En Altos de Mompié, el 3 de mayo de 1958, Fidel Castro fue designado Comandante en Jefe del Ejército Rebelde.
Aquella no fue una reunión cualquiera, una más entre muchas, sino todo lo contrario. Había demasiado en peligro, y las sensaciones no resultaban agradables, después del fracaso de la Huelga General Revolucionaria del nueve de abril de 1958.