Bloqueo contra Cuba
Nueva jornada contra el bloqueo en varias ciudades de Estados Unidos

Con pancartas, declaraciones en espacios públicos y textos divulgados en redes sociales, emigrados y amigos de Cuba ratificaron este domingo su apoyo a la mayor de las Antillas y exigieron a Washington que eliminara a esa nación de su arbitraria lista de supuestos Estados patrocinadores del terrorismo.
Abajo el bloqueo y todas las medidas de esa guerra económica que llena de dolor al pueblo cubano, fue el mensaje que resonó en Miami y otras ciudades estadounidenses como parte de una caravana internacional. En videos, los participantes subrayaron la necesidad del entendimiento entre ambos territorios, para lo cual es imprescindible el fin de las medidas coercitivas de la Casa Blanca, dijeron.
Una activista que viajó desde Houston, en Texas, para sumarse a la iniciativa, contó que estaba allí para apoyar a sus hermanos de Miami.
“Abajo el bloqueo, por los Puentes de Amor, y que Cuba y Estados Unidos extiendan sus manos solidariamente”, dijo.
La actividad permitió también rendir homenaje al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, en el aniversario 170 de su natalicio, celebrado la víspera.
De acuerdo con el coordinador del proyecto solidario Puentes de Amor, Carlos Lazo, las manifestaciones de este domingo pretenden lograr contribuciones para llevar leche en polvo a los hospitales pediátricos de Cuba.
“¡Nuestros hermanos del sur de la Florida se unen a otros alrededor del mundo para pedir el fin de las crueles medidas coercitivas que asfixian al pueblo cubano!”, remarcó en su cuenta de Facebook el profesor residente en Seattle.
Más de 20 ciudades de Estados Unidos y otras partes del orbe organizaron para hoy una jornada de la caravana por el cese del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por esta nación norteña a La Habana durante más de seis décadas y considerado una violación de los derechos humanos.
Los activistas en la urbe de Minneapolis, Minnesota, programaron que los participantes en la manifestación alinearan los autos, recorrieran varios puntos del área y tomaran la palabra para reiterar su apoyo al país.
La inclusión de Cuba en la lista de supuestos países patrocinadores del terrorismo refuerza el impacto disuasivo e intimidatorio del bloqueo, así como las dificultades de la isla para insertarse en el comercio internacional y realizar operaciones financieras, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores caribeño.
Países, organizaciones internacionales y miembros de la sociedad civil norteamericana calificaron de inhumana la incorporación de La Habana en esa enumeración y denunciaron los daños que causa a su ciudadanía.
Las caravanas solidarias tienen lugar el último fin de semana de cada mes y entre otras demandas defienden el programa de reunificación familiar, el envío de remesas y los viajes a Cuba, afectados con las más de 240 medidas impuestas por el mandato de Donald Trump (2017-2021).
(Con información de Prensa Latina)
El almendrón (+ Fotos)

El almendrón, ese artefacto de cuatro ruedas, que casi siempre ninguna es igual a la otra, es un símbolo de resistencia del cubano. Cuántas veces nos ha vuelto el alma al cuerpo, al ver aparecer un triste, ruidoso y contaminante carro de estos por cualquier avenida, calle o camino de nuestro país.
Tiene su código de señales y, «¡Cuidado chofer, que si se te pega alguno, uff, te puede pasar por encima y ni se entera porque son durísimos!». Un carro de estos puede tener piezas hasta de diez nacionalidades distintas, incluidas las inventivas cubanas: un pestillo de casa en sustitución de la cerradura original de la puerta; luzbrillante a falta de petróleo…
De moda para turistas, quinceañeras y bodas. De todo un poco en este ajiaco cubano en lucha constante contra el bloqueo del gobierno estadounidense a la isla. Sí señores, aunque sus choferes se ponen apretadores, ¡Que vivan los almendrones!
Almendrón. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Almendrón. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Almendrón. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Almendrón. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Almendrón. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Almendrón. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Almendrón. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Almendrón. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Almendrón. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Doble rasero en el tratamiento a los derechos humanos en Cuba desde el Parlamento Europeo

La derecha en el Parlamento Europeo ha promovido, una vez más, un debate sobre “la situación en Cuba”, el cual ha sido agendado para el próximo jueves 16 de diciembre como parte de la sesión plenaria del mes de diciembre.
Como pretexto, se utiliza la presunta situación de un grupo de ciudadanos que no son defensores de los derechos humanos en Cuba, ni representan a la mayoría de la población cubana. Se trata de personas que responden a los intereses explícitamente enunciados por el gobierno de los Estados Unidos. Sus acciones tienen como principal objetivo lograr un “cambio de régimen” en Cuba; subvertir el orden interno y desestabilizar el país a cualquier precio.
En tres de las últimas seis sesiones plenarias de la Eurocámara se ha debatido sobre Cuba. Es el único país de América Latina y el Caribe sobre el que se ha discutido tanto en ese lapso de tiempo, muestra de la singularización, la manipulación del tema de los derechos humanos y el doble rasero de quienes lo utilizan con un trasfondo marcadamente político. Con semejante actitud se desacredita, aún más, la imagen de la llamada casa de la democracia europea.
En ninguna de las últimas resoluciones aprobadas sobre Cuba se tiene la decencia mínima de mencionar los impactos del criminal bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por el gobierno de los Estados Unidos desde hace más de seis décadas y que ha sido recrudecido de manera genocida y premeditada en medio de esta pandemia.
Si los eurodiputados que han promovido esta nueva maniobra anticubana estuvieran realmente interesados en los derechos humanos del pueblo de Cuba, denunciarían en primer lugar la flagrante y sistemática violación que representa la implementación del bloqueo. Sus efectos extraterritoriales afectan, de igual forma, los intereses de las empresas y ciudadanos europeos que deben representar los miembros de la Eurocámara.
A pesar de los impactos de esa política hostil que asfixia y mata, y de los escasos recursos con que cuenta el país, Cuba ha gestionado de manera exitosa el control sobre la pandemia y ha sido capaz de producir sus propias vacunas; gracias a lo cual ya se ha inmunizado a más del 90% de nuestra población y nos convertimos en el primer país del mundo en vacunar a los infantes mayores de dos años. Esta y otras muchas realidades serán omitidas, una vez más, por la derecha en el debate sobre Cuba.
Queda claro que con esta maniobra anticubana se pretende nuevamente entorpecer las relaciones bilaterales entre Cuba y la Unión Europea, y socavar la implementación del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre Cuba, la Unión Europea y sus Estados miembros. El diálogo en igualdad de condiciones, bajo el principio de respeto mutuo, la no injerencia, y la cooperación constituyen las bases apropiadas para fomentar los lazos entre ambas partes.
Como ha expresado nuestro Canciller: “Ni amenazas ni chantajes nos arrancarán la menor concesión política”. Solo el pueblo cubano puede decidir sobre su destino.
(Tomado de Minrex)Compartir en FacebookCompartir en TwitterCompartir en WhatsAppCompartir en Telegram
Tomar distancia de todo lo inhumano

La estrategia de Obama para mí siempre estuvo clara: “no le combatas, acercate a tu enemigo e inflúyelo”. Podremos ponerle los epítetos que queramos, pero sin dudas fue la política más pacífica, la menos cruenta de todos los presidentes norteamericanos que nos tocaron después de 1959. Por otra parte, de la misma forma que becar y hospedar en casas de personas de nivel medio, en los Estados Unidos, puede hacer pensar diferente a un joven que desde niño sólo conoce nuestra realidad –de ventajas sociales y carencias materiales–, visitar a Cuba, para un joven norteamericano, puede significar un gran cambio de mentalidad respecto a lo que desde niño oyó y leyó sobre nosotros.
Por eso siempre he dicho que, en el intercambio de influencias pueblo a pueblo, teníamos las de ganar. El porqué es sencillo. Por nuestra parte siempre hemos sabido que en los Estados Unidos materialmente se vive mucho mejor que en Cuba. En tal sentido no hay sorpresas para el ciudadano nuestro que pase por allá. Pero para los que sí habría sorpresas, y muchas, sería para los ciudadanos norteamericanos, cuando descubrieran la calidad solidaria de nuestro pueblo, a pesar de sus carencias. Y no iban a tener que leer editoriales que pululan en nuestra prensa, escrita o televisiva; bastaría vivir un poco entre nosotros para enterarse de los efectos del bloqueo al que sus dirigentes nos someten desde hace más de seis décadas.
La CIA, la USAID, Soros y el copón bendito anglosajón saben eso, y se lo vienen advirtiendo a todos los presidentes norteamericanos: si nos abrimos con Cuba, la perdemos. Los primeros que lo saben son los ultraderechosos políticos de la Florida, herederos de los esbirros de Batista. Por eso han creado el monstruo propagandístico que re-edita, generación tras generación, una feroz ideología anticastrista, hija del anticomunismo macarthista. Este monstruo, alimentado durante 6 décadas, ya es un factor electoral a veces determinante, como se ha comprobado. Por todo esto se recrudecen las presiones a Cuba. Mucho más cuando, a pesar de nuestra lamentable realidad económica, somos el único país del tercer mundo que ha creado sus propias vacunas contra la Covid19.
Respecto a nuestra realidad interna, siempre he dicho que no fuimos lo que íbamos a ser, fuera eso lo que fuera, sino lo que el conglomerado de presiones externas y capacidades propias nos ha permitido.
No tiene sentido llorar o lamentarse. La realidad es la realidad. Y si la queremos mejor no se puede empezar ignorándola o sacando conclusiones parciales. La justicia social, la ejemplaridad moral y cívica también pasa por comprender y asumir lo que genera lo complejo. No olvidemos el resultado de las presiones y/o represiones que atentan contra la impaciencia –virtud o defecto, según desde dónde se mire–. Hace 62 años que los más poderosos pretenden asfixiarnos. La mejor razón para tomar distancia de todo lo inhumano.
(Comentario Tomado de su blog Segunda Cita)
Gobierno de Biden confirma oportunismo cínico de su política hacia Cuba

Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense, Joe Biden, consideró este domingo que las «circunstancias cambiaron» en la política hacia Cuba tras las protestas del 11 de julio y, por ello, Estados Unidos está reconsiderando sus opciones.
Sullivan hizo esas declaraciones este domingo durante una entrevista en la CNN con el periodista Fareed Zakaria, quien le preguntó sobre la promesa electoral de Biden para reiniciar el deshielo con Cuba, algo que no ha cumplido y a lo que se opone el electorado más conservador de EE.UU.
En respuesta, Sullivan dijo que las decisiones del gobernante no se guían por políticas electorales.
«Sobre Cuba, las cosas cambiaron un poco este año. En julio vimos unas protestas substanciales, las más significativas en mucho tiempo, dijo Sullivan.
«Por tanto, las circunstancias han cambiado y eso requiere que el presidente evalúe cuál es el mejor camino para ir hacia adelante y apoyar al pueblo cubano», añadió.
El Gobierno de Biden apostó por la inacción desde antes del 11 de julio, haciendo el cálculo oportunista de que el pico pandémico y la difícil situación económica en Cuba llevarían a una estallido social que provocaría el derrocamiento del Gobierno. Lejos de sus promesas electorales de cambiar la política hacia Cuba, el inquilino actual de la Casa Blanca ha mantenido intactas las 243 medidas adoptadas por Trump para reforzar el bloqueo contra la nación caribeña.
(Con información de EFE)
Ese bloqueo impuesto para provocar hambre y desesperación, no solo se mantiene, sino que se ha recrudecido

- Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la Cumbre de la Organización de Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, desde el Palacio de la Revolución, el 23 de septiembre de 2021, “Año 63 de la Revolución”.Señor Secretario General:
Señor Presidente:
Vengo a hablar en nombre de un pueblo al que se ha pretendido rendir por hambre durante más de seis décadas.
En abril de 1960, en un Memorando infame y secreto por mucho tiempo, un oscuro funcionario del Departamento de Estado de los Estados Unidos, de nombre Lester Mallory, escribió los fundamentos de la política de bloqueo a Cuba, orientada a “…provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Han pasado 61 años y ese bloqueo impuesto para provocar hambre y desesperación, no solo se mantiene, sino que se ha recrudecido, de manera oportunista, en tiempos de pandemia.
Las pérdidas ocasionadas al país, tan solo en el periodo de abril de 2019 a diciembre de 2020, ascienden a un total de 9 157,2 millones de dólares, reflejo del carácter genocida de una política declarada de rendirnos por hambre.
A pesar de los obstáculos, el Gobierno cubano, con extraordinarios esfuerzos y pese a carencias y dificultades, garantiza el derecho universal a la alimentación a través de la canasta básica familiar normada, que reciben todos los cubanos y cubanas, y que incluye 19 productos alimenticios de primera necesidad a precios asequibles.
Adicionalmente, se avanza en la implementación del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, enfocado en disminuir la dependencia de las importaciones, potenciar la capacidad productiva, el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación, y desarrollar sistemas alimentarios eficientes y sostenibles a nivel local.
Cuba agradece la contribución que en este proceso ha recibido de agencias especializadas de las Naciones Unidas, pero no ignora que las condiciones imperantes en el mundo actual afectan sensiblemente la alimentación de millones de seres humanos.
La causa es estructural. La persistencia de un injusto orden internacional, décadas de dominación imperialista, de aplicación de un neoliberalismo salvaje, de proteccionismo y dependencia económica producto de siglos de colonialismo y neocolonialismo constituyen causas raigales del subdesarrollo que favorecen la pobreza extrema y con ella el hambre y la exclusión que sufren las grandes mayorías.
Este escenario se complejiza para aquellos países en desarrollo que cargan con el peso de una deuda externa pagada ya mil veces.
Algunos, al igual que Cuba, sufren además la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, violatorias del Derecho Internacional, que obstaculizan su legítimo derecho al desarrollo.
Excelencias:
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, en 2020, entre 720 y 811 millones de personas padecieron hambre.
Más de 2 300 millones, el 30 % de la población mundial, carecieron de acceso a alimentos adecuados y persistió la malnutrición en todas sus formas, amenazando el cumplimiento del Objetivo 2 de Desarrollo Sostenible: Hambre Cero para 2030.
La única solución a ese doloroso drama humano es transformar de manera urgente, radical y sostenida los irracionales e insostenibles patrones de producción y consumo del capitalismo que están destruyendo el medio ambiente y la biodiversidad, solucionar el problema de la deuda externa y otorgar un trato comercial especial y diferenciado a los países en desarrollo.
Las naciones industrializadas deben y pueden asumir su responsabilidad histórica y atender con urgencia los nocivos efectos del cambio climático, que están impactando también en la disponibilidad, el acceso, la calidad y estabilidad de los alimentos.
Para comenzar, bastaría con que cumplan sus compromisos de financiación para el desarrollo y cooperación internacional.
No es posible olvidar la advertencia que hace 25 años lanzó el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, en la Cumbre sobre la Alimentación en Roma, y cito: “Las campanas que doblan hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán mañana por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser suficientemente sabia para salvarse a sí misma”.
En nombre de mi pueblo, castigado vilmente por un gobierno ajeno que no ha podido someterlo, reitero aquella advertencia con la gravedad y la urgencia que le imponen los 25 años transcurridos.
Muchas gracias.
Hay que luchar porque prevalezcan la solidaridad, la cooperación y el respeto mutuo
- Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Debate General del 76 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, desde el Palacio de la Revolución, 23 de septiembre de 2021, “Año 63 de la Revolución”.
Señor Secretario General;
Señor Presidente:
Vivimos tiempos inciertos. Bajo el impacto demoledor de una pandemia que ha agudizado las inequidades estructurales y la crisis global, el papel del multilateralismo y el de las Naciones Unidas resultan cada vez más importantes. Y la cooperación internacional ha sido insuficiente.
La aplicación de recetas neoliberales durante décadas ha reducido las capacidades de los Estados para atender las necesidades de sus poblaciones.
Los más vulnerables han quedado desprotegidos, mientras las naciones ricas, las élites y las transnacionales farmacéuticas incrementan sus beneficios.
Unir esfuerzos y voluntades por el bien de la humanidad, hoy no solo resulta urgente. Es moralmente impostergable.
Más de 4,5 millones de personas han muerto por causa de la pandemia que ha empeorado las condiciones de vida en el planeta. Sus secuelas e impacto en todas las sociedades hoy resultan incalculables, pero ya se sabe que no serán efímeros.
Lo afirma el Informe sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2021, en tanto la Organización Internacional del Trabajo prevé que en 2022 existan en el mundo 205 millones de personas desempleadas.
A la vista de todos, ya está seriamente comprometido el Objetivo de Desarrollo Sostenible de erradicar la pobreza para 2030, fecha para la que se proyecta una tasa de pobreza mundial del 7 %, es decir, alrededor de 600 millones de personas.
En este desolador contexto, las vacunas contra la COVID-19 fueron la esperanza. Más de 5 000 millones de dosis habían sido administradas globalmente en agosto de 2021; sin embargo, más del 80 % de ellas se aplicó en países de ingresos medios o altos, cuyas poblaciones representan mucho menos de la mitad de los habitantes del planeta.
Cientos de millones de personas en países de bajos ingresos aún esperan su primera dosis y no pueden estimar siquiera si alguna vez la recibirán.
Mientras esto sucede, resulta inconcebible que en 2020 el gasto militar mundial fue de casi 2 billones de dólares estadounidenses. ¿Cuántas vidas se habrían salvado si esos recursos se hubieran destinado a la salud o a la producción y distribución de vacunas?
Las posibles respuestas a esa pregunta pasan por un cambio de paradigma y por transformar un orden internacional profundamente desigual y antidemocrático, que antepone el egoísmo y los intereses mezquinos de una minoría a las legítimas aspiraciones de millones de seres humanos.
No nos cansaremos de repetir que deben cesar el despilfarro de los recursos naturales y los irracionales patrones de producción y consumo del capitalismo, depredadores del medio ambiente y causantes del cambio climático que amenaza la existencia de la especie humana.
El esfuerzo debe ser colectivo, pero los países desarrollados tienen la obligación moral de asumir la más alta responsabilidad por ser los principales causantes de la situación actual y disponer de los recursos para ello.
Hay que luchar porque prevalezcan la solidaridad, la cooperación y el respeto mutuo si se quiere dar una respuesta efectiva a las necesidades y anhelos de todos los pueblos, y preservar lo más valioso: la vida y la dignidad humanas.
Nuestros pueblos tienen derecho a vivir en paz y seguridad, al desarrollo, al bienestar y la justicia social. Una Organización de Naciones Unidas revitalizada, democratizada y fortalecida está llamada a desempeñar un papel central en este esfuerzo.
Señor Presidente:
Bajo el liderazgo y con la instigación permanente de los Estados Unidos se está promoviendo un peligroso cisma internacional.
Con el pernicioso uso y abuso de las medidas de coerción económica, devenido en instrumento central de la política exterior de los Estados Unidos, el gobierno de ese país amenaza, extorsiona y presiona a Estados soberanos para que se pronuncien y actúen contra aquellos que identifica como adversarios.
Exige a sus aliados construir coaliciones para derrocar gobiernos legítimos, incumplir compromisos comerciales, abandonar y prohibir determinadas tecnologías, y aplicar medidas judiciales injustificadas contra ciudadanos de los países que no se les someten.
Suele usar el término «comunidad internacional» para definir al pequeño grupo de gobiernos que acompaña, sin cuestionar jamás, la voluntad de Washington. El resto de los países, la inmensa mayoría de esta organización, parece que no tenemos cabida en la definición de «comunidad internacional» que preconiza Estados Unidos.
Es un comportamiento asociado a la intolerancia ideológica y cultural, con una marcada influencia racista y propósitos hegemónicos. No es posible ni aceptable que se identifique el derecho al desarrollo económico y tecnológico de una nación como una amenaza; como no es posible cuestionar el derecho de todo Estado a desarrollar el sistema político, económico, social y cultural soberanamente elegido por su pueblo.
En pocas palabras: Hoy estamos asistiendo a prácticas políticas inaceptables en el contexto internacional, que van contra el compromiso universal de defender la Carta de las Naciones Unidas, incluido el derecho soberano a la autodeterminación. Estados independientes y soberanos están siendo conducidos bajo múltiples presiones para subordinarse a la voluntad de Washington y a un orden basado en sus reglas caprichosas.
Señor Presidente:
Durante más de 60 años el gobierno de Estados Unidos no ha cesado, ni un minuto, en sus ataques contra Cuba; pero en este momento crucial y desafiante para todas las naciones, su agresividad supera los límites.
El más cruel y prolongado bloqueo económico, comercial y financiero que se haya aplicado contra nación alguna se ha recrudecido de modo oportunista y criminal en medio de la pandemia, y la actual administración demócrata mantiene vigentes, sin cambios, las 243 medidas de coerción adoptadas por el gobierno de Donald Trump, incluyendo la incorporación de Cuba a la espuria e inmoral lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.
Es en ese contexto que se lanza contra nuestro país una Guerra No Convencional, a la que el gobierno estadounidense dedica, de manera pública y notoria, fondos multimillonarios, mediante campañas de manipulación y mentiras, que emplean las nuevas tecnologías de la información y otras plataformas digitales para proyectar interna y externamente una imagen absolutamente falsa de la realidad cubana, sembrar confusión, desestabilizar, desacreditar al país y justificar la doctrina de cambio de régimen.
Todo lo han hecho para borrar a la Revolución Cubana del mapa político del mundo. No aceptan alternativas al modelo que conciben para su patio trasero. Su plan es perverso e incompatible con la democracia y la libertad que preconizan.
Pero nuestros enemigos deben tener claro que no entregaremos la Patria y la Revolución que varias generaciones de patriotas nos legaron de pie. Hoy quiero reiterar, ante la respetable y real comunidad de naciones que cada año vota de forma casi unánime contra el bloqueo, lo que expresara hace unos años el General de Ejército Raúl Castro: Cuba no le teme a la mentira ni se arrodilla ante presiones, condicionamientos o imposiciones, vengan de donde vengan.
Señor Presidente:
Los colosales desafíos no nos amilanan. Seguimos creando para Cuba.
Practicamos la solidaridad desinteresada con los que necesitan de nuestro apoyo y también la recibimos agradecidos de gobiernos, pueblos, amigos y de la comunidad cubana en el exterior. Aprovecho para agradecer a todos su respaldo en esta coyuntura, que enaltece los valores de humanidad y la cooperación internacional incondicional y sin injerencia.
Al propio tiempo, en respuesta a solicitudes recibidas y guiada por su profunda vocación solidaria y humanista, Cuba ha enviado más de 4 900 colaboradores, organizados en 57 brigadas médicas, a 40 países y territorios afectados por la COVID-19.
Los consagrados trabajadores de la Salud no han descansado ni un minuto en el combate a la pandemia, fuera y dentro de Cuba.
Son los mismos que salieron a las calles a asistir al pueblo haitiano tras el devastador terremoto de hace apenas unas semanas. Los que viajan del lugar más remoto a una provincia cubana y, sin quitarse el polvo del camino, van a entregar su experticia y sus saberes a la misión de salvar vidas.
Son mucho más que héroes cotidianos, orgullo de nuestra nación y símbolo de su vocación de justicia. Decenas de personalidades y miles de personas han firmado su candidatura para el Premio Nobel de la Paz.
Igualmente, nos enorgullece la comunidad científica cubana que, en medio de enormes carencias, creó tres vacunas y dos candidatos vacunales contra la COVID-19. Ellos representan la concreción de la idea del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, quien afirmó en 1960 que el futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia.
Gracias al apoyo de nuestras mujeres y hombres de ciencia y del personal de la Salud, en los primeros 10 días del presente mes se habían administrado más de 15,8 millones de dosis de las vacunas Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, y un 37,8 % de la población cubana tenían completado el esquema de vacunación.
Aspiramos a la inmunización total de la población a fines de 2021, lo que nos permitirá avanzar en la lucha contra el rebrote de la pandemia.
Señor Presidente:
Ratificamos la aspiración de total independencia para Nuestra América y de ser parte de una región latinoamericana y caribeña económica y socialmente integrada, capaz de defender el compromiso de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz frente a las pretensiones de reimponer la Doctrina Monroe y la dominación neocolonial.
Nos oponemos a los intentos de desestabilizar y subvertir el orden constitucional y la unión cívico-militar y destruir la obra iniciada por el Comandante Hugo Chávez Frías y continuada por el presidente Nicolás Maduro Moros a favor del pueblo venezolano.
Ratificamos que la República Bolivariana de Venezuela contará siempre con la solidaridad de Cuba.
Reiteramos nuestro firme respaldo al hermano pueblo nicaragüense y a su Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, dirigido por el Comandante Daniel Ortega, que defiende valiente y dignamente sus logros frente a las amenazas y acciones injerencistas del gobierno de Estados Unidos.
Acompañamos a las naciones del Caribe en su reclamo de justas reparaciones por los horrores de la esclavitud y la trata de esclavos. Apoyamos su derecho a un trato justo, especial y diferenciado, indispensable para enfrentar los retos derivados del cambio climático, los desastres naturales, el injusto sistema financiero internacional y las difíciles condiciones que impone la pandemia de la COVID-19.
Reafirmamos que el hermano pueblo de Puerto Rico debe ser libre e independiente luego de más de un siglo sometido a la dominación colonial.
Nos solidarizamos con la República Argentina en su legítimo reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Reiteramos el compromiso con la paz en Colombia. Estamos convencidos de que la solución política y el diálogo entre las partes es la vía para alcanzarla.
También demandamos el cese de la injerencia externa en Siria y el pleno respeto a su soberanía e integridad territorial, al tiempo que apoyamos la búsqueda de una solución pacífica y negociada a la situación impuesta a esa hermana nación.
Reclamamos una solución justa, amplia, integral y duradera al conflicto en el Oriente Medio, que pasa por el fin de la ocupación israelí de los territorios palestinos usurpados y el ejercicio del derecho inalienable del pueblo palestino a construir su propio Estado dentro de las fronteras anteriores a 1967, con su capital en Jerusalén Oriental.
Condenamos las medidas coercitivas unilaterales impuestas a la República Islámica de Irán.
Reafirmamos nuestra invariable solidaridad con el pueblo saharaui.
Condenamos enérgicamente las sanciones unilaterales e injustas contra la República Popular Democrática de Corea.
Reiteramos el inquebrantable respaldo al principio de Una Sola China, y nos oponemos a cualquier intento de lesionar la integridad territorial y soberanía de la República Popular China, así como a la injerencia en sus asuntos internos.
Rechazamos la intención de extender la presencia de la OTAN hasta las fronteras de Rusia, la interferencia en sus asuntos inherentes a su soberanía y la imposición de sanciones unilaterales e injustas en su contra.
Demandamos el fin de la intromisión extranjera en los asuntos internos de la República de Belarús y reiteramos la solidaridad con el presidente Alexander Lukashenko y el hermano pueblo bielorruso.
Naciones Unidas no puede ignorar la lección en Afganistán. Tuvieron que pasar dos décadas de ocupación, con un saldo de miles de muertos, 10 millones de personas desplazadas y billones de dólares en gastos, que se convierten en ganancias del complejo militar-industrial, para llegar a la conclusión de que no se puede prevenir ni combatir al terrorismo con bombas, que la ocupación solo deja destrucción, y que a ningún país le asiste el derecho de imponer su voluntad a naciones soberanas. Afganistán no es un caso aislado.
Ha quedado evidenciado que donde los Estados Unidos interviene se incrementan la inestabilidad, las muertes, el sufrimiento y quedan cicatrices perdurables.
Señor Presidente:
Ratificamos la determinación de Cuba de continuar exponiendo con claridad sus verdades, por mucho que molesten a algunos; de defender principios y valores en los que creemos, de acompañar las causas justas, de enfrentar los atropellos, como hemos enfrentado a la agresión extranjera, al colonialismo, al racismo y al apartheid, y de luchar sin descanso por la mayor justicia, prosperidad y desarrollo de nuestros pueblos, que merecen un mundo mejor.
Muchas gracias.
Cuba cataloga de deshonestas acusaciones de EEUU sobre trata y sobre cooperación médica
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, catalogó hoy de deshonestas las acusaciones del Gobierno de Estados Unidos, que señalan los programas de colaboración médica de la isla como supuesta trata de personas.
El canciller rechazó las declaraciones del secretario de Estado norteamericano, Antony Bliken, sobre el particular, y dijo que ofenden al personal cubano de la salud.
Añadió que la actual administración repite sin pudor las mentiras fabricadas durante el desempeño de sus predecesores, encabezados por Donald Trump (2017-2021), quien utilizó el tema para justificar las agresiones contra la nación caribeña.
Tal actuación, significó, es ‘muestra de la corrupción política’ en Estados Unidos, apuntó.

Blinken acusó a Cuba este jueves de trata de personas, pues según el estadounidense Informe sobre el Tráfico Humano para el 2021, los programas de colaboración médica de la isla antillana con otros países se realizan en supuestas condiciones de explotación.
Durante la presentación del documento ante la prensa señaló al gobierno de la nación caribeña como traficante, uno de los 11 Estados enmarcados en esa categoría según los estándares de Washington.
Las autoridades cubanas han denunciado en numerosas ocasiones la politización que la Casa Blanca hace sobre el tema, así como el carácter unilateral de esos informes, que no cuentan con el respaldo de organismos internacionales competentes.
La Habana afirma que esas falsas acusaciones pretenden dañar la cooperación de la isla en materia de salud, que no solo representa una fuente de ingresos para el país, sino que salva millones de vidas en todo el mundo.
Durante la pandemia de Covid-19, 57 brigadas médicas del contingente Henry Reeve partieron de la nación caribeña para contribuir al enfrentamiento en 40 países y territorios, a partir de la ayuda solicitada por esos gobiernos.
Tal esfuerzo ganó el reconocimiento de la comunidad internacional, lo cual se refleja en numerosas propuestas para el Premio Nobel de la Paz 2021.
Cuba también ha ratificado su política de tolerancia cero contra la trata de personas y, desde 2017, implementa el Plan de acción nacional para la prevención y enfrentamiento de ese flagelo y la protección a las víctimas, además de mantener intercambios oportunos con entidades internacionales y organismos competentes.
Golpe sucio de Blinken contra médicos cubanos
Max Lesnik – Radio Miami TV
Mr. Blinken, la próxima vez muérdase la lengua antes de difamar a los médicos cubano.
El secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken ha vomitado una de las más asquerosas y ofensivas declaraciones públicas contra el honor de las Brigadas Médicas cubanas, golpe sucio como jamás lo ha propinado contra Cuba un funcionario anterior de su país de gobierno alguno.
Es un intento vano por manchar y disminuir el prestigio de los médicos cubanos, esos héroes que, desafiando epidemias mortales y males de todo tipo, han arriesgado sus vidas para salvar a enfermos y moribundos en los lugares más oscuros del planeta.
Jamás anteriores funcionarios norteamericanos de gobiernos de reconocida enemistad y beligerancia anticubana han llegado tan lejos como lo ha hecho .Mr. Blinken. Movido quizás más por ignorancia supina, que por razones de alta política de un gobierno que se proclama distinto a la anterior administración Republicana del presidente Donald Trump.
No vale la pena responder insulto con insulto a lo expresado por el señor Secretario de Estado de los Estados Unidos de América, un hombre de pocas luces, digo yo al contemplar a un supuesto “capaz” diplomático, que movido como una veleidosa marioneta por los anticubanos Senadores Bob Menéndez y Marco Rubio, quienes además de su odio visceral al pueblo cubano y a sus eminentes y humanistas médicos, lo que los lleva a tal conducta infame es la de tratar de descarrilar el merecido Premio Nobel de la Paz para el cual están propuestas las humanistas “Brigadas Médicas Cubanas”.
“Shame of you”- vergüenza debia darle- habría que decirle en su idioma al Secretario Blinken para responder a lo que significa su grosera, insultante y miserable declaración contra los médicos cubanos, una ofensa que es para toda Cuba y su pueblo digno y valiente, con más honor y vergüenza en sus doce millones de habitantes, que la que tienen todos sus enemigos juntos, con los Senadores Menéndez y Rubio a la cabeza, dos camajanes politiqueros de baja estofa con quienes Ud. por evidente ignorancia – para darle el beneficio de la duda- se ha puesto al lado de los dos peores enemigos del pueblo cubano y en el lado equivocado de la historia.
Señor Blinken, estamos bien seguros de que Ud. pasará también sin pena ni gloria, tal como han pasado otros tantos funcionarios de poca monta que no aparecen en la historia de su patria.
En tanto Cuba seguirá ahí, libre y soberana, graduando médicos para su pueblo y el mundo, con un mensaje generoso y humanista, que su país el “Poderoso Coloso del Norte”, con sus gobiernos mezquinos y arrogantes, poco o nada han hecho por los pueblos pobres de la tierra.
Mr. Blinken, la próxima vez muérdase la lengua antes de difamar a los médicos cubanos. Deje eso para Menéndez y Rubio, los “apapios” Senadores- uno Demócrata y el otro Republicano- que ninguno de los dos le hace favor alguno a su país y mucho menos a su jefe, el presidente Joe Biden. Tómelo como consejo de un cubano que le desea lo mejor para Estados Unidos y su gobierno, en estos momentos en que tanta falta hace por levantar “Puentes de Amor” entre todos los pueblos del mundo.
Estados Unidos «trafica» con la verdad al incluir a Cuba en su lista negra
Yisell Rodríguez Milán
Granma
Fiel a su política agresiva contra Cuba, Estados Unidos decidió este jueves mantener a nuestra nación en su «lista negra» de países que no hacen lo suficiente para combatir el tráfico de personas.
El miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, a propósito de esta nueva agresión publicó en Twitter que las acusaciones del Secretario de Estado Blinken contra Cuba en materia de trata de personas son deshonestas y ofenden al personal cubano de la salud.
Repiten sin pudor las mentiras fabricadas durante el gobierno de Donald Trump para justificar la agresión. Muestra de la corrupción política, añadió el Canciller.
Por calumniosa, en los términos más absolutos, el Ministerio de Relaciones Exteriores rechazó también en 2019 y 2020 esta inclusión difamadora y restrictiva.
Cuba mantiene una política de «Tolerancia cero» frente a la trata, basada en una estrategia integral. Poseemos, además, un reconocido prestigio internacional en la ejecución del Plan de Acción Nacional para la Prevención y Enfrentamiento a la Trata de Personas y la Protección a las Víctimas (2017-2020).
El objetivo de incluir a Cuba en semejante lista tiene un solo objetivo: justificar la hostilidad del gobierno estadounidense y las crecientes medidas unilaterales de bloqueo y coerción económica dirigidas a deteriorar el nivel de vida de la población, limitar los flujos financieros al país, entorpecer los suministros, dañar los procesos productivos y perjudicar los servicios sociales, publicó la Cancillería cubana en una declaración de 2019.
Igualmente, busca difamar la cooperación médica internacional que ha salvado o contribuido a salvar la vida de millones de personas en más de 160 naciones y que, especialmente durante la pandemia, ha constituido alivio en alrededor de 40 países.
La nueva lista de EE. UU. incluye a Nicaragua, Venezuela y China, y la completan Afganistán, Argelia, Myanmar, Comoras, Eritrea, Guinea-Bissau, Irán, la República Popular Democrática de Corea del Norte, Malasia, Rusia, Sudán del Sur, Siria y Turkmenistán.
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