Es preciso reconocer que las ciencias naturales han ido creando conceptos en los últimos dos siglos que se han alejado del saber común, el que todos los ciudadanos con alguna cultura sustentan en cualquier país. A los estudiantes de preuniversitario casi siempre les resulta extraño y difícil de racionalizar el concepto de “entropía”. Al final se conforman con que el profesor les diga: “entiéndanlo como una medida del desorden”. A partir de ahí, hasta los padres le pueden decir a la alumna o el alumno: ”¡qué entropía tienes en tus papeles!”, para denostar su caos documentario. La entropía y la Segunda Ley de la Termodinámica no son conceptos de fácil popularización, a pesar de su enorme importancia para nuestra vida en el mundo actual.
En realidad la entropía solo en alguna medida se puede igualar al desorden. A lo que si se puede hacer bastante parecido es a la diversidad. Una de las formas de expresar la famosa Segunda Ley de la Termodinámica es que “cualquier proceso natural espontáneo aumenta la entropía del sistema”. Y es que lo que denominamos como la entropía de cualquier sistema material depende de la cantidad de estados posibles en el que puede o tiene probabilidades de existir. Quiere decir que si un proceso es espontáneo, o sea, que ocurre sin realizar trabajo externo alguno sobre él que lo facilite, su evolución marcha siempre en la dirección de aumentar sus probabilidades de existencia y estabilidad. Y eso implica que tenga que emplear la mínima energía para seguir evolucionando y aumentando sus diferentes formas de existir establemente.
Existen muchos ejemplos que podrían ilustrar esta lógica natural con hechos de la vida diaria. Siempre buscamos la parada de ómnibus por donde pasan más rutas que nos llevan a un destino, logrando así con la diversidad una mayor probabilidad de llegar lo antes posible. También, un charco de agua se evapora espontáneamente, y entre los factores que influyen en esto está que una molécula de agua como vapor es más libre, tiene más trayectorias posibles y hasta se asocia más variadamente con otras que cuando está relacionada con sus vecinas en una masa líquida.