Día: 18 noviembre, 2021
Rusia entrega donativo de aceite vegetal a Cuba mediante el Programa Mundial de Alimentos
Compartir en TwitterCompartir en WhatsAppCompartir en Telegram
Entregan donativo de aceite vegetal de Rusia a Cuba. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
“Esta ayuda alimentaria es un fiel reflejo de la amistad y las relaciones de solidaridad de muchos años que unen a Rusia y Cuba”, afirmó este jueves el embajador de esa nación euroasiática en la Isla, Andrey Guskov, luego de entregar un donativo de 672 toneladas de aceite vegetal al país mediante el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
El diplomático ruso destacó que el financiamiento de Moscú para el PMA en Cuba asciende a cuatro millones de dólares en el período 2020-2021, destinados a apoyar la seguridad alimentaria de las personas más vulnerables, así como responder a situaciones de emergencia en el país caribeño.
De acuerdo con el representante del PMA en la Isla, Paolo Mattei, una parte del donativo será destinada a los Sistemas de Atención a la Familia (SAF), con lo cual se beneficiarán más de 70 000 ancianos en toda la nación. Asimismo, informó que otra parte se empleará en la asistencia de personas afectadas en situaciones de emergencia, sobre todo, en temporadas ciclónicas.
El embajador de la Federación de Rusia en La Habana señaló que la donación será distribuida de manera gratuita y subrayó la importancia de la misma tras los efectos de la COVID-19 en el país y el recrudecimiento del bloqueo, aun en tiempos de pandemia.
Andrey Guskov, embajador de la Federación de Rusia en La Habana, durante su intervención en el acto de entrega de donativo de aceite vegetal de ese país a Cuba, mediante el PMA. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
“Desde 2018 hasta la fecha, el monto total de donaciones de Rusia al Programa Mundial de Alimentos en Cuba asciende a 11 millones de dólares”, aseveró el diplomático.
Solo en este año –dijo– Rusia envió 170 toneladas de alimentos y medicamentos a la Isla en cuatro aviones de gran tamaño. “Estamos seguros de que la reapertura del país contribuirá al desarrollo económico y social de la hermana Cuba. Nuestra cooperación en la Isla continuará para beneficiar al pueblo cubano”, subrayó Guskov.
Por su parte, la viceministra del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), Deborah Rivas, y la directora general de Desarrollo del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), Inalvis Smith, agradecieron el apoyo de Rusia y el PMA a la Mayor de las Antillas.
La labor del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas en Cuba comenzó en 1963 con la asistencia a damnificados por el huracán Flora. Desde entonces se han realizado 23 operaciones de emergencia, así como 10 proyectos de desarrollo para lo que se han destinado más de 320 millones de dólares. En 2020, la organización humanitaria recibió el Premio Nobel de la Paz.
Entregan donativo de aceite vegetal de Rusia a Cuba. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Paolo Mattei, representante del PMA en Cuba, durante su intervención en el acto de entrega de donativo de aceite vegetal de Rusia a Cuba. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Deborah Rivas, viceministra del MINCEX, durante su intervención en el acto de entrega de donativo de aceite vegetal de Rusia a Cuba. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Entregan donativo de aceite vegetal de Rusia a Cuba. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
ONU: Encarecimiento del transporte marítimo puede provocar alzas de precios en importaciones y al consumidor
La Unctad advierte sobre “riesgos e incertidumbres crecientes” en el transporte marítimo e “impresionantes” repuntes en las tarifas, con repercusiones más negativas para pequeñas naciones insulares y países menos adelantados. Foto: ONU Noticias.
Si se mantiene la tendencia alcista en las tarifas del transporte marítimo mundial, aumentarán “considerablemente” los costos de las importaciones y los precios al consumidor, señala un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
Según el organismo de la Asamblea General de la ONU, si las tarifas de los fletes de los contenedores continúan sus altos niveles actuales, se prevé que los precios al consumidor mundiales sean un 1.5% más altos de lo esperado en 2023. El aumento llegaría al 7.5% en las pequeñas naciones insulares y al 2.2% en los países menos adelantados.
El Informe sobre el Transporte Marítimo 2021 de la Unctad pronostica que los precios de las importaciones aumentarán un 11% como promedio debido a la subida de los fletes, pero las naciones insulares, que dependen principalmente del transporte marítimo, podrían sufrir incrementos de hasta el 24%.
La Unctad afirma que la pandemia puso de manifiesto y amplió los problemas que ya existían en el sector del transporte marítimo, especialmente la escasez de mano de obra y las necesidades de infraestructura.
Sin embargo, el impacto de la pandemia de la COVID-19 en los volúmenes de comercio marítimo en 2020 fue menos grave de lo que se esperaba inicialmente. El comercio marítimo se contrajo inicialmente un 3.8% en 2020, reflejando un choque inicial, pero se recuperó posteriormente y se prevé un aumento de 4.3% en 2021.
Sobre este tema, la Unctad señala que, aun con esos resultados, los “efectos secundarios serán de gran alcance y podrían transformar el transporte marítimo”. Aunque las perspectivas a mediano plazo siguen siendo positivas, advierte que están sujetas a “riesgos e incertidumbres crecientes”.
Pese a una “incipiente” recuperación, el análisis de la Unctad esboza un panorama de “presiones sin precedentes” en las cadenas de suministro mundiales, unidas a “impresionantes repuntes en las tarifas de los fletes”, y con próximas e importantes alzas de precios para los consumidores y los importadores.
La secretaria general de l organismo, Rebeca Grynspan, destacó que la recuperación a largo plazo del sector “dependerá de la trayectoria de la pandemia y, en gran medida, de que seamos capaces de mitigar los factores adversos y de que las vacunas se desplieguen por todo el mundo”.
El informe también indica que los “cuellos de botella” ocasionados en la cadena de suministro obstaculizaron la recuperación económica, ya que el repunte del comercio se encontró con problemas logísticos derivados de la pandemia, tales como “la escasez de equipos y contenedores, servicios menos seguros, puertos congestionados y mayores retrasos y tiempos de espera”.
Al mismo tiempo, el sector se prepara para la adaptación y la resiliencia climática, así como para la urgente necesidad de descarbonizar y encontrar combustibles alternativos que reduzcan las emisiones de carbono, lo que inevitablemente tendrá un coste para la industria.
“De cara al futuro, la Unctad afirma que la recuperación socioeconómica mundial dependerá de un transporte marítimo inteligente, resistente y sostenible y de un amplio esfuerzo de vacunación mundial, en el que los países en desarrollo tengan un acceso más justo a las vacunas”, señala el informe.
Los precios de los alimentos afectan a los países en desarrollo
(Con información de ONU Noticias)
El maestro es el gran innovador del sistema educativo cubano
Dentro de todos los campos de investigación, la orientada a los procesos educativos, de aprendizaje y de formación de valores, es una de las más importantes y por eso se le debe conceder prioridad en el país. Desde esa reflexión, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, convocó a directivos, científicos y expertos del sistema de Educación a lograr que el maestro y el profesor sean innovadores desde su accionar cotidiano.
En el Ministerio de Educación —reconoció—existen una historia y un sistema de trabajo para la innovación, que se pueden seguir perfeccionando a partir de las propias ideas que desde el sector se desarrollan y conocen.
A su vez, dijo, el actual contexto nos impone desafíos muy exigentes, que demandan de investigación científica e innovación para solucionar problemas que hoy tenemos en el proceso docente-educativo y en el enfrentamiento a factores externos dentro de la sociedad, que influyen en los estudiantes.
En tal sentido, destacó dos fenómenos que están exigiendo de investigaciones por la repercusión que han tenido en el momento actual. Uno de ellos, enumeró, es la COVID-19, que nos golpeó la educación.
Primero —explicó— ralentizó los procesos educativos; fracturó un poco la relación de influencia de la escuela en los estudiantes; detuvo el aprendizaje; y ha traído consecuencias sicológicas y de comportamiento en varios niños, adolescentes y jóvenes.
De todo esto, consideró, tenemos que hacer investigaciones, para conocer el impacto que nos dejó la COVID-19 y saber cómo actuamos ante otro fenómeno similar. La enseñanza a distancia, ejemplificó, es una manera para enfrentar situaciones como esa, pero combinándola más con una mayor presencia en las aulas. En lo inmediato, con la reanimación del curso, valoró, tenemos que concentrarnos en ir recuperando el tiempo perdido en las aulas, sobre todo en el aprendizaje de los estudiantes, sin perder calidad.
El otro hecho que está impactando en la actualidad en nuestros estudiantes son las redes sociales, subrayó. Internet tiene que ser una herramienta para tener cultura, para elevar la información, para que sea emancipadora, y hoy lo que existe más que redes sociales, son redes digitales casi antisociales, porque lo que hay es un andamiaje de odio, de vulgaridad, de banalidad, que está influyendo en los muchachos, valoró.
Este es un reto importante —consideró— que tenemos que abordar desde la investigación y también desde la sicología; que tiene que ser interdisciplinario, teniendo en cuenta a la pedagogía, a la sicología y a la comunicación social.
Asociado a ello, señaló, está el desempeño de los maestros y los profesores. En tal sentido, consideró de vital importancia la categorización de los maestros: una categorización integral del desempeño, que ayudará a reconocer al que lo hace mejor, al que lo hace con maestría pedagógica, del que no.
Foto: Estudios Revolución
Desde esa perspectiva, la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, tras presentar las principales líneas de acción asociadas a las actividades de ciencia e innovación, aseguró que es un camino en el que se deberá continuar potenciando la renovación de sus formas de hacer, fortaleciendo la atención a la formación académica, el desarrollo de proyectos institucionales, la socialización de los resultados y el sistema de reconocimiento para el logro exitoso del cumplimiento de la misión educacional.
«Este es un trabajo que tenemos que seguir perfeccionando y en el cual tenemos que seguir preparándonos para tener más éxitos. Hay una obra hecha y otra que está por hacer, pero estamos empeñados en que esto se haga bien», aseguró.
Apuntes para el accionar en las aulas
El diálogo estuvo encaminado también hacia temas de vital trascendencia para la Educación cubana como el desarrollo y la preparación de doctores en Ciencias de la Educación, desde lo cual se puede contribuir a la formación doctoral en otras áreas del conocimiento; y la urgencia de potenciar a nivel de territorio esa formación doctoral y vincularla a las investigaciones de la Universidad.
Entre las muchas fortalezas de estos vínculos, Ondina León Díaz, directora general de Investigación y Postgrado del Ministerio de Educación Superior, destacó la manera en que se ha asumido a las propias escuelas, y no a la Universidad, como el escenario de formación doctoral; es ahí donde hacen sus proyectos, sus investigaciones, y eso le da una gran fortaleza al sistema educacional.
El reto es extraordinario —reconoció el ministro de Educación Superior, José Ramón Saborido Loidi— porque para obtener los resultados que necesitamos es vital que las acciones que se llevan a cabo impacten de manera positiva en la calidad de los procesos educativos en la base. Asociado a ello destacó la importancia de que los temas que se escojan desde el Ministerio de Educación para la preparación de los recursos humanos y la ciencia, también se vinculen a las ciencias específicas que se desarrollan y que las personas se preparen, no solamente en la pedagogía, además para elevar la calidad de los estudiantes.
«El recurso humano es esencial si nosotros queremos lograr que allá, donde se forman ese niño y ese joven, se obtenga un resultado de valores de todo tipo que impacte en el proceso», valoró.
Desde la responsabilidad que tiene el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, como centro autorizado para la formación de postgrados en el país, su directora Silvia Navarro Quintero enfatizó en que es «el aula el escenario, el laboratorio natural, para la gestión de los proyectos, y el gran innovador del sistema educativo cubano, es el maestro, porque en la manera en que él planifique su proceso de enseñanza y aprendizaje, en que contextualice, identifique cómo trabajar las herramientas pedagógicas para accionar de manera diferenciada con la heterogeneidad de sus alumnos, está la principal innovación».
Nuestra responsabilidad —dijo— es preparar a los docentes y directivos con las herramientas para ello.
Foto: Estudios Revolución
El escenario que hoy estamos viviendo con las acciones en los barrios, abundó, nos va dando las pautas de hacia dónde encaminar esa pedagogía que estamos recontextualizando desde nuestro proyecto y de conjunto con los municipios.
Al respecto, Gustavo Deler Ferrera, presidente de la Asociación de Pedagogos de La Habana, enfatizó en la urgencia de no perder de vista «el papel que tienen el consejo popular; la escuela, enmarcada en un consejo popular; el barrio; y la comunidad». Hoy estamos dando un nuevo significado al valor que tiene la pedagogía social, la pedagogía comunitaria, dijo, al tiempo que reconoció que la idea de que el Ministerio entre a un consejo popular con proyectos de desarrollo local constituye un reto del cual quedan aprendizajes significativos.
Sobre esa misma línea de pensamiento, el Presidente de la República insistió en la trascendencia de no perder de vista —dentro de los conceptos de desarrollo territorial y el perfeccionamiento—, que la escuela se convierte en el centro de la comunidad.
Entre los muchos retos que eso entraña, definió la importancia de prever cómo articulamos todo con los municipios y cómo formamos a las autoridades de Gobierno —incluyendo a las autoridades territoriales—, en materia educativa, para que sepan gestionar los conceptos de ciencia e innovación en la escuela, que es donde vamos a ganar la batalla.
Ahora tenemos que ser capaces —enfatizó— de socializar, generalizar y evaluar los impactos de las investigaciones que se están desarrollando en cada territorio. Todo eso va a dar mucho en la transformación que queremos hacer a nivel comunitario, en los barrios, en la pedagogía comunitaria, en la educación popular, en lo cual están haciendo varios agentes, que no son esencialmente del sistema educacional, y lo están haciendo bien.
Cuba: El otro 15 de noviembre
Vuelve la alegría de los reencuentros, cuya metáfora más hermosa y prometedora es el de los estudiantes con sus maestros. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.
Las eficaces vacunas cubanas contra la covid-19 revuelven estómagos en la Casa Blanca, el Departamento de Estado, la CIA, la “comunidad de inteligencia” y, por supuesto, el reducto contrarrevolucionario de Miami. Son hoy el símbolo arquetípico de la resistencia contra el imperio del norte, de la independencia, la soberanía y del triunfo de la vida sobre la enfermedad y la muerte.
El enemigo imperialista y la contrarrevolución querían un baño de sangre en Cuba el 15 de noviembre. Sabían que, para esa fecha, la pandemia en la Isla estaría bajo control, los escolares volverían a las escuelas y universidades, los aeropuertos se abrirían al turismo, terminaría la larga noche de la separación de amigos y familiares –residentes en Cuba y en otros países– y tanta angustia y dolor impuestos por dos años casi íntegros de cuarentena. Estallaría la alegría de los reencuentros, cuya metáfora más hermosa y prometedora es el de los estudiantes con sus maestros. Por cierto, ha sido emocionante y festivo.
Llegaría también el momento de festejar la hazaña lograda por el robusto sistema de salud y de investigación en biociencias, por sus abnegados y heroicos integrantes, mujeres y hombres, que tantas vidas arrebatan al virus en territorios y hospitales, y que con tanto amor y abnegación crearon las vacunas en los centros de investigación y también otros fármacos, de los que se ha hablado menos, muy efectivos en la disminución de la letalidad entre los contagiados. Este indicador es bastante más bajo en Cuba que la media mundial y de las Américas.
El presidente Miguel Díaz-Canel, al referirse al plan desestabilizador de Estados Unidos y la contrarrevolución para el 15 de noviembre, advirtió que no nos iban a aguar la fiesta. Y es que no existía ambiente político que favoreciera la llevada y traída marcha ni disponían de un mínimo de apoyo social para realizarla. El soñado baño de sangre se les convirtió en pesadilla.
La mediática marcha, que llegó a publicitarse como un acto universal contra la “dictadura castrista”, solo existía en la imaginación del grupo que maneja en Washington la política hacia Cuba y sus operadores en Miami y en la Isla. Quién sabe qué tonterías le informen al presidente Biden, que no ha manifestado ningún interés en derogar las 243 medidas aplicadas por Trump para recrudecer el bloqueo, pese a haberlo prometido en su campaña.
Sus voceros dale y dale con la marcha y la amenaza de nuevas “sanciones” si el Gobierno cubano la reprimía. La estupidez política de esos personajes rebasa los límites de lo imaginable. Sí ocurrió algo universal: una creciente ola mundial de solidaridad con Cuba.
El evidente control de la pandemia logrado por Cuba significa la neutralización del principal aliado escogido por Washington para, en unión con el bloqueo reforzado, crear una gran tragedia humana en el país, como parecía perfilarse a mediados de este año. A tal extremo es así que, en medio de la contingencia sanitaria, adoptaron 60 medidas adicionales de asfixia económica contra la Isla.
El control de la pandemia permite el regreso seguro del turismo y significa que vuelve a caminar la locomotora que tira del resto de la economía cubana. Se abre el pequeño espacio económico en el que los cubanos están decididos, pese a las restricciones del bloqueo, a desarrollar, hacer avanzar y expandir la economía del país. Lograrlo exigirá combatir duro el burocratismo y lo mal hecho. No es solo mantener las conquistas sociales históricas de la Revolución –casi siempre en medio de situaciones de escasez y precariedad provocadas por el cerco gringo–, sino también hacer que el socialismo “próspero y sostenible” se convierta en realidad cotidiana.
Para ello, Cuba cuenta con herramientas muy poderosas: la educación, la cultura y la conciencia revolucionaria de su pueblo, el desarrollo de la ciencia y la tecnología nacionales y su experiencia de impulso constante a la innovación, experimentada desde los años iniciales, al estímulo de Fidel, creador del complejo de centros de investigación surgido en el periodo revolucionario.
Otros recursos verdaderamente estratégicos son el poder popular y la democracia participativa y protagónica. Estos, como se aprecia en el plan de atención a los barrios vulnerables, pueden conseguir lo que hasta hace poco podían parecer milagros. La trasformación en sus condiciones de vida material y espiritual, la elevación de su autoestima, la energía creativa que se desprende de esos barrios, anuncia lo que parece ser otra revolución dentro de la Revolución, con grandes alcances y posibilidades extraordinarias de extenderse a todas las comunidades del país como método de organización y dirección política de abajo a arriba y viceversa.
Lo del barrio ha de decidirse en el barrio y no en otras instancias, repite Díaz-Canel en sus frecuentes visitas y pláticas con sus pobladores de un extremo a otro de la Isla.