Día: 15 julio, 2015

Cuba cerrará empresas estatales que tienen saldos negativos desde 2012

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Asamblea Nacional Trabajo en Comisiones, Sala 3 Asuntos Economicos. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Ciento veintitrés empresas estatales cubanas terminaron el año 2014 con saldos negativos en su gestión y 24 de ellas se extinguirán este año tras reportar pérdidas económicas reiteradas desde 2012, según revela un informe parlamentario divulgado este lunes por el diario Granma.

Otras seis entidades que fueron evaluadas con resultados negativos en 2014 tienen aprobado trabajar hasta el próximo año, según la información presentada a los diputados por la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional.

Está prevista además la recuperación de otras 26 durante el año en curso, a partir de previsiones de las propias empresas o por cambios en el sistema de financiación.

Los parlamentarios llamaron la atención sobre las ‘consecuencias sociales’ de estas deficiencias y criticaron los problemas en la ‘gestión’ de las empresas agrarias, las ‘debilidades’ en su dirección y la ‘falta de programas’ de desarrollo sobre la base de la ciencia y las inversiones, dijo el Granma.

Del Minag específicamente, que concentra el mayor volumen, 23 tienen prevista su extinción y se encuentran en diferentes fases de ese proceso; 16 deben enrumbar sus resultados económicos durante este 2015; y otras dos entidades estiman recuperarse el próximo calendario.

Según el informe presentado, el Grupo Em­presarial Azcuba, que también cuenta con cin­co empresas con pérdidas, prevé su recuperación este año, luego de efectuar un grupo de acciones que les han permitido recobrar su gestión y en estos momentos muestran resultados positivos en sus estados financieros.

Además se conoció que al cierre del primer trimestre de este año 65 empresas de todo el país muestran pérdidas.

Durante las fiscalizaciones realizadas por los diputados en dicho periodo se comprobó, de acuerdo con Utrera Caballero, que en los primeros meses del 2015 existían entidades que no tenían en su poder el plan aprobado. Se evidenció, además, que aún persisten dificultades en el proceso de planificación, pues en varias empresas lo previsto difiere sobremanera de lo real obtenido.

Ello fue valorado de inaceptable por los parlamentarios, quienes reconocieron que mientras existan estas problemáticas no puede ha­blarse de desarrollo sostenible. De igual forma, insistieron en que los análisis superen el ámbito empresarial y tengan en cuenta las consecuencias negativas de las pérdidas en la satisfacción de las necesidades de la población.

Una intervención medular fue la del diputado Giraldo Jesús Martín, del municipio de Jo­ve­llanos, de Matanzas, quien reflexionó sobre los hondos problemas de la Agricultura en materia de gestión organizacional, descapitalización empresarial, insuficiente capacitación de los re­cursos humanos y baja aplicación de los re­sultados científicos.

Alexis Rodríguez, director de Contabilidad y Precio del Minag, explicó que la extinción de las empresas con pérdidas sostenidas no implica una disminución de los niveles de actividad sino un reordenamiento de los recursos para la prestación eficiente de los servicios.

Mientras Lina Pedraza, ministra de Finan­zas y Precios reconoció “la imposibilidad del Minag para dar respuesta por sí solo a la situación de las deudas que vienen arrastrando en su gestión, por lo cual habrá que darle seguimiento y apoyo”.

Los parlamentarios también intercambiaron sobre los resultados derivados de las visitas a 34 municipios del país, pertenecientes a las provincias de Las Tunas, Holguín, La Habana y Sancti Spíritus, con el propósito de fiscalizar la implementación de las medidas que aseguran el cumplimiento del plan de la Economía.

La diputada Gricel Castro, presidenta de la co­­misión, comentó que fue revisada la aplicación de la Resolución 17, del Ministerio de Tra­bajo y Seguridad Social, en 25 entidades de las provincias mencionadas.

Tales controles arrojaron que existen entidades que no tienen actualizada la guía de autocontrol de la Contraloría General de la Re­pú­blica ni los trabajadores dominan su contenido, persisten deficiencias en el control interno y en la gestión de los recursos humanos, pagos sin respaldos productivos, lo que afecta el Pre­supuesto del Estado, así como insuficiencias en el proceso de contratación que propician condiciones para presuntos hechos delictivos.

Las diez comisiones permanente del Parlamento iniciaron el pasado sábado sus debates previos al primer pleno ordinario del año, previsto para el próximo miércoles.

(Tomado de Cubadebate con información de Granma)

Francis Ford Coppola: el cine es la forma más alta de expresión que tiene el arte

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Encuentro de Francis Ford Copolla con los estudiantes de la EICTV de San Antonio de los Baños. Foto: Alba León Infante

Francis Ford Coppola, el admirado realizador de filmes como El Padrino (1972), Apocalypse Now (1978), Cotton Club (1984), y Drácula (1992), entre otros, se encuentra en Cuba, invitado por la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.

El también productor, guionista, vinicultor y hotelero, permanecerá en la Isla hasta el próximo día 19 de julio, y trajo consigo a sus hijos, a sus nietos, y una honda y pertinaz preocupación: el futuro del cine, de lo cual conversó con el periódico Cubarte.

Se ha anunciado que usted va a sostener un intercambio con los estudiantes de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. ¿Va a realizar una especie de evaluación de algunos de los trabajos cinematográficos de estos alumnos?

Sí, me van a mostrar trabajos  y yo daré mis mejores consideraciones, pero  yo estoy sobre todo interesado en responder a sus preguntas, ver cuáles son las tendencias que están trabajando  y conversar con ellos acerca de cuál será el futuro del cine,   porque  estoy muy interesado en esto, y esos jóvenes son los que van a realizar ese cine del futuro.

¿Sobre este tema conversará además con directores de cine cubanos de más experiencia?

No sé, pero estaría muy feliz de debatir con directores ya establecidos si la escuela los invita.

Recientemente usted recibió el Premio Princesa de Asturias de las Artes. ¿Qué lugar ocupa este reconocimiento en el conjunto de los muchos lauros que ha recibido por su carrera cinematográfica?

Es un honor maravilloso, pero le voy a ser honesto, aunque los agradezco yo no estoy tan interesado en premios y condecoraciones, mi objetivo principal es el futuro del cine, a dónde se encamina y conversar con los cineastas jóvenes sobre el cine no solo en Cuba, sino en cualquier país, porque va más allá de cualquier espacio geográfico, el cine es la forma más alta de expresión que tiene el arte.

Yo he disfrutado el cine  de muchos, muchos países, de Japón,  Suecia, Italia, Estados Unidos, Cuba, de Francia: el cine le pertenece a todas las gentes de todas las naciones.

Si pudiera volver a realizar El Padrino, y a partir de su interés en analizar el futuro del cine ¿qué no haría?

Esa es una de esas preguntas imposibles de contestar porque yo  hice El Padrino  cuando tenía treinta años, ahora soy una persona completamente diferente y si le soy sincero ni recuerdo como era yo en esa época; ahora   estoy interesado en algo mucho más ambicioso que el cine comercial.

¿Cuál es su opinión personal acerca del proceso en desarrollo de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba?

Personalmente yo he estado esperando por esto durante mucho tiempo; recuerdo muy bien el privilegio de mi encuentro con Fidel hace 30 años, en el que me dijo que  le parecía que las relaciones iban a mejorar con el gobierno del presidente Jimmy Carter. Yo me sentí muy contento, pero eso no sucedió así.

Yo  admiro mucho a nuestro presidente Barack Obama, pienso que es un gran presidente, pues bajo su mandato se han producido eventos que han mejorado la vida de la gente en Estados Unidos, en cuanto a la salud, a  otras garantías constitucionales para todos, quizás un cierto avance en las relaciones con Irán, y esta normalización de las relaciones con Cuba es una excelente decisión y…, sí, apoyo esta idea con mucha felicidad.

(Tomado de Cubadebate con información de Cubarte)

Nave “New Horizons” realiza con éxito acercamiento a Plutón (+ Inforgrafía)

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nasa new horizon 2La Agencia Espacial Estadounidense (NASA) confirmó que la nave “New Horizons” sobrevivió con éxito la la histórica aproximación a Plutón luego de nueve años y 5000 millones de kilómetros recorridos, donde pude recolectar numerosos datos que permitirán conocer más acerca de este planeta.

“Tenemos la confirmación de una aproximación exitosa”, anunció la NASA en su cuenta de la red social Twitter, tras una espera de 22 horas en las que la nave estuvo incomunicada con la Tierra para recabar datos de Plutón.

Los técnicos de la agencia espacial estadounidense, que temían un eventual problema, recibieron con alivio este mensaje durante esta noche.

(Tomado de Cubadebate con información de EFE)

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Una biografía apasionante, como una novela o como una película…

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Presentan este martes el libro “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Es una biografía, pero es más, es como una novela, la novela más apasionante que hayas leído.” Así me describió Juan Carlos Rodríguez el libro que por fin tengo en las manos: “Raúl Castro: un hombre en Revolución”, de Nicolai S. Leonov.

Fue hace un par de meses, cuando el director de la editorial Capitán San Luis visitó nuestra oficina para una colaboración periodística y me comentó algunos detalles del trabajo que estaban haciendo. Venía de la imprenta, con la que compartimos sede y donde se trabajaba ya en el proceso de impresión.

A retazos, bajo una emoción inusual, Juan Carlos me contó entonces pasajes del libro con anécdotas del joven Raúl que jamás había escuchado. Unas semanas después, otro apasionado de la historia, el cineasta cubano Manuel Pérez, quien conoció y entrevistó largamente a Leonov en Moscú, me dijo más o menos lo mismo, aunque desde su perspectiva audiovisual: “No conozco el libro lamentó pero si Leonov escribe como habla, debe ser una maravilla. He vuelto a revisar su testimonio y es una película de la historia, pero una película extraordinariamente apasionante…

Esta mañana, en el Palacio de Convenciones, mientras un Eusebio Leal contenido, trataba de resumir las esencias de 400 páginas, ante un auditorio evidentemente ansioso por leer sus ejemplares ya en mano, miré más de una vez hacia la butaca vacía donde habitualmente se sienta el protagonista. Tampoco el autor asistió a la presentación que, no por discreta, dejó de ser emotiva.

El historiador de La Habana, sin más apuntes que su memoria y el privilegio del que conoce bien lo que ya ha leído, puso en el aire palabras que acaso completarán las ediciones futuras del libro, cálido aviso de lo que esas páginas encierran y que hasta ahora solo formaban parte del imaginario colectivo, como la legendaria lealtad a los amigos, a la familia, al país, a la humanidad en definitiva, de un hombre que también es parte de nosotros mismos.

Presentan este martes el libro “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Presentan este martes el libro “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Presentan este martes el libro “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Mariela Castro firmó algunos de los libros durante la presentación en el Palacio de las Convenciones de “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Jóvenes en el Palacio de las Convenciones durante la presentación de “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Presentan este martes el libro “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Presentan este martes el libro “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Presentan este martes el libro “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Presentan este martes el libro “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Presentan este martes el libro “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Presentan este martes el libro “Raúl Castro, un hombre en Revolución”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Tomado de Cubadebate

Las relaciones económicas entre Cuba y EEUU en un nuevo escenario

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I

Las nuevas condiciones surgidas a partir del 17 de diciembre del 2014 que apuntan hacia una gradual normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, han provocado un amplio debate en los medios acerca de las posibles condiciones en que se desarrollarán los vínculos económicos entre los dos países de ahora en adelante. En tal sentido, aún resulta muy temprano para llegar a consideraciones de mayor calado en el tema, aunque pueden anticiparse algunas consideraciones que contribuyan a enmarcar mejor el análisis.

Ante todo es necesario señalar que desde el año 2001 han existido relaciones económicas entre los dos países, o más precisamente vínculos en una sola dirección. Estos se enmarcan en la decisión de la administración del presidente William Clinton al aprobar en el año 2000 la Ley de Reforma a las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones para permitir excepcionalmente la venta de alimentos y medicinas a Cuba. Esta decisión se adoptó ante los daños causados a la isla por huracanes que la azotaron, pero la misma contenía una serie de importantes restricciones.

La más importante es que no modificaba otras disposiciones vigentes para implementar el bloqueo a Cuba. Así, por ejemplo, la compra de productos por parte de Cuba requería una autorización específica del Tesoro norteamericano; las operaciones tenían que pagarse por adelantado y en efectivo, pero no podían realizarse en dólares de Estados Unidos; y la transportación de los productos tenía que efectuarse en barcos contratados por los vendedores en EEUU, entre las restricciones más importantes. Adicionalmente a esta ley se le adicionó como enmienda la prohibición expresa de viajes turísticos a Cuba como parte de las negociaciones con los elementos más derechistas del Congreso para lograr su aprobación.

A pesar de estas dificultades a Cuba le resultaban beneficiosas un conjunto de compras de productos como el arroz de alta calidad, donde –aun a precios similares o superiores al de otros mercados- el costo total resultaba inferior por la cercanía geográfica entre los dos países en comparación con otros mercados mucho más distantes, lo que abarataba mucho el pago por fletes.

Las compras cubanas a productores agropecuarios de EEUU totalizaron –según datos del Anuario Estadístico de Cuba- 5,802 millones de pesos entre los años 2002 y 2013, lo que, sin embargo, solo representó el 4.7% del total de las importaciones del país, mostrando una tendencia decreciente a partir de un máximo de unos 598 millones alcanzado en el 2008.

Trascender este escenario limitado de importación de alimentos requiere eliminar el bloqueo económico contra Cuba y aunque el presidente Obama se pronunció por su desmantelamiento y conserva importantes facultades para hacerlo, la decisión de fondo se encuentra en manos del Congreso en donde prepondera la visión conservadora –y en muchos casos anticubana- del Partido Republicano. En este nuevo escenario no se detienen los actos punitivos, ya que acaba de anunciarse una multa de 1,710 millones de dólares al banco alemán Commerzbank por efectuar operaciones asociadas a Cuba entre otros países sancionados por EEUU.

El levantamiento del bloqueo sin dudas ofrece una oportunidad de negocios con la isla que no escapa a la consideración de importantes empresas norteamericanas que ya se han pronunciado al respecto. De otra parte, para Cuba los vínculos económicos con EEUU presentan un potencial de negocios y un desafío de significativa importancia en una serie de esferas que tributan a la estrategia de desarrollo del país.

No obstante, el carácter y las condiciones en que deben desarrollarse estos vínculos requiere examinarlos a la luz de la seguridad económica del país. En tal sentido uno de los principios por los que se trabaja en las relaciones comerciales y financieras internacionales de cara al futuro, se refiere a la diversificación de esas relaciones y a la necesidad de desconcentrar los riesgos asociados a una excesiva dependencia externa .En síntesis, por muy ventajosos que económicamente sean estas relaciones económicas con EEUU en un futuro no lejano, las mismas no deben conducir a la reproducción de las relaciones de dependencia externa que el país ha padecido durante muchos años.

II

Un elemento que ha venido desarrollándose a lo largo de muchos años -no sin enfrentar obstáculos importantes en diferentes etapas- es el de los viajes a Cuba de ciudadanos residentes en Estados Unidos.

Partiendo de que el turismo como tal está prohibido como modalidad de visita a Cuba, medida que forma parte de la ya citada Ley de Reforma a las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones del año 2000, el gobierno norteamericano ha establecido 12 tipos de motivos factibles para viajar a nuestro país que -hasta el 17 de diciembre de 2014- requerían en muchos casos licencias específicas para efectuarse.

Estas categorías de viaje incluyen las visitas de carácter familiar que fueron limitadas durante la administración de George Bush y que resultaron nuevamente ampliadas por Barack Obama en 2009. Mediante esta modalidad han viajado a Cuba los cubanoamericanos en una cuantía que pasó de 163 106 personas en 2006 a 386 367 en 2014, para un crecimiento de 2,4 veces. Por otro lado, bajo las otras 11 categorías de viaje autorizables viajaron a Cuba 36 808 norteamericanos en 2006 y 91 400 el pasado año, para un crecimiento de 2,5 veces.

A partir de las decisiones adoptadas por el gobierno de Estados Unidos el 17 de diciembre del pasado año pueden valorarse algunos impactos a corto plazo en Cuba, parte de los cuales se comienzan a registrar ya en 2015.

En primer lugar, se autorizó elevar el nivel oficial de las remesas de 2 000 USD al año por persona a 8 000 USD. Sobre este tema la estimación oficial anunciada en la Asamblea Nacional del pasado diciembre ubicaba los envíos en unos 1 500 millones de dólares para el presente año, pero cabe esperar una cifra superior.

Al respecto, vale la pena recordar que las estadísticas de las remesas se basan en cifras estimadas, tomando en cuenta que la mayoría no se realizan institucionalmente sino de persona a persona. Esta peculiaridad ha hecho que exista un notable nivel de especulación acerca de su cuantía y su impacto en la sociedad cubana.

Existen estimados elaborados en Miami que tienden a incluir en la cifra de remesas todo tipo de envío a Cuba, desde los paquetes de medicinas hasta las tarjetas para la recarga de teléfonos celulares, lo cual eleva las mismas significativamente. No obstante, especialistas como Manuel Orozco, de Diálogo Interamericano, han trabajado durante años el tema y ofrecen valoraciones más razonables al coincidir en que se debe producir un incremento de las remesas monetarias a Cuba en este año. De este modo, puede asumirse que su cuantía va a ser superior a los 1 500 millones de dólares, aunque no cabe esperar un incremento que vaya más allá de 200 o 300 millones en 2015.

También resulta interesante destacar que -según estudios realizados por Orozco y otros especialistas- se ha estimado que el impacto de las remesas cubre alrededor del 25% de la población cubana y que alrededor del 50% de su valor en los últimos años se considera capital de trabajo del sector privado y cooperativo en Cuba, dato que se refuerza al saber que solo el 2% de los créditos a la población que otorga la banca cubana ha sido solicitado por los trabajadores por cuenta propia.

En cuanto a los viajes de residentes en EEUU a Cuba, cabe esperar un aumento ya en el presente año dada la extensión de las licencias generales y mayor flexibilidad para viajar, así como la posibilidad del uso de tarjetas de crédito en Cuba, medida aún por implementar en la práctica.

De las 12 categorías de viajeros autorizados -dejando aparte las visitas por motivos familiares-, se espera que aumenten especialmente las visitas académicas y de negocios.

El volumen de este crecimiento puede estimarse partiendo de cálculos del especialista Antonio Díaz, de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, quien considera un aumento de 50 000 visitantes en el año, lo cual puede reportar ingresos brutos de entre 50 y 100 millones de dólares para el país. Otros estimados manejan cifras muy superiores, pero no hay elementos suficientes para considerarlos.

En todo caso este -que resultará el impacto de mayor significación a corto plazo de las decisiones adoptadas- merece un análisis más detallado.

III

Uno de los temas que más atención ha recibido después del 17 de diciembre de 2014 es el referido a los viajes a Cuba por parte de residentes en EE.UU. Incluso ya existe una iniciativa en el Senado (la S-299) que defiende la libertad de viajar a nuestro país.

Un primer elemento que se incluye en el debate actual es el referido a cuál sería el número de visitantes que vendrían a Cuba, una vez que se produzca en Estados Unidos la autorización de viajes con motivos turísticos. Algunos estimados calculan un incremento de entre dos y cuatro millones de personas al año, aunque el especialista Ricardo Machado mencionó en una entrevista reciente una cifra entre 800 mil y 1,5 millones de turistas norteamericanos en un primer momento, con una estabilización posterior en 500 mil visitantes anuales, lo que parece más razonable.

Estas cifras resultan significativas si se tiene en cuenta que el pasado año arribaron al país 91 400 ciudadanos estadounidenses, a lo que habría que añadir 386 367 cubano-americanos, cifra que podrá seguir creciendo en los próximos años también.

Considerando la proyección más baja -aunque un cálculo preciso requeriría de otras informaciones-, si se parte de un gasto por turista/día similar al actual, se obtendría un ingreso bruto adicional estimado de entre 750 y 1 400 millones de dólares anuales.

Al evaluar este incremento habría que tener en cuenta también la capacidad de alojamiento disponible. En tal sentido, la información disponible muestra que el país contaba en 2014 con 60 440 habitaciones para el turismo internacional y se estima que en 2016 alcanzarán 74 130.

No obstante, un problema a considerar es que -según estiman los especialistas- los norteamericanos que visiten Cuba probablemente se caractericen por preferir el llamado turismo de ciudad, y hoy las ciudades representan solo el 22,8% de las capacidades hoteleras, mientras que el 71,7% está en sitios de sol y playa.

Otras modalidades que pudieran resultar igualmente atractivas serían el turismo de salud, pero dispone únicamente del 1,6% de las habitaciones hoteleras, y el turismo de naturaleza, con el 2,2%.

Debe tomarse en cuenta que se trata de un turismo que aprecia una mayor calidad en los servicios, y que en él tendrá un peso importante el turismo de la tercera edad y de larga estancia junto al turismo de salud. De este modo, Cuba tendría que incrementar a corto plazo sus capacidades en los destinos más buscados por los nuevos visitantes, lo cual implicaría modificar también la cartera de oportunidad de negocios de la inversión extranjera, que continúa centrada en áreas de sol y playa.

Un factor que pudiera brindar cierto nivel de flexibilidad para el manejo de las nuevas inversiones es la capacidad de renta del sector privado -que ya alcanza más de 18 800 habitaciones-, pero el mismo también tendría que adecuarse a las características de una demanda con un nivel de exigencia mucho más alto.

Otro elemento a tomar en cuenta en el nivel de calidad del turismo que se oferte es la preparación del personal, que deberá operar con un mayor nivel de personalización y flexibilidad en los servicios, lo cual requerirá capacitación para conocer los polos caribeños más frecuentados por los norteamericanos, así como un estudio más profundo del mercado y sus tendencias en los próximos años, incluyendo la competencia de polos como Jamaica, Cancún, República Dominicana y el propio estado de la Florida.

Finalmente, habrá que considerar las condiciones para ampliar el turismo de cruceros, que en estos momentos cuenta con un lobby que presiona a diferentes instancias del gobierno norteamericano para contar con la posibilidad de incluir visitas a Cuba en sus itinerarios, lo cual ofrece beneficios inmediatos sin costos apreciables.

En lo inmediato -tal y como ya se ha planteado- cabe esperar un crecimiento en el número de visitantes de acuerdo con las categorías ya autorizadas por el gobierno norteamericano para viajar a Cuba, lo cual demanda ajustes inmediatos en la política del sector.

Todo lo que se haga en función de incrementar la capacidad de absorción del turismo norteamericano también beneficiará la captación de turistas de otros mercados. Para ello se cuenta con un período de tiempo limitado que debemos aprovechar eficientemente.

IV

La reactivación de relaciones comerciales y financieras entre Cuba y Estados Unidos muestra escenarios a corto y largo plazos en los que se pueden apreciar diferentes alternativas, aunque siempre corresponderá a los norteamericanos una mayor incidencia, tomando en cuenta las restricciones que han establecido a lo largo de los años en estas relaciones.

En ese contexto, entre finales de enero y principios de febrero de este año se plantearon tres proyectos de ley en el Congreso de EE.UU. Se trata de iniciativas presentadas en el Senado (la S-299 “Freedom to Travel to Cuba Act of 2015” y la S-491 “Freedom to Export to Cuba Act of 2015”) y una promovida en la Cámara de Representantes (HR-635 “Promoting American Agriculture and Medical Exports to Cuba”).

Estos proyectos de ley se encaminan a desmontar parcialmente disposiciones hoy vigentes del cuerpo legal que norma el bloqueo a Cuba con vistas a impulsar el establecimiento gradual de relaciones comerciales entre los dos países.

En tal sentido, vale la pena recordar que desde 2001 Cuba ha venido realizando compras a empresas agrícolas norteamericanas de pollo, maíz, soya, trigo y pienso animal, las cuales alcanzaron su punto más alto en 2008 y totalizaron 4 689 millones de dólares hasta 2013.

Para tener una idea de su connotación, baste señalar que en este último año las compras de pollo se realizaron en un 72,3% en el mercado norteamericano. Por otra parte, como ya se apuntó en otra parte de este trabajo, las visitas de residentes de Estados Unidos a Cuba crecieron alrededor de 2,5 veces desde 2006.

Tomando estos elementos en cuenta, es explicable que los sectores de mayor interés a corto plazo para los hombres de negocio del país vecino sean precisamente el turismo, la hostelería y los servicios de viaje; el transporte marítimo, las telecomunicaciones, la industria de los materiales de construcción y la agricultura. En este punto se destaca la presión que vienen ejerciendo los operadores de cruceros, que en sus visitas a Cuba pueden brindar una importante capacidad de alojamiento inmediata a bordo sin necesidad de nuevas inversiones.

Junto a estas consideraciones no debe perderse de vista el declarado interés del gobierno estadounidense por impulsar el sector privado en Cuba, para lo cual se ha aprobado la exportación de un conjunto de bienes y equipos, incluidos dispositivos de comunicaciones que solo se venderían a ese sector y no a las empresas estatales cubanas. Desde luego, la política a adoptar en este sentido por la parte cubana es un elemento a considerar.

Por parte de Cuba, existe un conjunto de potencialidades de negocio también a corto plazo, que en parte coincide con los intereses de Estados Unidos.

Se trata, en primer lugar, de las telecomunicaciones, donde ya se firmó en febrero un primer acuerdo entre ETECSA y la firma norteamericana IDT, que permitirá la comunicación directa entre ambos países.

En el ámbito del turismo resulta evidente la necesidad de ampliar la capacidad de alojamiento en ciudades como La Habana, incluyendo nuevas inversiones para la recepción de cruceros -tal y como viene haciendo la Oficina del Historiador en la bahía capitalina-, así como nuevos emprendimientos que permitan desarrollar rápidamente la industria de la cultura y el entretenimiento.

Merece especial atención el hecho de que Cuba tiene una gran ventaja competitiva para el turismo de salud y de la tercera edad, particularmente valorando que -según datos del investigador José Luis Perelló- casi el 24% de los visitantes en el último quinquenio son mayores de 60 años.

También hay que tomar en cuenta que la administración Obama autorizó que los visitantes norteamericanos puedan importar productos cubanos por 400 dólares, de ellos 100 dólares en alcohol y tabaco.

Particularmente se destaca la potencialidad del mercado Premium del tabaco en Estados Unidos, donde se ha señalado que Cuba pudiera cubrir ventas por unos 270 millones de dólares al año, un 30% del mercado.

En el caso de las bebidas, Estados Unidos absorbe el 40% del segmento mundial de alta calidad, donde el ron cubano tiene un espacio asegurado, con ventas de seis millones de cajas en 125 mercados. No obstante, está pendiente una nueva revisión en el litigio sobre la marca Havana Club, que fue otorgada por un tribunal estadounidense a la firma Bacardí. Si se mantuviera el fallo contrario a Cuba, se piensa vender el mismo ron cubano de alta calidad bajo la marca Havanista, que ya está registrada de forma exclusiva para Estados Unidos.

Otras potencialidades a considerar por Cuba se refieren a los productos farmacéuticos de la biotecnología, así como al trabajo de elaboración de software en las TICS y la posibilidad de desarrollar exportaciones agrícolas de alta calidad para el mercado estadounidense, entre otros renglones.

No se debe dejar de apuntar que estos nuevos escenarios enfrentarán también importantes obstáculos. El primero de ellos es la resistencia dentro de EE.UU. al levantamiento total del bloqueo, que algunos analistas consideran que solo se producirá dentro de cuatro o cinco años.

Igualmente, las reclamaciones producto de las nacionalizaciones de propiedades norteamericanas en Cuba -por unos 7 000 millones de dólares- son un tema a tomar en cuenta, aunque su solución deberá verse en el contexto de la respuesta a la demanda cubana por daños económicos del bloqueo, cifrados en 121 000 millones de dólares, que los tribunales cubanos aprobaron en 2000, considerando -además- su actualización.

Finalmente, cabe suponer que el nuevo escenario brindará importantes oportunidades para Cuba, las que se irán concretando gradualmente en la misma medida en que se eliminen las restricciones establecidas, comenzando en lo inmediato con la salida de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo (en la que se le incluye desde 1982), algo que también tiene significativas repercusiones comerciales y financieras.

De igual modo, se presentan importantes desafíos para nuestro país, no solo económicos, sino también políticos y sociales, que deben ser enfrentados con la sabiduría que suponen más de 50 años de enfrentamiento a fuerzas que no renuncian a sus propósitos de cambiar el orden político en Cuba.

(Tomado de Cubadebate y publicado en cuatro partes en CubaContemporánea)

Factores claves en la estrategia económica actual de Cuba (III)

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Entre los factores que deben tomarse en cuenta en el estímulo al crecimiento de la productividad del trabajo juega un papel determinante el incremento de los ingresos del trabajador. En las presentes condiciones de la economía cubana, el análisis de este tema resulta de elevada complejidad dado el conjunto de factores que inciden en él y la transformación actual de los mecanismos de retribución.

Tomando esto en cuenta, en este análisis no se pretende agotar el tema, aunque se tratará de mostrar el papel de los diferentes elementos que inciden en su determinación.

En primer lugar, se trata de examinar separadamente el sector estatal del no estatal, considerando que en este último los factores que determinan la retribución del trabajo están mediados por relaciones de mercado y su relación económica con el Estado transcurre básicamente por la vía fiscal a través del pago de impuestos.

En este caso puede decirse que no hay límites a la retribución laboral más allá de la carga fiscal, por lo que -tomando en cuenta los déficits en la oferta estatal de un grupo de bienes y servicios a la población- los precios resultan actualmente elevados dada la fuerte demanda insatisfecha de los mismos y -consecuentemente- los ingresos de los trabajadores por cuenta propia y los cooperativistas son naturalmente muy superiores a las retribuciones que el Estado puede brindar a sus empleados, dados los compromisos que tiene en relación con la acumulación y el consumo de toda la sociedad.

Centrando la atención en la economía estatal, debemos tomar en cuenta que esta abarca un sector empresarial y un sector presupuestado, que tienen dinámicas diferentes. También debe considerarse que los ingresos de los trabajadores estatales se componen de salarios (el elemento básico), ingresos por sistemas de estimulación (esencialmente en CUC) que no se computan en el salario y, en menor medida, pagos en especie que pueden incluir alimentos, ropa, calzado y artículos de higiene personal.

Los salarios han estado determinados en general por parámetros  o escalas en función de la complejidad, calificación y resultados del trabajo. Un primer problema a destacar es la diferencia entre el salario nominal -que no toma en cuenta su poder de compra- y el salario real, que sí lo contempla.

Si se examina la dinámica del salario nominal promedio medido mensualmente entre 1989 y el 2013 -según el Anuario Estadístico de Cuba-, se aprecia que pasó de 188 a 471 pesos, para un crecimiento de 2,5 veces en 24 años, lo cual resulta apreciable. Sin embargo, si se incluye en el análisis la dinámica de los precios minoristas estimada para el mismo período, a fin de calcular el salario real, se observa que el salario nominal de 2013 equivale a entre 106 y 51 pesos del salario nominal de 1989.  En todo caso, aun con diferentes cálculos, lo que no ofrece dudas es que el poder de compra real del salario no se ha recuperado en estos años, lo que es un factor importante de desestímulo al incremento de la productividad del trabajo.

No obstante, más recientemente se observa un gradual incremento del salario real en la misma medida en que se aplican fórmulas que posibilitan incrementar el pago de acuerdo a los resultados en el sector empresarial, lo que debe sustentar un crecimiento más dinámico de la productividad del trabajo.

Así, por ejemplo, en la entidad BioCubaFarma el salario medio previsto para este año le permitirá alcanzar un salario real equivalente a un poder de compra de 325 pesos de 1989, un 73% superior al salario nominal medio de ese año. Esta situación también se reflejará en alrededor de 70 empresas que pagarán salarios nominales promedio de entre 1 000 y 3 000 pesos mensuales, así como en el sector de la salud, cuyo incremento salarial computó unos 2 750 millones de pesos anuales para más de 440 000 trabajadores.

Para enfrentar los desequilibrios salariales presentes no sería lo más efectivo una reforma general de salarios, tomando en cuenta los resultados de experiencias como la de 1981, que engendró importantes desequilibrios en la economía nacional. Con vistas a evitar errores pasados, será indispensable que -a nivel macroeconómico- la productividad crezca más rápido que el salario medio y que la proporción del salario no rebase los límites previstos en relación con el valor agregado bruto, o sea, el nuevo valor creado.

La dinámica de este último aspecto mostró tendencias negativas en el primer decenio de los años 2000, cuando la productividad aumentó 46% pero el salario medio se elevó en 87%. En el período 2009-2013, esa situación comenzó a corregirse en la misma medida en que la productividad del trabajo creció 10,7% mientras que el salario medio escaló 9,8%. Para el plan 2015 se prevé que los salarios aumenten 5,8% y la productividad 6,2%.

Otra forma de mantener la retribución del trabajo en un cauce adecuado consiste en fijar la proporción de los salarios a pagar en relación con el valor agregado bruto. Este índice reflejó los fenómenos apuntados en el párrafo anterior, al computar hasta 0,43 a inicios de los años 2000, proporción que se redujo a 0,3326 en el plan del presente año.

Un ingreso laboral no siempre vinculado con los resultados del trabajo y que tampoco se incluye en el salario es el monto de los sistemas de estimulación en divisas. Estos esquemas se introdujeron a la par con la doble circulación monetaria en 1994 y -en la medida en que se concentraron en las actividades generadoras de ingresos en divisas- aportaron resultados favorables. Alcanzaron su mayor impacto alrededor de 2007, cuando se estima que llegaron a alrededor de 820 000 trabajadores estatales -el 20,3% del total- con un monto de unos 118 millones de CUC, para un ingreso medio de 12 CUC mensuales.

Finalmente, otros ingresos monetarios beneficiaron a la población desde 1993, cuando se autorizó la recepción de remesas en divisas que, si bien incrementaban los ingresos de una parte de los habitantes del país -que se ha estimado en el 25% del total-, no se vinculaban con los resultados del trabajo y no incidían directamente en el aumento de la productividad.

En síntesis, la recuperación del salario real de los trabajadores estatales es un elemento clave para el incremento de la productividad del trabajo, lo cual debe reflejarse también en un aumento del peso de los salarios nominales en el total de ingresos, que disminuyó de 80% a solo 46% en los últimos 30 años.

En ese sentido, la política que se ha comenzado a implementar para vincular la retribución laboral con los resultados del trabajo en las empresas es un elemento de enormes potencialidades. No obstante, el aseguramiento de factores que la empresa no controla -como el financiamiento de los suministros importados- puede frenar este mecanismo, para lo cual deberán adoptarse otras medidas que impidan esa y otras afectaciones externas al cumplimiento de los indicadores directivos del plan.

Igualmente -tal y como se ha hecho con el sector de la salud y el deporte- habrá que diseñar otras políticas que permitan incrementar los ingresos de los trabajadores del sector presupuestado -sin crear desequilibrios inmanejables-, tomando en cuenta que en estos sectores se ubican factores estratégicos para el desarrollo del país, tales como la educación y la ciencia, que hoy padecen la migración de fuerza de trabajo calificada.

(Tomado de Cubadebate con información de Cuba Contemporánea)

Factores claves en la estrategia económica actual de Cuba (IV)

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El factor que más rápidamente impacta en el crecimiento de la productividad del trabajo es la inversión productiva. Sin embargo, no ha sido posible priorizar este elemento entre 2008 y 2014 tomando en consideración la baja capacidad de ahorro interno del país y habida cuenta de la necesidad de dedicar significativos recursos a reducir el desequilibrio financiero externo, que actúa como limitación fundamental para nuestro desarrollo.

En efecto, una primera valoración muestra claramente que en el período estudiado la inversión bruta descendió de 5 264 a 4 729 millones de pesos, para una reducción de 535 millones, equivalente al 10,2% a precios corrientes. Por otro lado, en esos años el estimado de pago por concepto de servicio de la deuda -según datos de Economist Intelligence Unit- se elevó de 1 571 a 3 106 millones de dólares, 1 535 millones más que representan un aumento de 97,7%.

Al examinar la composición de las inversiones a precios corrientes también se observan diferencias importantes, ya que la cifra dedicada a construcción y montaje crece 10% hasta 2014, en tanto que la referida a equipos desciende 32,4%.

Para reducir la influencia de la variabilidad de los precios y afinando más el análisis, puede utilizarse la categoría de Formación Bruta de Capital (FBC), que refleja más directamente los elementos de mayor importancia al considerar el impacto sobre la productividad del trabajo. En este caso, la dinámica de la FBC muestra solo un crecimiento de 1%, mientras que la categoría de maquinaria y equipos dentro de la misma se reduce en 2%.

En términos relativos al comparar la FBC con el PIB, la tasa muestra un descenso de 15,9% en 2008 a 14,3% el pasado año.

De igual modo, al examinar la estructura de la inversión por sectores se aprecia un cambio sustancial que se puede vincular a la necesidad de una infraestructura mejor y una liquidez mayor. Así se registra un aumento de las inversiones dedicadas a servicios empresariales/inmobiliarias/alquiler, que se elevan de 3,5% en 2008 a 31,8% en 2014; la categoría construcción sube de 6,5 a 16,3%, y la categoría referida a la infraestructura básica (electricidad/gas/agua) se reduce de 18,4 a 13%. Por otra parte, el sector agropecuario se mantiene prácticamente con la misma proporción (8,3%), pero descienden la industria, de 6,2 a 5,4%; la minería, de 12,7 a 5,2%, y los hoteles y restaurantes, de 8,6 a 2,8%.

Este análisis confirma que los elementos más importantes para el crecimiento de un 10,7% de la productividad del trabajo que se obtiene entre 2009 y 2013 responden básicamente a factores de organización del trabajo centrados en la reducción de subempleo estatal, y no a la inversión productiva.

La necesidad de un cambio en esta situación comienza a gestarse a partir de la priorización del incremento en la inversión, con un sustancial impulso a la inversión extranjera a partir de la creación de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (septiembre de 2013), la aprobación de una nueva Ley de Inversión Extranjera (marzo de 2014) y la publicación de una Cartera de Oportunidad de Negocios para la inversión extranjera, en noviembre del pasado año.

Para el presente año estas medidas se apoyan con una modificación a la política de financiamiento externo que permita -mediante un elevado pago en el servicio de la deuda- la retoma de créditos en mejores condiciones y una dinámica sustentada en un incremento del 28,7% en las inversiones y del 13,3% en las importaciones, lo que debe contribuir finalmente a que aumente 6,2% la productividad del trabajo y se expanda en 4% el PIB.

Todo esto deberá asegurar el crecimiento de la productividad en las empresas estatales y el incremento de las retribuciones a los trabajadores como elemento central para asegurar la dinámica indispensable de la economía nacional en lo adelante.

(Tomado de Cubadebate con información de CubaContemporénea)

Cuba y los primeros pasos de las reformas estructurales

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En los años 2008-2009 para el gobierno cubano resultó evidente que sostener un curso de desarrollo no sería posible sin profundas transformaciones estructurales y sin introducir un sistema de dirección económica más eficiente. Tras un proceso de discusión masiva, en abril de 2011 fueron aprobados los nuevos Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución en el VI Congreso del Partido Comunista Cubano.

En ese documento se precisaron como soluciones básicas a corto plazo eliminar el déficit de la balanza de pagos, responder a los problemas de mayor impacto en la eficiencia económica, motivación del trabajo y distribución del ingreso, así como crear las condiciones infraestructurales y productivas para acceder a una etapa de desarrollo superior.

Un balance sintético de lo logrado en relación a estos propósitos muestra –en primer lugar- un notable avance en el proceso de reequilibrio financiero externo.

En efecto, la balanza comercial total pasó de un déficit de cinco por ciento en relación al producto interno bruto (PIB) en 2008, a 1,6 por ciento en 2013, desempeño que se apoya en una reducción de 32,4 a 19,1 por ciento de las importaciones, también en relación al PIB, y en un incremento de 59,3 por ciento del saldo de la balanza de servicios.

Por su parte, se ha venido renegociando exitosamente una parte significativa de la deuda externa, especialmente con Rusia, en el caso de la contraída con antigua Unión Soviética, y con México, así como con favorables perspectivas para renegociar con el Club de París.

De tal modo, los pagos realizados han llevado a que la deuda externa estimada bajara de 32,3 por ciento del PIB en 2008 a 30,6 en el pasado año, al tiempo que el servicio de la deuda se elevaba de 2,9 a 5,4 por ciento.

Cabe apuntar que ante la necesidad de incrementar las importaciones para elevar el ritmo de crecimiento económico, se anunció que durante el presente año el pago por servicio de la deuda se elevará a 5.661 millones de dólares –cifra equivalente al 30 por ciento del valor de las exportaciones- con vistas a retomar créditos por una cifra similar, pero en mejores condiciones al liquidarse una parte importante de la deuda vencida.

Estas decisiones deben crear un clima más favorable para obtener un volumen mayor de inversión extranjera directa, y a la cartera de oportunidad de negocios publicada el pasado año, que cubre 246 proyectos por un valor de 8.700 millones de dólares.

En cuanto a la eficiencia económica interna, se registran algunos avances en la productividad del trabajo, que acumula un crecimiento de 10,7 por ciento frente a un aumento de 9,8 por ciento en el salario medio entre 2009 y 2013.

Estos incrementos se logran -aun con una caída de la tasa de formación de capital fijo, que baja de 14,8 a 8,9 por ciento- mediante una reducción del subempleo estatal, donde se computa un recorte de 34 por ciento en el número de ministerios y de 27 por ciento de las empresas estatales, lo que lleva a una disminución de 14,7 por ciento del empleo en entidades públicas, en tanto crece 57,2 por ciento en el sector no estatal, manteniéndose una tasa de desempleo de solo 3,1 por ciento el pasado año.

En relación al desempeño del sector no estatal, se registra ya en el presente año que el número de trabajadores por cuenta propia supera el medio millón, el que junto al sector privado y cooperativo agrícola, más las alrededor de 500 cooperativas no agropecuarias, cubren alrededor de 27 por ciento del empleo, aunque el aporte del sector no estatal al PIB se estima aun en solo 12 por ciento.

Las perspectivas económicas del 2015 suponen un incremento de la tasa de crecimiento, desde 2,5 por ciento promedio en los últimos años, hasta cuatro por ciento, lo que se apoya en un crecimiento de 13,3 por ciento en las importaciones y 28,7 por ciento en las inversiones, entre los indicadores más significativos.

Estos planes se deben ver favorecidos por el nuevo escenario de gradual normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

En este caso las medidas hasta ahora aprobadas por el presidente estadounidense Barack Obama deben repercutir en un incremento de visitantes norteamericanos –no turistas, categoría prohibida por el bloqueo- que ya se elevó en 36 por ciento hasta abril, que impulsó un crecimiento de 15 por ciento del turismo total en el primer trimestre, lo cual debe inducir ingresos adicionales por unos 60 millones de dólares para Cuba.

También las facilidades para la compra de productos cubanos por los visitantes, en un rango de hasta 400 dólares por persona, incrementará ingresos al país entre otras medidas adoptadas con impacto a corto plazo.

No obstante, no es previsible un levantamiento inmediato del bloqueo estadounidense y algunos analistas estiman que el PIB de Cuba se incrementaría en 0,6 puntos anualmente aun con esa restricción y que una vez que el bloqueo se elimine, puede esperarse un crecimiento de dos puntos porcentuales en las proyecciones.

En ello incidirá el efecto que produce en los actuales socios comerciales y financieros de Cuba esta perspectiva, lo cual se expresa en las declaraciones de gobiernos y empresarios a favor de incrementar en lo inmediato sus vínculos con el país.

Resulta destacable que, si bien quedan aún complejos problemas por resolver en el corto plazo, tales como la unificación monetaria, el completamiento de la descentralización de facultades a las empresas estatales y una mayor participación de los trabajadores en este proceso, sin dudas se abren favorables perspectivas para el desarrollo del país en los próximos años.

(Tomado de Cubadebate con información de IPS)

Cuba y su economía en 2015: primeros resultados (I)

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Un punto de partida indispensable para el análisis de la economía cubana durante el primer semestre del 2015 es que los resultados del pasado año no fueron favorables y ello ha repercutido en el desempeño actual, aunque un grupo de factores parece compensar esos efectos negativos.

En efecto –según datos de la ONEI-, en 2014 la economía cubana creció solo 1,3% de un plan de 2,2%. Presentaron decrecimientos las inversiones (-8,9%); la industria (-3,6%) y las construcciones (-2,3%), y el déficit fiscal se elevó a 6,8% en relación al PIB. Por otro lado, crecieron el sector agropecuario (2%), la industria azucarera (4,2%) y el comercio (3,2%), en tanto el turismo crecía 5,3% en visitantes pero solo 2,1% en ingresos.

Las razones de este comportamiento se centraron en una disminución de los ingresos en divisas previstos, obteniéndose un saldo en la balanza comercial favorable pero 47% inferior al año precedente; factores climáticos negativos caracterizados por una fuerte sequía y una deficiente gestión económica en diversas ramas del sector estatal, donde 123 empresas planificaron ganancias pero tuvieron pérdidas por 829 millones de pesos, el 67% de ellas en el MINAGRI y en el grupo empresarial AZCUBA.

También cabe señalar que en agosto de 2014 se aprobó un presupuesto de unos 500 millones de dólares para realizar importaciones con vistas a asegurar insumos para el primer semestre del presente año, que todo parece indicar no lograron materializarse completamente. De ahí que en lo que ha transcurrido del 2015 se ha manifestado desabastecimiento en las ventas minoristas de alimentos, confituras y bebidas, además de productos para la higiene, ropa y calzado, entre los surtidos más significativos. Para cubrir este déficit se acordó recientemente la asignación de 40 millones de dólares adicionales para la adquisición de esas mercancías, a lo que habría que añadir la necesaria revisión de los mecanismos de gestión de compra en el exterior que operan centralizadamente.

En general, durante el pasado año se puso en evidencia que el país no podía reducir más su nivel de importaciones, tomando en cuenta que un incremento del 1% en el PIB demandaba un aumento de entre 2 y 3% en las compras externas. Sobre este tema, en la Asamblea Nacional de diciembre de 2014 se anunció un ajuste en la política de financiamiento externo. De este modo, se planificó un pago de deuda por 5 661 millones de dólares -equivalente al 30% del valor de las exportaciones- para retomar una cifra similar y posibilitar los volúmenes de importaciones suficientes con vistas a mejorar el ritmo de crecimiento de la economía.

Consecuentemente, en el plan de 2015 se incluyó un incremento del 13,3% en las importaciones de bienes y de 5% en las exportaciones, lo que apoyaría el incremento del 28,7% de las inversiones, 11,2% en la industria manufacturera y 4,1% en la agricultura, entre otros indicadores de importancia para asegurar un crecimiento del 4%.

Tomando en cuenta la importancia del sector externo para la economía nacional, vale la pena comenzar evaluando el desempeño de la economía mundial respecto a las exportaciones e importaciones durante el primer semestre de 2015, en el que la economía creció 4%, según reportes oficiales.

En relación con las exportaciones de níquel, durante los seis primeros meses del año los precios bajaron 18,1%, llegando al cierre de junio a solo 11 720 dólares la tonelada, aunque se espera una recuperación durante el segundo semestre, que no será significativa tomando en cuenta que existen a nivel mundial existencias acumuladas equivalentes a tres meses de consumo.

Por su parte, la producción azucarera creció 18%, aunque se cumplió el plan en 96%, con lo cual se arriba a una cifra en torno a 1,9 millones de toneladas. El rendimiento industrial fue 2% superior hasta 10,27% (toneladas de azúcar por cada 100 toneladas de caña molidas) y se alcanzaron 44,9 toneladas por hectárea, pero el aprovechamiento de las capacidades industriales quedó solo en 65%, de un plan de 72%.

Al cierre de junio los precios estaban a 12,44 centavos por libra, lo que representa una caída de 24,3% en relación con diciembre de 2014. Durante el segundo semestre del año se espera una recuperación en los precios, que deben enfrentar un elevado nivel de existencias en el mercado mundial.

En cuanto a la exportación de servicios, a partir del inicio del proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y EE.UU., así como cierta mejoría económica en Europa, se aprecia un incremento del número de visitantes, que llegó al 16% al cierre de junio, en lo que influye el crecimiento de 36% en los arribos de estadounidenses hasta inicios de mayo.

Al finalizar el semestre el sector turístico había facturado 1 700 millones de dólares, cifra que augura un incremento en 2015 respecto a los 2 700 millones alcanzados el año pasado.

(Tomado de Cubadebate con información de Cuba Contemporánea)