamente algunos detalles del lugar, me pone la mano en el hombro para, esbozando cierta sonrisa de pena por el tiempo de espera, anunciar que este es el momento y pedir brevedad ante la premura de su regreso inminente a España.